La investigación, la innovación y la aplicación de buenas prácticas en la agricultura y la acuicultura en Filipinas nos ha llevado de una estrategia de desarrollo social a una contribución significativa a la agricultura climáticamente inteligente (CSA).
Lo hemos hecho en diferentes cadenas de valor agropecuarias; y siempre para hacer realidad nuestra misión de llevar a las personas que viven en contextos de pobreza a una situación más ventajosa y próspera en sus comunidades.
En este momento estamos haciendo el balance de nuestro trabajo en en la región de Caraga donde trabajamos desde hace siete años con los productores de algas, uno de sus principales medios de vida.
Esta región costera de la isla de Mindanao es una de las más castigadas climáticamente y sus habitantes sufren unos 25 tifones al año, con el enorme riesgo a perder todo lo que tienen.
Nuestro empeño ha sido garantizar un triple impacto: conservación y concienciación medioabiental, una mayor resiliencia de estos productores ante las inclemencias climáticas y asegurar una mayor fortaleza de la economía local a partir del alga.
A través de nuestra metodología ‘cadena’ hemos logrado que la cadena de valor del alga proporcione mayores ingresos a la población más vulnerable del país. En Hinuatán existe una población de 43.841 personas, organizados en 24 barangays o aldeas, de las cuales 10.500 son pescadores y 420 son productores de algas, con un espacio de 730 hectáreas dedicadas a esta actividad.
En una primera fase, hemos hecho un trabajo de organización en la cooperativa HSWPA y numerosas jornadas de escuelas de campo a través de clusters, grupos de 6 o 7 personas, que reciben formación en buenas prácticas que agregan valor al producto, tales cómo el protocolo de gestión de algas, la supervisión de los parámetros de calidad del agua, el correcto proceso de secado, la correcta clasificación y el almacenamiento. Nociones necesarias para el control de calidad. Con esto hemos sensibilizado a la población sobre la correcta gestión de los recursos naturales y hemos creado los incentivos económicos para profesionalizar su trabajo.
Además de la formación, otra clave del éxito ha sido apostar desde el principio por el liderazgo de la asociación en el proceso comercial a través de test de mercado con compradores reales. En los primeros tres años, la asociación, además de la venta local, fue capaz de enviar 4 containers de alga a la compañía española CEAMSA, en condiciones económicas más ventajosas:
La empresa compradora estaba dispuesta a pagar más por la textura, el color y el cumplimiento con los acuerdos de plazos y cantidades.
Este hito histórico en la zona ha convertido a los 146 socios de HSWPA en empresarios de la exportación. Son ellos quienes ya no se ven solo como productores de algas.
El factor confianza en ellos ha puesto las bases para la sostenibilidad en el largo plazo de este medio de vida. Prueba de ellos son las alianzas que hemos logrado formalizar:
- El gobierno local de Hinuatan que ha proporcionado el acceso a financiación y las instalaciones de almacenamiento.
- La oficina de recursos de pesca y agua que les ha brindado secadores y algas de mayor calidad.
- El Departamento de comercio e industria que se ha involucrado en la formación en gestión financiera y otros insumos.
La apuesta de CODESPA ha sido, una vez más, promover el talento local y fortalecer la cooperativa HSWPA en varias áreas: políticas y operaciones, sistema de información, gestión financiera y plan de negocio para “agroemprendedores”.
Una vez puestos los cimientos en la asociación y construida la confianza de todos esos actores, ha sido posible acceder al mercado con más garantías de éxito y a otra escala. En el período 2021-2022, los líderes de la asociación visitaron la planta de procesamiento en Manila de la compañía de algas. También llevamos a cabo una visita de intercambio del gerente de la planta de CEAMSA a Hinuatan. Con la formalización de un acuerdo con MAFISCO, institución financiera, que ha permitido atender el adelanto de capital necesario para garantizar las operaciones comerciales.
Y los resultados están ahí. En el período 2019 al 2020, en plena pandemia, pasamos del envío de 4 a 7 containers de algas a nivel internacional; pasando a 12 en los últimos 12 meses con un incremento de precio por kilogramo pagado al productor de un 33%.
Actualmente, los casi 200 miembros de la asociación han adquirido un liderazgo fuerte y son embajadores comprometidos con el cuidado de su entorno. El efecto llamada en la zona ha permitido también atraer a 600 productores de la provincia en los últimos envíos. La meta de HSWPA es crecer en en el número de socios para consolidar un mayor volumen de producción y llegar a nuevos clientes internacionales. La visión de CODESPA es atraer a nuevas compañías que se comprometan con estas comunidades para preservar un medio de vida tradicional, mejorar el estándar de vida de la zona y hacerlo en condiciones que garanticen un medioambiente del que puedan vivir las futuras generaciones.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día del Medio Ambiente