¿De qué modo la Asociación de Bebidas Refrescantes apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables?
Las empresas de bebidas refrescantes y la Asociación que las agrupa somos muy conscientes de la importancia de las prácticas socialmente responsables, algo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo. El sector históricamente ha ocupado un papel muy relevante en temas de sostenibilidad con el objetivo de proteger los recursos naturales, generar valor, fomentar la cultura, la educación o el deporte. La seguridad alimentaria y la variedad de productos son exigencias que ya se han superado con nota. Ahora hay que ir más allá y buscar la sostenibilidad en todos los ámbitos.
Las empresas de bebidas refrescantes, dado su importante peso social y económico, son plenamente conscientes de la necesidad de avanzar hacia un crecimiento sostenible, ético y comprometido con las personas y el entorno. Todo esto se ha plasmado en el informe “Las bebidas refrescantes y los Objetivos de Desarrollo Sostenible” en el que se incluyen ejemplos de buenas prácticas de las empresas asociadas y nuevos compromisos voluntarios.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
En el sector de bebidas refrescantes llevamos años trabajando en compromisos en distintas áreas como la salud y el bienestar, la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático. Y seguimos avanzado en línea con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Entre 2010 y 2020, se ha reducido en un 38% el azúcar puesto en el mercado español procedente de las bebidas refrescantes. España se sitúa entre los países que lideran la reducción de azúcar, superando ya el compromiso de alcanzar una reducción del 33% anunciado por UNESDA, la federación que agrupa a esta industria en Europa, para la UE en 2025. Además, el 37% de los refrescos que se comercializan son bajos o sin calorías y no se realiza publicidad de bebidas refrescantes dirigida a menores de 13 años.
El uso racional de los recursos y la protección del medio ambiente también es prioritario. Somos muchos más eficientes en el uso del agua y energía. Así, por ejemplo, desde 2010 se ha reducido en un 25% el ratio de consumo de energía. Además, el 94% de la energía eléctrica que se consume proviene de fuentes renovables. En cuanto a los envases, el 100% son reciclables o reutilizables, se ha aligerado en un 40% su peso desde el año 2000, y se ha aumentado el uso de material reciclado. Así, el 22% del plástico PET empleado en los envases de las bebidas refrescantes procede del reciclado.
Y seguimos trabajando e incorporando nuevos objetivos en estas y otras áreas como es el promover el desarrollo social y conseguir un mercado laboral más igualitario, facilitando la presencia de mujeres en altos cargos y apoyando la empleabilidad, educación y el emprendimiento. También tratamos de contribuir al desarrollo del sector de la hostelería, que tanto ha sufrido durante la pandemia o de promover la I+D.
¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Son muchas las buenas prácticas que vienen desarrollando las empresas. Todas ellas sumadas permiten que, como sector, cumplamos los objetivos conjuntos que nos marcamos.
Llevamos años trabajando en la optimización del uso del agua en nuestras instalaciones, en los procesos de producción y en la optimización del lavado de las botellas. Se ha hecho una importante apuesta por el uso de energías procedentes de fuentes renovables. Estamos reduciendo nuestras emisiones a lo largo de toda la cadena de valor y apostando por flotas de vehículos cero o bajos en emisiones. En lo que se refiere a los productos, hemos reducido azúcares, hemos aumentado la variedad de versiones bajas o sin calorías y nuestro compromiso es alcanzar una reducción de un 40% del azúcar puesto en el mercado para 2025.
Los envases y su circularidad es otra de las áreas en las que se vienen haciendo importantes avances. Además de reducir su peso, apostamos por el ecodiseño, el uso de material reciclado y otras innovaciones de gran impacto como tapones unidos a las botellas, reducción del embalaje o eliminación del plástico de las anillas agrupadoras. Además, apoyamos iniciativas de sensibilización para promover el reciclaje.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de FIAB a la hora de mejorar vuestra RSC?
La crisis también ha intensificado el debate sobre la necesidad de acelerar el cambio hacia un modelo más sostenible. En la Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) tenemos muy claro la necesidad de avanzar en esa dirección y de trabajar de la mano de FIAB, de la que formamos parte, y junto con el resto de la cadena alimentaria y con otras organizaciones y administraciones. Como bien dice el ODS 17, son necesarias “Alianzas para lograr los objetivos”.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
En la Asociación aunamos y representamos al sector y sus objetivos conjuntos. Las empresas pueden ser competidoras en el mercado, pero todas tienen en común el interés por la preservación de los recursos y el desarrollo de políticas sostenibles. El valor añadido del Informe “Las bebidas refrescantes y los Objetivos de Desarrollo Sostenible” es que aúna los esfuerzos de toda una industria y plantea compromisos de futuro conjuntos.
La sostenibilidad y el negocio deben ir siempre de la mano. La responsabilidad de nuestras empresas por una producción y consumo sostenible hace que hayamos sido pioneros en compromisos sectoriales en materia medioambiental y de salud. No solo queremos poner en valor todo lo que hemos realizado sectorialmente sino el reto de que empresas se alineen en nuevos objetivos.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto de vuestra actividad en España a nivel ambiental?
Avanzar hacia un modelo más sostenible y circular es fundamental para frenar la pérdida de recursos naturales y combatir el cambio climático. Las empresas de las bebidas refrescantes están implicadas en la protección del medioambiente desde hace muchos años y, como sector, fuimos pioneros en formular compromisos ambientales conjuntos de los que hacemos seguimiento.
Se han hecho importantes avances en la protección de los recursos naturales, apostando por la circularidad de los envases, por las energías renovables y promoviendo la sensibilización.
De cara 2025 tenemos el compromiso de reducir en un 20% el ratio de consumo de agua por unidad de producción y en un 30% el de energía (respecto a 2010). El 100% de la energía eléctrica consumida procederá de fuentes renovables y al menos el 50% de los envases de plástico PET serán de material reciclado. Además se reducirán las emisiones en un 30%, para el año 2030, incluyéndose toda la cadena de valor (alcance 1,2 y 3) y se contará con planes específicos para alcanzar la neutralidad de carbono.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Los retos de toda la industria alimentaria, entre la que se incluye la de bebidas refrescantes, van a estar marcados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y por dos estrategias de la UE que forman parte de “El Pacto Verde Europeo”, “De la granja a la mesa” y de “Biodiversidad”. Todo ello con el fin de avanzar hacia sistemas alimentarios más sostenibles y respetuosos con el entorno. Y también por un consumidor más exigente que nos pide frenar la contaminación y la pérdida de recursos naturales, terrestres y marinos, sin olvidarnos de mantener la seguridad y el abastecimiento de alimentos y bebidas a precios asequibles.
Promover la recuperación a partir de un modelo económico más sostenible, hacer una gestión eficiente de los recursos naturales y de los procesos de la cadena productiva, promover la circularidad de los envases, la reducción del plástico y la gestión de sus residuos, seguir adaptándonos al consumidor con variedad de bebidas con menos azúcar, actuar con transparencia y colaborar con las administraciones y otras organizaciones en aspectos que afectan al conjunto de la sociedad son algunos de los retos para los próximos años.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: “La sostenibilidad en el sector agroalimentario español”.