El sector turístico tiene un importante peso específico en la economía mundial, pero también tiene una repercusión directa en el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Por ello, es fundamental que los agentes del sector se conciencien de la importancia de ofrecer alternativas de turismo que fomenten prácticas más responsables entre los usuarios y consigan un impacto positivo en el planeta.
Un viaje siempre comienza con un desplazamiento, y si es a otro país, en la mayoría de los casos se realiza mediante un vuelo. Es cierto que los aviones emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero, pero en realidad solo suponen el 2% de las emisiones globales de CO2, según datos correspondientes a 2019. Las compañías aéreas están tratando de ofrecer vuelos más sostenibles, a través de la tecnología y de la reducción del consumo de combustible. A la hora de elegir la aerolínea, el usuario puede tener esto en cuenta.
Pero donde más van a impactar sus decisiones es en el lugar de destino, en función del tipo de alojamiento que elijan, el tipo de turismo que deseen hacer, los lugares que visiten y los intermediarios que utilicen. Si optamos por un turismo de masas, yendo donde va todo el mundo y sin tener en cuenta nada más que la opción más barata, podemos poner en peligro los ecosistemas y la cultura locales y favorecer un sobredimensionamiento del sector que repercuta en peores condiciones laborales para quienes se dedican al turismo.
Por el contrario, si optamos por un turismo más auténtico y responsable, valorando las opciones de alojamiento que cumplen unos estándares de sostenibilidad, y planificando nuestro viaje mediante agencias locales comprometidas con el desarrollo sostenible, podremos vivir el destino de una forma diferente, conocer lugares y costumbres que nunca conocerá el turista de masas, y sobre todo, practicar un estilo de viaje respetuoso con la población, el medio ambiente y la cultura del lugar visitado.
En Evaneos nos hemos comprometido con el movimiento B Corp y defendemos firmemente este modelo de turismo responsable, apostando por un modelo de negocio que impacta positivamente en tres de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 8, Trabajo decente y crecimiento económico; ODS 10, Reducción de las desigualdades; y ODS 11, Ciudades y comunidades sostenibles.
Para ello, trabajamos siempre con agencias locales seleccionadas que cumplen rigurosos estándares de calidad y que están comprometidas con la promoción y la protección de su cultura y su entorno. Y garantizamos que el 87% de los costes del viaje que el usuario contrata a través de nuestra plataforma van a parar de forma directa a estas agencias locales, cuando la media del sector suele situarse, como mucho, en el 25%.
Todas nuestras agencias asociadas están auditadas por la entidad certificadora independiente Travelife, y están obligadas por contrato a cumplir nuestro Código de Conducta, que establece las normas para unas condiciones de trabajo justas. De este modo, estamos impulsando el desarrollo de las economías locales. Además, nos especializamos en diseñar viajes a medida del usuario mediante actividades fuera de los circuitos del turismo de masas, apoyando a comunidades que quedan desatendidas por los grandes turoperadores y creando para ellas nuevas fuentes de ingresos.
Por otro lado, hemos creado el Fondo Better Trips, en el que invertimos un porcentaje de cada venta realizada, con el objetivo de alcanzar los 3 millones de euros en 2025. Este capital será destinado a proyectos e iniciativas que nos ayuden a acelerar la transformación de la industria turística y a compensar su impacto ambiental.
Hasta el momento hemos conseguido neutralizar nuestra huella de carbono estimada, y entre nuestros retos figuran la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 500.000 toneladas, la plantación de 1 millón de manglares para proteger a las poblaciones de las zonas costeras con mayor riesgo de inundaciones y la recogida de 25 millones de botellas de plástico de los océanos.
Sin duda, otro modelo de turismo es posible.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: 7º aniversario de los ODS, junto a T-Systems y Villafañe&Asociados