Intel, la primera compañía de microprocesadores del mundo, anunció su compromiso de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en sus operaciones globales para 2040, aumentar la eficiencia energética, reducir la huella de carbono de los productos y plataformas que tiene a través de objetivos específicos, y colaborar con los clientes y socios de la industria para crear soluciones que reduzcan la huella de gases de efecto invernadero de todo el ecosistema tecnológico.
Para lograr este objetivo, Intel plantea utilizar el 100% de electricidad renovable en todas sus operaciones mundiales e invertir alrededor de USD $300 millones en la conservación de la energía en las instalaciones. En Corresponsables conversamos con Marcelo Bertolami, director general de los países emergentes de América Latina en Intel, quien resaltó el trabajo que vienen realizando para desarrollar soluciones tecnológicas más sostenibles, y democratizar el conocimiento de la ciencia y la tecnología de las futuras generaciones en habilidades y herramientas en inteligencia artificial y conocimientos STEM.
¿Cómo toman la decisión de alcanzar cero emisiones netas para el año 2040 y cómo piensan llevarlo a cabo?
Es un compromiso social muy importante que forma parte de nuestro plan inicial hacia el 2030 que se llama RISE: Responsabilidad, Inclusión, Sustentabilidad y Ecosistema. Nuestro nuevo CEO, Pat Gelsinger, fue un poco más allá y planteó llegar a las cero emisiones de gases de efecto invernadero; que no es solo el footprint de CO₂, sino otros gases que puede haber en la fabricación de semiconductores. También determinó que para el 2040 hay tres codes: conseguir las cero emisiones de nuestras fábricas o nuestras propias oficinas y, después, que la generación de electricidad y toda la energía que se necesita para operar también sean renovables. Esto también implica el transporte de nuestras mercaderías. Entonces, nuestras fábricas, nuestro transporte y la generación de mercaderías conforman el code 1 y 2. El code 3 son las materias, la parte de nuestros insumos. Allí vamos a trabajar con el ecosistema y las fábricas que operan para nosotros, para reducir el consumo de la electricidad. También está la parte de cómo se usan los productos. Nuestro objetivo es reducir un 30% el consumo de estos para que el total de la cadena de valor sea más eficiente y efectiva. Llegaremos a este objetivo trabajando sobre la compra de energía renovable, y trabajaremos muy fuerte con el ecosistema -sobre todo para encontrar nuevos químicos que no impacten sobre el medio ambiente- y con nuestros partners que nos generan los materiales para construir el silicio.
¿Cuáles son las acciones que realizarán para lograr su objetivo?
Somos una empresa cuyo propósito esencial es generar energía que cambie y enriquezca la vida de la gente en todo el mundo. Si queremos mejorar la vida de la gente, nosotros tenemos que ser muy conscientes que el tema del cambio climático tiene un impacto muy real. Nuestro CEO claramente lo entiende así. Él es ingeniero y lo veo con sus ojos de “cómo vamos a ser accountable”, es decir, cómo vamos a ser responsables de que nuestro impacto en el medioambiente no sea solamente una declaración, sino algo real. Responsabilidad, inclusión y sustentabilidad son parte de nuestros valores como empresa, está en nuestra cultura. Todo el trabajo que se hace en la fábrica, en el lado de ventas, marketing o en nuestra operación diaria, está muy enfocada en conseguir estos resultados. Intel lleva trabajando en todo esto desde el 1994 -fue evolucionando- y cuenta con varios hitos en lo que venimos haciendo. No es que nos despertamos ahora con este tema. Venimos trabajando y hemos trabajado asociándonos con agencias de Estados Unidos para empezar a devolver el agua más limpia de como la tomábamos del ecosistema. Hemos empezado por eso. Ahora estamos yendo más allá de no solo tomar el footprint de CO2, sino también de otros gases que pueden salir, por eso hablamos en general de gases de efecto invernadero.
Esas acciones que están llevando a cabo, ¿qué representa para los productos Intel y cómo beneficia a los usuarios?
En primer lugar, es un tema de consciencia global. Si no trabajamos todos juntos para bajar el impacto de los gases de efecto invernadero, este problema va a afectar a toda la población. En segundo lugar, lo creemos como algo que todo el mundo cada día más va a saber: si una empresa no es responsable y no toma acción, los mismos clientes se van a dar cuenta y la van a penalizar. Uno tiene que ser consciente de que las empresas hoy son como personas, tienen que declarar lo que hacen y hacer lo que declaran. El tema de la ética empresarial es muy importante, esto es otro de nuestros valores. Me comprometo a hacer algo, lo hacemos y, realmente, nos pueden medir por eso. Y lo hacemos no solo en el tema de Sustentabilidad, sino también en el tema de Inclusión o en el tema de Responsabilidad Social. Por esto, tenemos nuestro informe anual que va demostrando cómo vamos avanzando en cada uno de los objetivos que tenemos.
