¿Cómo ha evolucionado la Responsabilidad Social de ESKER y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
La RSC forma parte de Esker en España desde el año 2007, cuando me incorporé a la compañía. A nivel de grupo, es cuando empezaron a formarse las primeras iniciativas reales como, por ejemplo, la calculadora de impacto de CO2 que creamos para medir el ahorro producido por no usar papel en los procesos administrativos. Era una calculadora online de libre acceso para el cálculo de equivalencias de kilos de papel en árboles, litros de agua, kilos o toneladas de CO2, kilovatios de electricidad para producir ese papel…, entre otras sustancias químicas.
Esa calculadora resultó muy útil para explicar los beneficios de nuestra tecnología de digitalización de procesos documentales. En concreto, la eliminación de papel en los procesos de gestión administrativa: facturas, albaranes y demás documentos comerciales.
Hoy en día se articula en tres áreas: Medio Ambiente, Educación y Entorno Social. A lo largo del año, nuestras actividades participativas se inscriben en estas tres áreas. Nuestras colaboraciones van desde la financiación de un aula informática para jóvenes en riesgo de exclusión social, hasta la colaboración con ONGs focalizadas en la edad adulta o en la infancia. Aunque es cierto que nuestras actividades de RSC pertenecen mayoritariamente al ámbito medioambiental. En este año hemos llevado a cabo colaboraciones con Grefa, SEO/BirdLife, Libera y otras asociaciones locales en la Sierra de Guadarrama y el Escorial.
¿Qué iniciativas o proyectos podría compartir de su estrategia responsable? ¿Y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Las iniciativas ESG de ESKER son de ámbito global e inclusivo. Atañen al conjunto de los miembros del ecosistema. Cada una de las partes implicadas en este ecosistema es objeto de análisis y medición de nuestro impacto. Empezando por nuestras soluciones en la nube que permiten el teletrabajo y la digitalización de todo trabajo basado en el documento en papel, lo que permite suprimir armarios, fotocopiadoras, grapadoras, escáner, etc. Los beneficiados aquí son, sobre todo, nuestros clientes.
Por otro lado, están nuestros colaboradores: empleados, socios y personas en práctica. En este caso aplica la transparencia y ética en el trato con todo el mundo a través de una cultura de empresa íntegra y ecuánime. Tenemos un nivel de satisfacción del empleado de un 97% con programas y formación para promover el bienestar en el lugar de trabajo. Además de permitir un modelo mixto de teletrabajo y días en la oficina, y de proporcionar sillas y material ergonómico necesario para la salud del colaborador.
La tercera parte implicada son los proveedores en general. En este apartado medimos para reducir el impacto de nuestros servidores, de nuestro consumo en material informático, de nuestro papel y material utilizado y reciclado, en nuestros centros de producción de correo postal, de nuestros proveedores de servicio para los coches de empresa (en España, obligatoriamente híbridos o eléctricos). En España también elegimos muy cuidadosamente nuestros proveedores de regalos promocionales. Solo compramos regalos que por sí lleven el mensaje de cuidado con el planeta. Nada de electrónica de usar y tirar; los textiles, orgánicos a poder ser; los plásticos, biodegradables y en cantidad mínima; las maderas, con sello FSC, etc.
Por supuesto, el medioambiente. ESKER promueve la colaboración con ONGs medioambientales para la reforestación, limpieza, conservación de espacios protegidos, concienciación de jóvenes y adultos, entre otros. Los empleados contribuyen en la recogida de basuraleza con Libera, o para adoptar y liberar rapaces con Grefa. De aquí a verano invitamos a nuestros clientes a unirse en la liberación del pájaro, que seguiremos en su ruta gracias a un GPS que hemos comprado para él.
