Con motivo del 20º aniversario de Corresponsables, entrevistamos a Germán Granda, Director General de Forética, quien ha sido testigo y protagonista de la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en España y en todo el mundo.
Desde sus primeros pasos a finales de los 90, hasta su papel clave en la creación Forética en 2000 y su posterior consolidación, Granda ha visto de cerca cómo la RSE ha pasado de ser una idea incipiente a convertirse en una parte integral de la estrategia empresarial global.
A lo largo de la entrevista, Granda reflexiona sobre cómo, en sus primeros años, la RSE se centraba en la ética empresarial, con pocos interlocutores y una comprensión limitada de su impacto real en las empresas. «En ese momento, la pregunta era ‘¿por qué?’ hoy la pregunta es ‘¿cómo hacerlo más rápido?'». A través de Forética, Granda no solo ha impulsado el debate en torno a la RSE, sino que ha contribuido al diseño de políticas y estrategias que han marcado el rumbo hacia una economía más sostenible y responsable.
El director general de Forética destaca los grandes hitos que han definido la RSE en las últimas dos décadas, como el Acuerdo de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Directiva de Información No Financiera, y subraya que el futuro de la Sostenibilidad depende de una acción rápida y decidida: «Lo importante es apretar el acelerador de manera decisiva para que las administraciones públicas y las empresas actúen con urgencia».
A lo largo de su carrera, ha aprendido que la clave para seguir avanzando radica en la colaboración generosa y la transformación de la cultura empresarial, una visión que ha llevado consigo en su labor en Forética. Su mensaje para las nuevas generaciones es claro: «el reto de la Sostenibilidad es profesional y vital, un camino por el que merece la pena esforzarse cada día».
¿Cómo y cuándo te comenzaste a involucrar en el ámbito de la Responsabilidad Social y Sostenibilidad?
A finales de los 90, tras finalizar la universidad, surgió la posibilidad de tener experiencias laborales internacionales tanto en la Comisión europea como en Naciones Unidas. En este contexto es cuando soy consciente de la relevancia que empezaba a tomar la sostenibilidad en el panorama global y europeo. Realizar un máster en estrategia empresarial y desarrollo sostenible en el Reino Unido y trabajar a la vez en el departamento de sostenibilidad de una multinacional, me permitió acceder a las últimas herramientas y conocimientos y entender la capacidad de transformación positiva que podrían generar las empresas.
«La sostenibilidad empezaba a tomar relevancia en el panorama global y europeo»
En octubre de 2000 estuve en la asamblea de constitución de Forética en Barcelona como uno de los socios fundadores. A través de la asociación puede empezar a poner en práctica todos los conocimientos que había ido adquiriendo.
¿En qué momento se encontraba la Responsabilidad Social en ese entonces?
En ese momento se hablaba de gestión ética, de ahí el nombre de Forética. Se debatían retos más deslavazados, no había una concepción integral en términos de estrategia, operaciones, transparencia de la Responsabilidad Social y sostenibilidad. Dentro de la evolución del management, estos asuntos aún no estaban estructurados, se empezaban a tener visos de esta construcción y las grandes empresas empezaban a responder a estos retos globales.
«En ese momento se hablaba de gestión ética, de ahí el nombre de Forética»
Forética entra en contacto, nada más nacer, con todo el movimiento de la Responsabilidad Social en Europa. Recordemos que en el año 2000 es cuando por primera vez en un Consejo Europeo se hace un llamamiento a los países miembros para incorporar y promocionar la Responsabilidad Social.
«Las grandes empresas empezaban a responder a estos retos globales»
Es a partir de ese momento que se comienza a tener una comprensión del concepto tanto en las administraciones públicas como en la mayoría de las empresas. Así que fuimos testigos desde el inicio, especialmente durante la primera década del siglo participando además junto con CSR Europe en la primera construcción de una estrategia europea de RSE, de esa evolución del concepto y su desarrollo en las empresas.
¿Qué más recuerdas del panorama de la RSE cuando comenzaste en comparación con cómo es hoy?
En 1999 predominaba el concepto de ética empresarial y había muy pocos interlocutores en las empresas en España, y prácticamente ninguno en las administraciones públicas. La pregunta era «¿por qué?» es necesario un enfoque empresarial alineado con las demandas de la sociedad y el medio ambiente. La reflexión sobre la necesidad de cambio provenía principalmente de universidades y escuelas de negocios. A nivel internacional, comenzaban a formarse las primeras coaliciones de empresas.
