El Británico es una de las instituciones de enseñanza del idioma inglés más antigua en Perú; mensualmente congrega a 40 mil alumnos en sus catorce centros y su equipo de voluntariado lo conforman 500 estudiantes, en su mayoría, mujeres. Desde hace cinco años, decidieron comprometerse firmemente en desarrollar una estrategia más elaborada en responsabilidad social sobre sus pilares fundamentales de educación, cultura y de gestión ambiental.
Gabriela Aguilar, es quien lleva las riendas de la responsabilidad social de la institución. En entrevista con Corresponsables afirma que los proyectos e iniciativas que tienen se centran en el uso de su principal fortaleza, la enseñanza del idioma inglés. Con la llegada de la pandemia, sostiene que están liderando un plan de recuperación del estado emocional de sus estudiantes, el cual se ha convertido en uno de sus desafíos dentro de la organización.
Somos la Asociación Cultural Peruano Británica, conocida también como el Británico y promovemos la cultura británica, a través de tres pilares. El primer eje -y el más conocido- es la enseñanza del idioma inglés en nuestros 12 centros en Lima y 2 en provincia, donde llevamos la enseñanza del idioma a niños y jóvenes, también como servicios a empresas y para personas que requieren rendir exámenes internacionales; el segundo eje, es nuestro servicio Británico Library que es la biblioteca en inglés más grande del Perú en donde tenemos más de 30 mil títulos en inglés y ahora, por la coyuntura, estamos brindando el servicio en las modalidades virtual y presencial; y finalmente, el tercer eje es Británico Cultural, en donde se presentan todas nuestras actividades culturales que se desarrollan en nuestro teatro y los auditorios de la institución para nuestros alumnos y la comunidad en general. Tenemos más de 40 mil alumnos al mes y como promovemos la cultura británica en el país, tenemos una relación cercana con la Embajada y otras organizaciones británicas en el Perú.
¿Cómo vienen implementando la responsabilidad social del Británico?
Desde su fundación, hace más de 80 años, la asociación viene realizando acciones de responsabilidad social, pero desde hace 5 años, decidimos comprometernos a profundidad y tener una estrategia más elaborada; entonces, trabajamos varios ejes, donde los dos principales son: educación y cultura que vienen a ser los ejes de la organización y al que se suma la gestión ambiental y el voluntariado. Principalmente, nuestras iniciativas y proyectos están centrados en el uso de nuestra principal fortaleza que es la enseñanza del idioma inglés. Entonces, tenemos diferentes programas donde promovemos la enseñanza del idioma a diferentes grupos vulnerables.
¿Cuáles son las iniciativas que vienen ejecutando en estos pilares que menciona: educación y cultura, ambiental y voluntariado?
En educación, es la enseñanza del idioma inglés donde tenemos dos grandes proyectos. Siempre hemos realizado iniciativas en las comunidades donde estamos presentes, pero en la coyuntura de la pandemia, necesitábamos de un alcance mayor, y definimos llevar nuestra ayuda a dos grupos que necesitaban asistencia en esos momentos, uno de ellos son los emprendedores del sector turismo, con quienes iniciamos el año pasado un programa de enseñanza de inglés orientada hacia este sector en Cusco y Puno, y que este año ampliamos a Ayacucho. Lo particular de este proyecto es que en muchas partes de Puno y Cusco, la señal de internet no llegaba o era muy cara, entonces apelando a la creatividad, resolvimos brindar los cursos a través de las señales de radios locales y radios comunitarias, llevando nuestra ayuda a diferentes grupos en Ollantaytambo (Cusco) y en las islas de los Uros (Puno). Este año, continuaremos con el programa en Puno y Ayacucho para nuevos grupos de emprendedores turísticos de estas regiones.
El segundo proyecto, se enfoca en los profesores del idioma inglés provenientes de colegios nacionales, a través de la plataforma Británico Academy donde encuentran una gama de cursos asincrónicos como videos, materiales y recursos educativos que les proporcionamos para que los profesores puedan enriquecer sus conocimientos del idioma a su ritmo. Notamos que una mayoría de profesores de inglés del sector nacional no son de la especialidad y es por eso que la metodología está orientado a resolver ese problema.
Y en cuanto al pilar de gestión ambiental y voluntariado, ¿cuáles son las acciones que han venido realizando? ¿Quiénes son los beneficiarios y el impacto que han tenido?