¿Qué otras iniciativas o proyectos podrías compartir de vuestra estrategia de RSC en Intel?
Una muy importante es la trazabilidad de los materiales que usamos, con lo cual aseguramos que los materiales o minerales para la construcción de nuestros procesadores vienen de zonas libres de conflictos. Si es un procesador Intel, sabemos que sus componentes no han generado ningún tipo de financiamiento a grupos hostiles o de violencia. Esta es una de las primeras iniciativas que seguimos expandiendo hasta el día de hoy. Otra de las cosas que hacemos de RSC, desde el punto de vista de inclusión, es que tenemos la igualdad de salario dentro de la empresa entre géneros. Me siento muy orgulloso de que, en Intel, la misma capacidad y el mismo tipo de trabajos están igual de remunerados. Y después el trabajo sobre la comunidad: todo el ecosistema de esta industria en la que trabajamos con nuestros proveedores y partners en este tipo de iniciativas. Eso es lo que hace que Intel sea un actor principal en toda la cadena de valor.
Otra cosa que hacemos cuando pensamos en Responsabilidad Social es la educación. Nosotros trabajamos y entendemos que la brecha digital se tiene que cerrar gracias a los maestros y a los jóvenes. Por esta razón trabajamos en dos grandes iniciativas: “Habilidades para la innovación” e “Inteligencia artificial para la juventud”. Son dos grandes iniciativas en las cuales trabajamos con los gobiernos y organizaciones sin fines de lucro. Asimismo, acabamos de firmar un acuerdo con la Asociación de Estados Iberoamericanos para que nos ayuden a implementar estas iniciativas en otros países. Los hemos implementado en Colombia, Argentina y Costa Rica. Empezamos donde se entrenan los maestros y después estos pueden impartir una serie de 140 horas de contenidos que están ligados a la tecnología y cómo la utilizan en las distintas áreas del conocimiento.
¿Cuál es la importancia que tiene Intel en la comunicación de la RSC y cómo lo trabajan?
Desde el punto de comunicación de los programas, tenemos nuestro reporte anual que obviamente lo expandimos y lo trabajamos en febrero para comentar todos los avances que tenemos desde el punto de vista del plan RISE 2030. Esto fue anunciado por nuestro CEO que fue expandido por parte de nuestro grupo de comunicación y los equipos responsables en cada una de nuestras áreas de RS, Inclusión, Sustentabilidad y el ecosistema. Nuestro equipo de comunicación trabaja tanto con nuestros partners como con ustedes en el sentido de cómo expandimos nuestro mensaje, llevando claramente lo que estamos haciendo y siendo responsables de cumplir con lo que decimos.
¿Qué otros proyectos cercanos tienen en marcha en Intel?
Saliendo un poco de lo que es la RS, Intel está trabajando en un proyecto de transformación muy grande. En el último año y dos meses que entró nuestro nuevo CEO, tomó varias decisiones de cómo dejar de fabricar solamente para nosotros mismos y expandió la Integrated Design Manufactured Strategia, o sea la estrategia 2.0 que es abrir fábricas nuevas a otros. Es decir, fabricar para terceros y para nosotros. Intel dejó de ser una empresa integral verticalmente. También hemos acelerado mucho la innovación y nos hemos planteado hacer cinco interacciones de nuestros nodos. El nodo es la parte más pequeña del transistor, que es lo que hace cualquier procesador. Esto va a hacer cinco transiciones en cuatro años, por lo que va a ser muy ambicioso. Además, estamos invirtiendo en nuevas tecnologías de litografía, que es lo que nosotros hacemos: fotos en el silicio para generar procesadores. Hemos lanzado nuevos gráficos que mejorarán las funcionalidades de ordenadores, computadoras de escritorio e inteligencia artificial. También anunciamos la creación de nuevas fábricas en Arizona y Ohio por USD 20 billones cada uno, la ampliación de las plantas en Nuevo México por USD 3.5 billones, el proyecto en Europa que son USD 80 billones -hasta el final de la década- generando una fábrica en Alemania, y un centro de desarrollo y empaquetado en Italia y Francia. Diría que Intel está empujado por los cuatro grandes superpoderes como lo llamamos nosotros, que es la computación ubicua, todo se parece cada día más a una computadora; todo está conectado, estamos hablando de 100 billones de equipos conectados al fin de la década; todo va a tener inteligencia artificial, y, además, los movimientos de datos entre el borde y la nube es algo que vamos a ver muchísimo. Estas cosas hacen que la necesidad de silicio y semiconductores sea semi exponencial. Creo que Intel está posicionado como una de las pocas empresas que puede proveer no solo el silicio, sino el hardware, la plataforma y el software todo junto.
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