«En 1999 predominaba el concepto de ética empresarial»
Hoy, las empresas líderes ya no se preguntan el «por qué», sino el «cómo», incluso cómo hacerlo más rápido. La ciencia y la realidad han demostrado la necesidad y la oportunidad de avanzar en la transformación hacia la sostenibilidad, y han surgido nuevas profesiones, nuevos productos, servicios y mercados alineados con ese objetivo. Los gobiernos y los inversores lo han puesto en su agenda. La conversación se ha sofisticado en los consejos de administración y equipos de dirección, con debates y acciones vinculadas a la descarbonización, la economía circular, el impacto en la naturaleza, la transparencia o la diversidad e inclusión. Un gran avance que todavía tiene mucho recorrido.
«Hoy las empresas líderes ya no se preguntan el ‘por qué’, sino el ‘cómo'»
¿Tienes alguna anécdota que refleje el espíritu y los desafíos de los primeros años de la RSE?
Al principio, recuerdo un grupo muy reducido de empresas, organizaciones, profesionales y académicos y a la vez muy entusiasta generando la conversación y desarrollando herramientas pioneras, como la SGE 21, o contribuyendo a los primeros estándares internacionales. La contribución empresarial se circunscribía generalmente a la acción social y la reputación era la motivación principal para avanzar.
«El nivel de conversación en sostenibilidad parecía muy lejano hace años»
En 2001, la Comisión Europea lanzó el primer libro verde de responsabilidad social con una visión más estratégica de la contribución social y ambiental de las empresas tras un proceso de diálogo en el que participamos activamente desde Forética. A nosotros nos parecía un hito muy relevante y trajimos al responsable máximo, Dominique Bé a un foro que organizamos con la Universidad de Comillas. La convocatoria no tuvo demasiado eco. El mensaje no llegaba, y las preguntas eran: ¿qué debemos hacer para que los medios cubran estos temas y les den relevancia? ¿cómo mostrar que ser una empresa responsable, más allá de la reputación era sinónimo de mantenimiento y creación de valor?
¿Cuáles consideras que han sido los pioneros y tus referentes en esta materia?
Cuando regresé de Reino Unido a España, lo primero que descubrí fue el movimiento que se estaba formando alrededor de Forética a través de Alberto Urtiaga.
Vinculaba la reflexión académica muy potente que existía en España en universidades y escuelas de negocios (agrupadas en EBEN España) con la viabilidad de hacerlo práctico y con sentido en las empresas. También con la vocación de colaboración a nivel global con las redes e iniciativas internacionales que se creaban (WBCSD, CSR Europe, Global Compact, GRI, SAI, Eurosif, etc.).
«Los asuntos de sostenibilidad han ido acaparando cada vez más atención»
Creo que sería injusto citar solo a algunas personas concretas, ha sido un movimiento coral impulsado por muchos protagonistas.
¿Qué momentos de estos últimos aproximadamente 20 años de evolución de la RSE destacaría como más relevantes?
En el contexto europeo, como ya he comentado el año 2000 se hace el llamamiento y en 2001 se lanza el Libro Verde con la comprensión de lo que significaba este término. Forética junto a la Universidad de Comillas presentó en España ese documento.
Luego a posteriori se aprobó la Estrategia Europea de Responsabilidad Social 2011-2014, que ha hecho que en los diferentes países miembros se adoptaran estrategias nacionales de Responsabilidad Social, que se pusiera en marcha la Directiva de Información no Financiera.
A nivel internacional, los elementos que han consolidado todo el trabajo anterior en Responsabilidad Social han sido los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, ambos adoptados en 2015. Ambos hitos marcan a nivel global una agenda muy relevante de sostenibilidad y Responsabilidad Social.
«La sostenibilidad tiene sentido económico y es oportunidad de progreso»
En España, la Creación del Consejo Estatal de Responsabilidad Social marcó un hito que va a ser superado y va avanzar probablemente con un Consejo de Desarrollo Sostenible, cuya línea de trabajo estará relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una Estrategia española 2030 vinculada a la sostenibilidad. En nuestro país también ha sido relevante la incorporación del concepto de Responsabilidad Social al Código de Buen Gobierno por parte de la Comisión de Mercado de Valores.