En cuanto al ámbito de la gestión ambiental, desde el 2018 nos hemos comprometido en medir nuestra huella de carbono y la medimos cada dos años e implementamos las acciones para poder reducirla. Esta acción va de la mano con nuestro programa de voluntariado de alumnos Británico Green con quienes realizamos diferentes acciones como campañas de arborización, actividades como plogging entre otras. Además tenemos otras acciones como la enseñanza de inglés en un centro educativo de Manchay con el que ya vamos por el tercer año con alumnos del curso English Language Teaching (ELT), que es un curso que ofrecemos para formar profesores y que les permite tener prácticas en la enseñanza del idioma inglés en colegios como el de Manchay.
¿Con cuántos voluntarios cuenta su organización y de cuánto ha sido la última medición sobre la huella de carbono?
En 2021 hemos tenido más de 1300 horas de voluntariado y más de 500 alumnos, en su mayoría mujeres, que han participado en las distintas acciones de labor social y ambiental que hemos organizado. Nuestra última medición de forma presencial de huella de carbono ha sido de aproximadamente 300 toneladas de CO2, con ello detectamos que nuestro mayor impacto estaba en el uso del papel y en la movilidad de trabajadores y alumnos, debido a que las clases eran presenciales, antes de la emergencia sanitaria.
¿Cómo afectó la pandemia su propuesta educativa y cómo lo abordaron durante la emergencia sanitaria?
Siempre hemos tenido una oferta educativa virtual, pero era mínima porque la educación virtual no calaba mucho antes de la pandemia. Nuestro grueso de estudiantes era presencial y cuando en marzo de 2020 declaran la emergencia sanitaria por la pandemia, tuvimos que migrar todos hacia lo virtual; entonces, potenciamos las plataformas y sin mayores contratiempos todos pudieron recibir la nueva oferta educativa, y reitero, que antes no estaba tan potenciada porque no muchos la preferían. Ahora ya tenemos la oferta de virtual y presencial para que los alumnos puedan elegir lo que mejor les convenga o se les acomode.
¿Qué importancia tiene la comunicación de la responsabilidad social que realiza el Británico y cómo lo vienen trabajando?
Es bastante importante. Nuestros alumnos fluctúan en los rangos de 14 a 24 años, es una generación mucho más consciente por las causas sociales y ambientales, y no solamente los alumnos, también nuestra plana laboral. Para nosotros es muy importante comunicar; principalmente, lo hacemos, a través de las redes sociales dirigido a los jóvenes para involucrarlos no solamente en las actividades, sino en comunicar lo que vienen realizando, a través de nuestros programas.
Dentro de sus acciones en el ámbito de la educación cuentan con un programa de becas para profesores. ¿Nos podría contar cómo pueden postular los docentes interesados?
Estas becas son de tres cursos orientados a la metodología de enseñanza que son: el uso de tecnología en el aula, un curso introductorio a la enseñanza del idioma inglés y un curso de metodología para la enseñanza de inglés a niños y jóvenes. Puede participar cualquier profesor de colegio que esté enseñando inglés, pero estamos dando prioridad a profesores de colegios nacionales quienes son los que más necesitan de esta capacitación. Las inscripciones, se realizan a través de nuestro portal web, en la sección proyecto Británico Academy en donde encontrarán un formulario que una vez llenado, responderemos con el acceso a la plataforma con los cursos que son totalmente asincrónicos y que están colgados de forma virtual. Los interesados pueden inscribirse desde ya. Iniciamos este mes de julio, pero igual, vamos a aceptar grupos durante el año, hasta llegar a las 400 becas.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos del Británico ahora que ya están retornando a la presencialidad, sobre todo la importancia de las personas de poder comunicarse en inglés y si tienen en mente iniciativas que ya serán aplicadas en corto plazo?
Tras la pandemia, hemos podido notar en los jóvenes un ambiente de desesperanza; la pérdida de familiares, el corte abrupto de la socialización y el deterioro económico y político del país han contribuido a que un gran sector de nuestros jóvenes tenga este sentimiento que para el Británico es una obligación de atender, y es por ello que lo hemos asumido como el reto más importante a revertir. Estamos generando actividades de su propio interés, que les permita retomar la normalidad en un nuevo escenario, por eso, también estamos haciendo diversos talleres y reactivaciones en todos nuestros centros, en torno a salud mental, para ayudarlos a sobrellevar el tema de la ansiedad, la depresión y diferentes herramientas para que puedan salir y poder sobrellevar este momento con esperanza. Este es uno de nuestros desafíos. En cuanto a nuestras próximas actividades dentro del grupo de voluntariado ambiental estamos programando, junto a la Embajada Británica, arborizaciones en Ancón, San Martín de Porres y limpiezas en algunas reservas naturales cercanas a Lima.
Escucha la entrevista completa con Gabriela Aguilar