¿De qué modo las empresas del sector lácteo apuestan por las buenas prácticas socialmente responsables?
Las industrias lácteas continúan avanzando en la creación e implementación de buenas prácticas que contribuyan a la sostenibilidad ambiental. En primer lugar, hemos apostado por la reducción de la huella de carbono en todos los eslabones del ciclo de producción de nuestros alimentos.
Esta iniciativa abarca desde la granja, colaborando con los ganaderos para detectar áreas de mejora, hasta el transporte, tanto para la recogida de la leche como para el abastecimiento a nuestros clientes y, muy especialmente, de nuestra actividad industrial a través del avance de la eficiencia energética y el uso, cada vez mayor, de energías renovables. Así mismo se está trabajando en la búsqueda nuevos materiales y mejoras en el diseño de todos aquellos envases que se ponen a disposición del consumidor, preservando fundamentalmente la calidad y la seguridad alimentaria.
La producción local y sostenible también es otra de nuestras prioridades. Por este motivo, las industrias apostamos por un modelo de gestión de granjas sostenibles y de proximidad. Ofrecemos formación en buenas prácticas y asesoramiento a nuestros equipos de servicios técnicos para dotarlos de herramientas que mejoren su calidad de vida con el fin de garantizar un relevo generacional.
En nuestro plan de optimización de recursos, las industrias están realizando desde hace años un gran esfuerzo por reducir el consumo energético y de agua.
Por último, pero no menos importante, con relación a la sostenibilidad social, mantenemos nuestro compromiso de generar empleo y riqueza en aquellos territorios en los que está presente, especialmente en las zonas rurales, donde se sitúan nuestras fábricas y los ganaderos con los que colaboran.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Hoy en día hemos conformado un nuevo concepto agroalimentario que va más allá de la agricultura y la ganadería tradicional. Las empresas del sector desarrollan un modelo empresarial asentado en las personas, con un gran sentido social de la empresa, ligado a un territorio, a un desarrollo económico, social y cultural, que favorece la cohesión social y territorial, y la fijación de población.
Desde nuestros inicios la innovación, la seguridad alimentaria y la despoblación han sido los ejes principales en los que el sector ha trabajado. No obstante, durante los últimos años, estos esfuerzos se han centrado en el firme compromiso de cumplir con los ambiciosos retos establecidos en el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
¿Y alguna buena práctica relacionada con el cumplimiento de los ODS para destacar en la entrevista?
En materia de ODS, nuestra estrategia se centra principalmente en estos siete objetivos: salud y bienestar, energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, producción y consumo responsable, acción por el clima, vida de ecosistemas terrestres y alianzas para lograr los objetivos.
ODS 2, ‘Poner fin al hambre’. Las industrias están comprometidas a asegurar el abastecimiento de lácteos a la población, como lo ha demostrado durante la etapa de confinamiento al utilizar de modo eficiente los recursos naturales para una producción de alimentos seguros, saludables y accesibles. Al mismo tiempo que trabaja de manera continua sobre su composición y en una producción sostenible.
ODS 3, ‘Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades’. La salud y el bienestar de los consumidores es fundamental para las industrias lácteas, lo que explica su amplia gama de productos sabrosos y saludables para todas las edades y necesidades, así como iniciativas internas que buscan mejorar la salud y bienestar de los empleados.
ODS 5, ‘Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas’. Contamos con políticas e iniciativas que garantizan la igualdad entre hombres y mujeres y favorecen el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad y al desarrollo de su carrera profesional. Además, se ha introducido como parte de la cultura interna de las empresas la sensibilización sobre la igualdad de trato.
ODS 12, ‘Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’. Desde hace más de 20 años se fomentan modelos sostenibles y responsables para la producción de leche. También se trabaja en la prevención del desperdicio alimentario ligado a los procesos de producción y a los productos a través de la colaboración cercana con los proveedores, los clientes y los consumidores. Además, se trabaja en la mejora de la sostenibilidad de nuestros envases, así como en la recogida selectiva y posterior reciclaje.
