“Cuando otra empresa nos confía los servicios de mantenimiento o los de jardinería les tenemos que dar el mejor servicio, porque nosotros formamos parte de esa empresa, ya que podrían hacerlo por su cuenta. Por eso, en estos tiempos cuando nos dicen que tienen que reducir el presupuesto, lo fácil sería despedir a parte de la plantilla, pero nosotros apostamos por optimizar los costes operativos, que se basa en pensar a la hora de actuar, con el propósito de no despedir a nadie”, comentó Folch, quien puso como ejemplo diferentes casos como el de Caja Madrid, en donde comparten la limpieza de la entidad junto a otras dos compañías, que ante la reducción de presupuesto éstas despidieron a parte de la plantilla y ISS apostó por mantener empleos y reducir horarios. O el caso de un Hospital de Reus con 40 trabajadores que tenían un convenio que por trabajar un festivos y fines de semana tenían un día de descanso, aunque siempre había problemas para cuadrar las jornadas laborales, y ante la reducción de presupuesto se decidió que 30 trabajaran de lunes a viernes y el resto los festivos, con el compromiso de que en dos años se le recolocarían, pero no perderían el empleo. “Hubo algún trabajador que no lo aceptó, pero la mayoría sí. El peligro de perder el empleo es que sales de la ruta y luego es más complicado entrar”, comentó el director de RSC de ISS.
Folch explicó que en ISS dedican 200.000 horas de formación al año, pensadas también para minorías, en las que se forma en árabe o en ruso. “Son intangibles que hacen que los empleados se sientan parte de la empresa, además, todos cuentan con un gestor laboral que les asesora con cualquier problema y un gestor de servicios, que suele ser un mando intermedio, que es el nudo gordiano entre el empleado y el cliente”, comentó Folch, quien comparte la idea que dos tercios del valor de una empresa son intangibles.
Reforma laboral y despidos responsables
En la charla también participó Sandalio Gómez, responsable de la Cátedra Seat de Relaciones Laborales del IESE, quien reflexionó sobre la necesidad de crear empleo para evitar el despedido en esta situación de crisis. Gómez indicó que una de las claves de la Reforma Laboral es la flexibilidad en el empleo, pero no entendida como facilidad para el despido y recomendó a las empresas que utilizaran los Contratos de Formación y Aprendizaje para dotar de un primer empleo a los jóvenes de entre los 16 y 30 años. “En España solo hay un 0,4% de contratos de Formación y Aprendizaje, que suponen 60.000 contratos y que tienen unos costes laborales inferiores para las empresas y ayudan a la formación de los jóvenes. Con estos datos, me preguntó dónde está la RSE de las empresas para comprometerse con la sociedad”, aseguró Gómez.
Antonio Argandoña, director de la Cátedra “la Caixa” de Responsabilidad Social en la Empresa y Gobierno Corporativo del IESE, apuntó una serie de recomendaciones para que las empresas usen el despido responsablemente: “Sería conveniente que las empresas no improvisaran, que expliquen por qué hay que destruir empleo. Dar la cara, evitar los oportunismos cortoplacistas, que lo comunique el jefe directo y no el de personal, aunque éste tiene que estar accesible. Ayudar a los despedidos con programas de recolocación, comunicar a los que se quedan en qué condiciones y dar a conocer el plan de negocio, así como indicar qué le va a costar a la dirección, es decir, si se van a reducir los sueldos. Todo se resume en “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti”.