¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
En Azucarera todas nuestras operaciones se basan en intentar hacer las cosas bien y de una manera responsable en las dimensiones de la persona, el medioambiente, la economía y la gestión en su globalidad. Creo que sería injusto destacar una única acción, por lo que invito a los lectores a que visiten la tabla de acciones enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de nuestro Informe de Sostenibilidad en la que podrán ver una buena parrilla de iniciativas.
En ellas se incluyen desde acciones muy concretas para ayudar al agricultor en el manejo del cultivo de la remolacha de cara a conseguir mayores y mejores producciones, a la lucha contra plagas y enfermedades y a la promoción del riego solar. En otro plano distinto, me gustaría destacar el gran avance producido en esta última década en materia de igualdad y conciliación o la gestión de la eficiencia energética para la reducción de emisiones de CO2 en nuestras fábricas, etc. Es posible ver el detalle de todo esto aquí: https://www.azucarera.es/wp-content/uploads/2021/06/propuesta-RSC-web.pdf
Y todo ello sin olvidar el enorme impacto socioeconómico – directo e indirecto – de nuestras fábricas y del cultivo de la remolacha azucarera, generadores de 10 puestos de trabajo fuera de la fábrica por cada uno dentro de ella. Un efecto tractor y de arrastre en sectores tales como el transporte, la alimentación animal, los servicios de mantenimiento, ingeniería y montajes, los insumos agrarios, etc. que a su vez favorece el desarrollo económico de nuestras ciudades y contribuye a fijar población en zonas vulnerables y en riesgo de despoblación.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de FIAB a la hora de mejorar vuestra RSC?
Ser miembro de FIAB nos permite tener una representación como sociedad civil en los principales asuntos e instituciones del país y la UE – a través de Food Drink Europe – y ello nos ayuda también a poner en valor todo lo que hacemos desde nuestra responsabilidad de productores. Además de dicha representatividad y visibilidad, FIAB es un punto de encuentro que representa los intereses de sus asociados en las distintas fases del proceso de elaboración y/o revisión de la legislación medioambiental, tanto a nivel nacional como europeo. Cada año organiza junto con AECOC el Congreso de Desarrollo Sostenible, el punto de encuentro de referencia para el sector agroalimentario en materia de sostenibilidad y que nace del anterior foro ENVIFOOD Meeting Point.
Todo ello supone poder aprender de los mejores y compartir buenas prácticas permanentemente. Además, en nuestro caso, como productores de un ingrediente que está presente en muchos otros productos de la industria alimentaria, este conocimiento y contacto permanente, dentro de la observancia estricta de las leyes de competencia, es si cabe aún más enriquecedor.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Para la industria agroalimentaria la descarbonización de sus procesos es y será clave en el corto y en el largo plazo y ello está desde hace años impactando en nuestras operaciones y en las de todos los operadores de la cadena.
Me explico: el hecho de ser más eficientes energéticamente, por ejemplo, en nuestras fábricas de azúcar, se traslada al ingrediente en la cadena de valor del utilizador y así sucede con todos los ingredientes que conforman la receta de los alimentos y bebidas de la industria, cada uno desde su responsabilidad y con respectivo alcance.
La sostenibilidad sólo se puede entender, en mi opinión, desde una visión compartida en la que todo suma y en la que el detalle de las acciones debe verse también en el conjunto de todas sus dimensiones. Tan importante es producir de una manera más eficiente y “verde”, como contar con una cadena de suministro eficiente en la que, si se pueden evitar recorrer kilómetros en vano, se evite. Todas las acciones deben tener sentido en mi opinión, en lo micro y en lo macro.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto de vuestra actividad en España a nivel ambiental?
Creo que lo más importante es reconocer que hay mucho por hacer y que tenemos muy poco tiempo, y esa sensibilidad y esa conciencia son una realidad manifiesta en el equipo de la compañía desde el Comité de Dirección hasta el último de nuestros empleados. A partir de ahí, no me corresponde a mí juzgar sino colaborar a impulsar acciones y velar por la rendición de cuentas que ratifiquen nuestro hacer.
Cómo nota de contexto, conviene explicar que nuestras fábricas producen su propia energía en forma de electricidad y energía térmica, necesarias para su propio proceso gracias a plantas de cogeneración de alta eficiencia. Estas plantas poseen indudables atributos medioambientales y constituyen la tecnología de descarbonización de la industria más utilizada y con un mayor potencial hacia la neutralidad climática a 2050. De la mano de los avances del sector gasista como el biogás, gas renovable, syngas, hidrógeno y captura de CO2, la combinación de estas nuevas tecnologías con la cogeneración hará posible alcanzar cero emisiones.
En el plano de nuestras fábricas, hemos avanzado mucho desde mediados de la década pasada, habiendo puesto en marcha procesos de mejora de eficiencia energética en nuestras fábricas con niveles de inversión muy importantes, o modificando drásticamente determinadas técnicas de producción como fue el caso del secado solar de la pulpa de remolacha.
En el campo se viene trabajando infatigablemente, directamente y a través de Agroteo y Aimcra (la Asociación para la Gestión y Mejora de la Remolacha Azucarera) para que el impacto medioambiental del cultivo de la remolacha azucarera, nuestra principal materia prima, sea el menor posible. Acciones de formación a los agricultores en gestión y reducción de agua y otros insumos, la introducción a los agricultores a través de Agroteo (www.agroteo.es) de técnicas de agricultura de precisión (que permiten una mejor dosificación de agua y nitrógeno) o el ya citado impulso al riego solar son algunas de las iniciativas que hemos mantenido a lo largo de los años.
Hay otro ámbito muy importante en materia ambiental que es el referido a economía circular en el que se han hecho también importantes apuestas por la diversificación y la innovación en nuestras producciones con productos dirigidos al bienestar animal, la industria química y farmacéutica, el sector hortofrutícola o el de los ingredientes funcionales (fibras) destinados a la sustitución de azúcares, grasas y al “etiquetado limpio” que cada vez más demandan nuestros clientes. De la remolacha aprovechamos todo y además cada vez más y con más destinos diferentes y novedosos.
Por último, quiero destacar los avances en digitalización gracias a los que fue mucho más llevadera la pandemia pues “teníamos los deberes hechos” poner en valor el gran paso dado durante la pandemia en materia de digitalización y en múltiples áreas: en el campo (en cuanto a la gestión de las entregas y conocimiento del estado de la cosecha por el agricultor), en la logística (optimización de rutas debido a la geolocalización de las flotas), en las entregas de remolacha en fábrica y en la propia extracción del azúcar. Casi todas las operaciones las tenemos a golpe de uno o dos clicks y ello nos ayuda a ser más eficientes que es de lo que se trata, ¿no?
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Sin duda conjugar las incertidumbres del cambio climático, el coste de la energía, las ayudas económicas y la legislación que servirá de telón de fondo para el nuevo modelo de organización que queremos y podemos ser. Todo ello en un mundo cada vez más volátil y sujeto a los efectos del calentamiento del planeta y las consecuencias de la globalización. El reto por tanto es ese, tomar las mejores decisiones con tal nivel de incertidumbre a nuestro alrededor.
Y la oportunidad pues no es única, sino que pueden ser muchas dadas la versatilidad y flexibilidad de nuestras fábricas; el compromiso de nuestros equipos y el talento interno con que contamos. Creemos en un futuro en positivo, a base de esfuerzo y, sin duda, con errores de los que aprender. Pero que no le quepa la menor duda a nadie que en ello estamos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: “La sostenibilidad en el sector agroalimentario español”.