ODS 13, ‘Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos’. Estamos comprometido con la lucha contra el cambio climático. Llevamos a cabo importantes inversiones para la optimización de los procesos productivos, el ahorro energético y de agua, así como en la formación y en la sensibilización de nuestros empleados.
ODS 17, ‘Generar alianzas transformadoras a través de la cooperación para alcanzar objetivos compartidos en base a unos valores comunes’. Nosotros tejemos alianzas en muchos niveles porque consideramos fundamental involucrar a todos: desde nuestros proveedores hasta el consumidor final, pasando por nuestros clientes en el sector de la distribución, distintas entidades sociales y organizaciones de la sociedad civil o las Administraciones Públicas. Es un reto que consideramos colectivo y para el que seguiremos trabajando de manera conjunta.
¿Qué importancia tiene para vuestra compañía formar parte de FeNIL a la hora de mejorar vuestra RSC?
El 95% de las industrias lácteas transformadoras de España integran y son representadas por FeNIL en diferentes niveles, desde las de presencia europea, hasta las nacionales y autonómicas.
En este sentido, FeNIL impulsa acciones y proporciona un marco de trabajo conjunto para avanzar en la sostenibilidad de toda la cadena productiva, inspirado por la Global Dairy Agenda for Action, que lleva varios años trabajando para ayudar al sector lácteo mundial a innovar y generar herramientas e iniciativas que fomenten la sostenibilidad del sector.
Asimismo, anima la promoción de alianzas, acuerdos y convenios con otras entidades. De esta manera, las empresas se benefician del intercambio de experiencias, ya que se trabaja de forma colaborativa para lograr superar los retos del sector y continuar con nuestro propósito: cuidar de la salud y el bienestar de las personas y el planeta.
Por ejemplo, uno de los compromisos de FeNIL con la sostenibilidad del sector lácteo está enfocado a reducir el impacto ambiental asociado a la fabricación de leche y productos lácteos a través del ecodiseño. Por ello, formó parte activa en el proyecto Ecolac, que promovía la creación de un software de ecodiseño adaptado a las necesidades del sector lácteo para lograr prevenir y disminuir el impacto ambiental asociado a la fabricación de productos lácteos. Asimismo, FeNIL participa activamente en diferentes foros nacionales y europeos donde se trabaja y promueve la sostenibilidad y la circularidad de nuestros envases.
En la misma línea, pero desde el punto de vista social, FeNIL ha dinamizado el sector lácteo y al ganadero, a través de la reactivación del campo para contrarrestar el efecto de la España Vaciada.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones que están emprendiendo otras empresas del sector lácteo?
La mayoría de las empresas del sector lácteo consideramos fundamental establecer alianzas estratégicas con múltiples colaboradores para garantizar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Precisamente el ODS 17 habla de generar alianzas transformadoras a través de la cooperación para alcanzar objetivos compartidos en base a unos valores comunes.
Estas alianzas pueden tejerse a muchos niveles y para las industrias es fundamental involucrar desde nuestros proveedores hasta el consumidor final, pasando por nuestros clientes en el sector de la distribución, distintas entidades sociales y organizaciones de la sociedad civil o las Administraciones Públicas. Es un reto que consideramos colectivo y para el que seguiremos trabajando de manera conjunta.
Asimismo, a través de este trabajo en equipo se impulsará aún más la clara voluntad del sector para conseguir reducir la huella de carbono, en consonancia con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13. Varias empresas transformadoras ya lo tienen en cuenta en todas las partes del proceso de producción: acciones destinadas a reducir la huella de carbono en las granjas, recogida de la leche que favorece un modelo local y de kilómetro cero, a la continua mejora de las fábricas para reducir sus emisiones y su consumo energético, pasando por una optimización del proceso de transporte.