Y para terminar, el impacto social. En España hemos colaborado con ONGs como Ayuda en Acción, Juegaterapia, Balia, Pequeño Deseo y otras asociaciones que van surgiendo y evaluamos en función de las oportunidades, peticiones y deseos de colaboradores y clientes. Además, en nuestra sede, ESKER patrocina el arte moderno, proporciona ayuda financiera a la educación y cede tiempo de sus empleados para la colaboración en acciones sociales. Esto es una pequeña muestra de lo que hacemos en la sede y en España, por no hablar de lo que hacemos en las demás filiales como Estados Unidos donde tienen otras iniciativas adaptadas a su problemática local.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
ESKER es una sociedad que cotiza en la bolsa tecnológica de París, Alternext. Como tal, todo lo que hace y comunica está rigurosamente auditado. Uno de los informes que produce cada año es el informe no financiero que publicamos en nuestra web, también en España en el apartado de RSC. Se trata de un extenso informe de 60 páginas, redactado en inglés y en francés, con todos los detalles de los programas y contenidos que relatan los beneficios no financieros de la actividad de ESKER en su ecosistema.
Este informe no existiría sin la presencia de un Comité de RSC compuesto por los directores operacionales del grupo (CIO, CFO, RH y director de Consultoría y Soporte), coordinado por una persona responsable de la eficiencia de nuestra actividad de RSC. Este comité se reúne cada mes en nuestra sede de Lyon.
Además, tenemos un comité de acciones sociales y medioambientales, también en Lyon. Este comité reúne al coordinador, al director de servicios generales y a 10 empleados voluntarios que proponen e implementan acciones para difundir la concienciación entre empleados y reducir el impacto de ESKER en el medioambiente, gracias a una política eco-consciente.
Además del informe y de cómo se trabajan los programas y la eficiencia de la RSC en ESKER, es importante recalcar el arduo esfuerzo para obtener y mantener las certificaciones de las que estamos orgullosos: ISO 14001 & ISO 9001, Gaia, Ecovadis, etc.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Todos sabemos que la pandemia y el confinamiento han sido clave para la conciencia social de nuestro impacto en la naturaleza. Todos vimos cómo se recuperaba hasta el clima cuando ya no salían aviones ni coches. Rápidamente, las zonas dañadas y los animales volvían a aparecer en zonas de dónde habían huido. Desde entonces, sabemos que el teletrabajo puede ser beneficioso tanto para nuestro bolsillo como para el tráfico y, por supuesto, para el medioambiente.
Creo que las nuevas generaciones son más conscientes y nos están pidiendo que cuidemos del hábitat donde ellos y sus hijos van a vivir cuando ya no estemos.
También desde la pandemia hemos prestado más atención a las señales de emergencia por el cambio climático. Creo que la situación actual de la RSE en nuestro país se encuentra bien por la conciencia de la sociedad que pide más políticas dóciles para el medio ambiente. Ahora bien, las crisis y las guerras nunca han sido buenas para el medioambiente. La empresa que pierde dinero deja de invertir tanto en programas de RSC.
Por otra parte, en el momento de recuperación tenemos que encontrar la manera de que el crecimiento sea sostenible. Es decir, tomando en cuenta todas las piezas el ecosistema empresarial. Se trata de generar beneficios financieros y bienestar para todos los participantes de su ecosistema.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia? ¿Cómo los piensan llevar a cabo?
En ESKER queremos ser aún más exigentes midiendo el impacto de nuestro negocio. Concretamente, medir el impacto de la digitalización. Es muy complicado medir el CO2 producido por nuestros servidores, cuando éstos están albergados en mega hubs como Microsoft Azure o Amazon Web Services.
Por otro lado, medir el ciclo de vida del material informático y de todo el equipamiento a través de una compra responsable, exigiendo a todos los proveedores que tengan las certificaciones adecuadas para estar seguros de hacer las cosas bien, es un trabajo inmenso y un reto enorme. Saber medir, para reducir el impacto en nuestra Sede, que constituye junto con Estados Unidos, la mayor parte de los empleados de ESKER, pero también replicando las políticas eco-responsables de compras a todas las filiales repartidas en el mundo. Estos son los mayores retos planteados.
Me encanta que mi organización se plantee esos retos de medición porque creo que ignorar el impacto medioambiental de las empresas como nosotras que ofrecen gestión en el Cloud sería simplemente un lavado de conciencia, y no queremos esto. Queremos realmente aportar a la sociedad, con el menor impacto medioambiental posible.
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Puedes conocer más acerca de Esker en el Anuario Corresponsables 2022.