¿Qué os ha llevado a decidir convertiros en una empresa con impacto positivo?
En CE Consulting llevamos más de 30 años asesorando a fundaciones y asociaciones, lo que nos ha permitido conocer de cerca su acción transformadora en la sociedad. Eso nos ha inspirado y nos ha llevado a informar y motivar a nuestros clientes y colaboradores a sumarse a esta iniciativa. Estamos convencidos del importante rol que tenemos las empresas para impulsar proyectos encaminados a lograr una sociedad más justa.
¿De qué manera beneficia al tejido empresarial la adhesión a la iniciativa de la Casilla Empresa Solidaria?
Los clientes y empleados son cada vez más exigentes con las empresas y quieren que estas sean más sostenibles, éticas y responsables. Al marcar la Casilla Empresa Solidaria, la empresa destina el 0,7% de su Impuesto de Sociedades a fines sociales. Es una forma sencilla, y sin coste, de comenzar a demostrar el compromiso de la empresa con la sociedad.
¿Qué supone el establecimiento de alianzas entre las empresas y el Tercer Sector de cara a conseguir un mundo mejor? En estos momentos tan complicados, ¿son estas alianzas el motor del cambio social para conseguir una reconstrucción social más justa e impulsar la consecución de los ODS?
Está claro que la empresa es un actor más de la sociedad y, como tal, debe contribuir a esa reconstrucción social más justa. La colaboración entre actores (empresa, administración y Tercer Sector) es la combinación perfecta para trabajar proyectos que mejoran la vida de las personas o del medio ambiente, entre otros objetivos.
Marcar la Casilla Empresa Solidaria es el principio de la colaboración. ¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir en el camino hacia las buenas prácticas de las empresas?
Las empresas tenemos muchas oportunidades para trabajar por una sociedad mejor. Podemos implantar acciones que nos ayuden a reducir nuestra huella ambiental, desde activar medidas de ahorro energético o eliminar el uso de plásticos en las instalaciones, hasta incorporar evaluaciones de impacto ambiental en toda la cadena de suministro. También podemos ir más allá de los mínimos que marca la ley en políticas de igualdad y no discriminación y ser impulsores de entornos laborales inclusivos e igualitarios. Y, por supuesto, ir de la mano de entidades sin ánimo de lucro para poner en marcha proyectos sociales con el respaldo y la fuerza de la dirección y los empleados.
Debemos entender que tenemos una responsabilidad no solo ante accionistas y empleados, sino ante la sociedad en su conjunto, por lo que tenemos que preguntarnos de forma recurrente qué podemos hacer para lograr un impacto positivo real.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La Casilla Solidaria de las Empresas