Hace escasos días celebrábamos el segundo aniversario de la histórica ratificación, por parte de los 193 países de Naciones Unidas, de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marcan la agenda de desarrollo de los países hasta el año 2030, a través de una serie de medidas orientadas a, principalmente, poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y de prosperidad.
Hay dos elementos diferenciales de los ODS con respecto a sus predecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio: el papel relevante que se otorga a las empresas para que contribuyan a su consecución y el foco en la medición y el establecimiento de indicadores que permitan evaluar el grado de consecución de éstos.
Centrándonos en las empresas, hay un dato revelador que nos recuerda la importancia que tienen sobre el desarrollo socioeconómico de las comunidades en las que operan: de las 100 mayores economías del mundo, 31 son países mientras que 69 son empresas. Sólo esto nos hace ver que las empresas tienen una influencia decisiva en el desarrollo y deben asumir responsabilidades y compromiso en el ámbito de la consecución de los ODS.
El aspecto positivo es que, desde el momento de su ratificación por los 193 líderes mundiales en septiembre de 2015, los ODS contaron con un respaldo mayoritario por parte del sector empresarial, como lo demuestra el hecho de que el 71% de las empresas tenían previsto comprometerse con ellos, según una encuesta realizada por PwC. El apoyo e interés de las empresas a los ODS sigue activo y actualmente el 75% de las empresas que participan en Pacto Mundial tienen previsto asumir compromisos en favor de los ODS.
El paso siguiente para las empresas, después de comprometerse con los ODS, es la integración de estos en la estrategia empresarial. El Responsible Business Trends Report 2017 identificó que el 60% de las empresas ya han empezado a integrar los ODS en su estrategia. Además, en los últimos meses eventos sobre los ODS en diversas partes del mundo han contado con un importante respaldo por parte de las empresas, como el SDG Business Forum, que contó con la asistencia de más de 1.500 personas, sobrepasando las expectativas de los organizadores.
El número de empresas que están integrando los ODS en su estrategia va incrementándose, pero una vez que la empresa tiene que empezar a comunicar los ODS, hay un problema que en estos dos años ha sido evidente: no existe una única metodología para medir el progreso y los impactos de las empresas en el ámbito de los ODS. De hecho, en el momento de la ratificación de los ODS, el 87% los líderes empresariales no creían tener las herramientas para medir el progreso y reportarlo.
Reporting sobre los ODS
Con el objetivo de dar respuesta a este problema y crear un marco de reporting corporativo, homogéneo y comparable, que ayude a las empresas a informar sobre los avances que logran en los ODS, Global Reporting Initiative y Pacto Mundial, en colaboración con PwC, se encuentran desarrollando herramientas y guías que ayuden a las empresas a reportar sobre los ODS. Fruto de este marco de colaboración, y contando con la participación de otras empresas y organizaciones, se ha publicado a finales de septiembre la guía An Analysis of the Goals and Targets.
La guía, publicada el 21 de septiembre de 2017, es un inventario de indicadores que las empresas pueden empezar a utilizar para informar sobre su contribución a los ODS, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo, para cada una de las 169 metas. En esta guía se ofrece, para cada objetivo, una serie de directrices sobre las acciones que pueden llevar a cabo las empresas para contribuir a su consecución, la información que las empresas pueden reportar en el marco de los ODS y los posibles Gaps a los que se pueden enfrentar las empresas para avanzar en la consecución de los ODS.
Esta guía es un primer paso, ya que en enero de 2018 se publicará el documento Practical Guide for Defining Priorities and Reporting que, sobre la base de la guía anterior, pondrá el foco en ayudar a las empresas a definir las prioridades en materia de ODS, los indicadores a reportar y, sobre todo, comunicar el desempeño de la compañía en cada ODS que le sea de aplicación.
Habrá que estar atentos a los próximos pasos que este grupo de trabajo vaya dando en materia de reporting de los ODS, ya que, como hemos visto, es un un ámbito en el que tenemos mucho que mejorar. Después de todo, como dijo el físico y matemático británico Lord Kelvin “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Y lo que no se mejora, se degrada siempre.”