A nivel más general, destacaría la creación del Dow Jones Sustainability Index y la mejora de los mecanismos de reporting, GRI ha marcado ahí una tendencia muy relevante. Eso ya bajando a herramientas concretas de gestión como la SGE 21, que organiza un sistema de gestión de Responsabilidad Social. Esta norma ha ayudado a avanzar la agenda de la Responsabilidad Social en las empresas.
¿Qué factores crees que han impulsado estos cambios?
Han sido varios… Por un lado, el impulso de los reguladores y de los inversores. También la toma de conciencia e integración de la sostenibilidad en la estrategia y las operaciones de las empresas.
No podemos olvidar tampoco el empuje de la sociedad civil y la demanda de los consumidores, así como la búsqueda de las personas por lugares de trabajo que estén alineados con sus valores.
Pero hay más: la mayor oferta de formación en el ámbito académico, el avance de la ciencia, la tecnología y conversación en los medios, profesionales de primer nivel comprometidos con las áreas de sostenibilidad…
Se trata de un cúmulo de elementos que muestran que la sostenibilidad además de un compromiso ético tiene sentido económico y es la oportunidad de progreso para las personas y organizaciones alineadas con la salud del planeta.
«La transformación cultural lleva tiempo, pero es inevitable»
Por ejemplo, el nivel de conversación y de supervisión y orientación estratégica por parte de los consejos de administración en materia de sostenibilidad parecía muy lejano hace años.
Contar hoy en Forética con un Consejo empresarial español para el desarrollo sostenible formado por presidentes y Ceos muestra la evolución.
Obviamente y no me cansaré de recordar los hitos más destacados han venido marcados por grandes acuerdos como el de París del clima, los ODS, los principios de derechos humanos y empresa, el acuerdo de Kunmimg-Montreal de protección de la biodiversidad, entre otros.
¿Cómo ha evolucionado Forética en paralelo a la evolución de la Responsabilidad Social?
Desde el 2000 en adelante, hemos tenido que sofisticar mucho nuestras actividades en términos de conocimientos, políticas y herramientas de gestión que han surgido a lo largo del tiempo. No teníamos equipos expertos en cambio climático, economía circular y energías renovables en Forética como los hay ahora. Asimismo, no había equipos dedicados a ver temas de transparencia y buen gobierno que, además de otras cosas, analizaran temas de gobernanza con ‘G’ mayúscula, es decir, modelos de gobernanza que incorporaran preceptos sociales y medio ambientales.
En el apartado social, más allá de prácticas de voluntariado más al uso, la medición del impacto social, la incorporación de criterios de derechos humanos en la cadena de proveedores y o la reflexión sobre la tecnología y el futuro del trabajo, son temas que fuimos desarrollando a través del tiempo y en la medida que los integrantes y stakeholders de Forética fueron demandando mayor información sobre estos asuntos.
«La sostenibilidad ha pasado de ser periférica a ser estratégica»
Esto nos llevó a lanzar iniciativas que hoy son una referencia para las empresas como los Clusters de Cambio Climático, Transparencia e Impacto social. O grupos de acción donde empresas impulsan compromisos en Economía circular u ODS desde el sector público empresarial. También se han producido avances en la Administración Pública nacional y en espacios locales.
En un principio, no había interlocutores públicos. Sin embargo, el Gobierno creó interlocutores empezando con una Dirección General de Responsabilidad Social, pasando por la Oficina del Cambio Climático, etc. No sólo en la Administración Central, también lo vemos en comunidades autónomas y ayuntamientos, con estrategias de Responsabilidad Social.
Los asuntos de Responsabilidad Social y sostenibilidad también han ido acaparando cada vez más la atención de otros actores que inicial- mente no estaban involucrados o interesados en estos temas. Por un lado, las universidades también han ido incorporando en su currículum programas de RS, sostenibilidad y gestión ética de las empresas.
Por otra parte, los sindicatos han creado Observatorios de RSE/RSC, demostrando un mayor interés sobre estos asuntos. También las ONG y medios de comunicación se han ido relacionando con la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad. Corresponsables es un claro ejemplo de cómo los medios de comunicación han ido aproximándose a estos temas.
Justo Corresponsables celebra en 2025 su 20 aniversario…
Recuerdo que conocí a Marcos González cuando presentamos el Informe Forética 2004 en Barcelona y pocos meses después me compartió la idea de crear un medio especializado que incluyera la web, la revista y el anuario.