Algunas de las estrategias de las grandes industrias lácteas, que ponen a disposición de otras empresas del sector para su réplica, son precisamente las medidas de eficiencia en el transporte. Otra línea de trabajo que es extrapolable a todas las empresas del sector lácteo es la relacionada con los envases.
Resultaría de mucho interés trabajar en un plan conjunto acerca de los ODS 12 (producción y consumo responsable) y 13 (acción por el clima). Si lo conseguimos, afianzaremos sin duda nuestra contribución con el ODS 17 que, como señalamos antes, se fundamenta en el establecimiento de alianzas para lograr los objetivos de desarrollo sostenible.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto de vuestra actividad en España a nivel ambiental?
Se han conseguido grandes avances, pero todavía queda camino por recorrer. Somos conscientes del impacto que tienen los lácteos en términos medioambientales y de gran consumo.
No obstante, somos un sector proactivo y que prioriza las necesidades de la población y de nuestro entorno. Por ello, estamos trabajando en un plan de desarrollo sostenible acompañado de acciones para potenciar todas las prácticas que hemos venido gestionando y mejorando a lo largo de los años, para que el impacto de nuestra actividad sea mínimo.
Algunos de las acciones que ya se están llevando a cabo se dan en el marco de la transición hacia una energía limpia y renovable. Por ejemplo, ya contamos con industrias que reducirán en un 10% sus emisiones, lo que evitará que la atmósfera reciba 26.950 toneladas de CO2 al año. Esto equivale a retirar más de 11.000 vehículos de la circulación durante un año. Paralelamente, plantas elaboradoras de queso nacional trabajan en la descarbonización progresiva de su actividad industrial a través de instalaciones fotovoltaicas en las cubiertas o terrenos de su planta.
En otros casos, se han alcanzado y superado los objetivos marcados para el ciclo medioambiental 2015-2020. Como es el caso de la reducción del 20% de las emisiones de CO2, la reducción del 20% del consumo de agua y electricidad, alcanzar el 50% de utilización de rPET (plástico reciclado), alcanzar el 100% envases reciclables o reutilizables y cero residuos valorizables al vertedero.
Los objetivos conseguidos hasta la fecha nos animan a seguir acelerando la sostenibilidad de nuestro negocio. Para ello, vamos a seguir apostando por la innovación de manera transversal en todo el sector. Es un compromiso de todos el seguir trabajando en la gestión de los recursos naturales, la prevención de la contaminación, la descarbonización de la actividad, la eficiencia del transporte y la gestión de los envases para contribuir a la economía circular.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de las empresas del sector lácteo en materia de sostenibilidad?
El sector lácteo tiene grandes retos medioambientales como el de alcanzar la neutralidad de carbono o el de asegurar la circularidad de todos los envases. En 2020, en España se enviaron a plantas recicladoras 616.283 de toneladas de envases domésticos de plástico.
Pero también existen otros de carácter socioeconómico que hay que atender. Un ejemplo es el abandono del medio rural en España y los efectos de la despoblación, que se juega su futuro en los próximos 10 años. Una cuestión en la que además el sector agroalimentario tiene mucho que decir por su capacidad de apostar por el desarrollo local y dinamizar el campo español, en el que se impulse una transformación hacia un modelo competitivo sostenible y justo.
Asimismo, otro gran reto con el que estamos comprometidos es el de la igualdad de género o la plena inclusión de colectivos que tradicionalmente han presentado mayores dificultades para acceder al mercado de trabajo.
En definitiva, tenemos un sinfín de retos y desafíos por delante que hemos afrontado con la convicción de que pueden ser transformados en grandes oportunidades. Oportunidades para continuar aportando valor al conjunto de la sociedad y seguir reforzando nuestra credibilidad como empresas comprometidas con su entorno. Para ello, hará falta seguir tejiendo grandes alianzas y alcanzando consensos con todos los actores sociales.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: “La sostenibilidad en el sector agroalimentario español”.