Desde el primer momento lo alentamos a hacerlo realidad, porque era una iniciativa fantástica. A partir de ahí, nos hemos encontrado continuamente estos años y colaborado tanto en España como en Latinoamérica cuando ambos participábamos en los foros del BID.
«Corresponsables ha sido altavoz y motor del compromiso empresarial con la sostenibilidad»
Corresponsables ha jugado un papel destacado difundiendo y dando a conocer las iniciativas de miles de organizaciones. A través de foros, premios, etc., ha dinamizado la conversación y dado voz a todo un sector y a los profesionales comprometidos convirtiéndose en un referente.
¿Puedes compartir algún otro caso de éxito que consideres emblemático en el campo de la RSE?
El proceso de alinear e integrar la información financiera con la de sostenibilidad en las empresas, los objetivos de descarbonización y los planes de transición, el reconocimiento de las dependencias e impactos en la naturaleza, el diseño circular, la incorporación de la IA, las políticas de inclusión y diversidad son ejemplos paradigmáticos de los avances en estos años en miles de empresas. El apoyo de las empresas a grandes marcos y acuerdos globales también ha cambiado el discurso y la acción empresarial en estos años.
¿Qué lecciones has aprendido a lo largo de tu carrera en RSE?
La importancia de ser generoso y colaborar. La importancia de la paciencia y construir valor a largo plazo. En Forética el valor de un ecosistema de empresas, organizaciones y personas comprometidas día a día que impulsan la agenda, innova, transforman y se anticipan. La fortaleza de las alianzas con empresas, ONG, gobiernos, laboratorios de investigación, centros de computación o profesionales en campos de cultivo buscando el impacto positivo.
«La urgencia por la sostenibilidad debe trasladarse desde arriba»
Frente a los agoreros y oportunistas que cuestionan los avances y utilidad en cada crisis, que ya han sido varias desde la financiera al covid o las consecuencias de la invasión de Ucrania, la sostenibilidad en las empresas siempre ha demostrado, con casos de negocio y datos, ser una fuente de supervivencia, éxito, oportunidad y contribución a la sociedad en el largo plazo. En este momento volverá a serlo.
¿Cuáles crees que son los otros grandes desafíos que afronta la Responsabilidad Social?
Estamos en la fase de acción. Los desafíos están claramente marcados (descarbonización, naturaleza positiva, equidad, etc.) y lo importante es que la transición sea rápida, además de justa, contando con las personas. El cambio de mentalidad, la financiación y la regulación inteligente e incentivos que aceleren la transformación serán cruciales.
Hay que tener en cuenta que, como en cualquier aspecto que necesita una transformación cultural, se necesita un tiempo para que los directivos, las operaciones y la gestión introduzcan en sus procesos habituales de funcionamiento la Responsabilidad Social o Sostenibilidad.
Somos plenamente conscientes de que la transición hacia la sostenibilidad se debe acelerar mucho más y para ello se necesita que las empresas jueguen un papel destacado, pero también un marco claro y estable de regulación por parte de las administraciones públicas para que las compañías puedan tomar decisiones de inversión y cambios en los modelos de negocio.
Lo que hay que hacer es apretar el acelerador de manera decisiva para que los máximos niveles en las administraciones públicas y en las direcciones de empresas y cualquier organización trasladen esa sensación de urgencia por la sostenibilidad, por los riesgos y, sobre todo, las oportunidades que conlleva de cara al futuro.
«El consumidor también tiene un papel clave en este cambio»
Otro de los retos que tiene nuestro país es el papel del ciudadano como consumidor (estancado en un tercio de la población con propensión al consumo responsable según el Informe Forética). La educación y formación en RS y sostenibilidad es clave para fomentar esta cultura y que el comprador cambie el chip lo antes posible.
¿Qué papel crees que deben jugar las nuevas generaciones en la continuación de este legado?
Las nuevas generaciones deben prepararse muy bien para liderar con criterio, compromiso y ética, a la vez que escuchan y colaboran con aquellos que actualmente están trabajando en este ámbito.
Y sobre todo, deben saber que aunque será un reto y vivamos momentos donde falte voluntad de acción, existe la tecnología, el conocimiento y los aliados para acelerar la transformación hacia la sostenibilidad.
Un reto profesional y vital maravilloso por el que merece la pena esforzarse y disfrutar cada día.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables y en la Ficha Corporativa de Forética en el Anuario Corresponsables 2025.