La brecha de género en las carreras técnicas sigue ahí. Así se desprende del reciente estudio “Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM”, presentado en febrero por el Ministerio de Educación con motivo del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, y en el que se ponían sobre la mesa datos tan reveladores como que en las enseñanzas de Formación Profesional la presencia femenina en España es menor en todo lo vinculado a disciplinas STEAM.
Y, además, está descendiendo, especialmente en los últimos años, en áreas como Informática y Comunicaciones, donde en grado medio de FP se pasó de casi 24% de alumnas en el curso 2003/04 al 7% en 2019/20 y, en grado superior de FP, de casi el 27% de alumnas en el curso 2000/01 a poco más del 10% en el 2019/20.
Respecto a la evolución de la mujer en la Universidad Pública ciertamente ha aumentado significativamente su presencia (si en el curso 1985/86 apenas había diferencia entre el porcentaje de hombres (51%) y mujeres (49%), las jóvenes suponen hoy más del 55% del alumnado).
Sin embargo, esto no se corresponde con el porcentaje de alumnas matriculadas en algunos estudios STEAM de grado universitario en universidades públicas, donde se aprecia que su presencia es escasa en disciplinas como Ingeniería Aeronáutica, Ingeniería en Tecnologías Industriales, Ingeniería de Telecomunicación e Informática, con porcentajes inferiores al 25% de mujeres entre el alumnado matriculado. Sin embargo, y por poner una nota optimista, áreas como la Biomedicina, Bioquímica o Biotecnología cuentan con el 75%, 66% y 62% del alumnado femenino
El estudio aporta, entre otros muchos datos, uno también muy significativo. Que es el porqué de esta situación. Y en esto nos remite a otros análisis al respecto, como los realizados por la Revista Science, que indican que las niñas, ya desde muy jóvenes, empiezan ya a pesar de que los niños son más capaces que ellas en las disciplinas técnicas y científicas.
Esto es algo que, en empresas como Orange, así como en nuestra Fundación, nos preocupa y nos ocupa. Porque creemos de verdad que la sostenibilidad, que forma parte de la esencia misma de nuestra estrategia como organización comprometida y responsable, se sustenta también en trabajar por una sociedad más justa e igualitaria, en la que todas las personas puedan aportar valor al entorno en el que viven, crecen y trabajan.
Y es que la diversidad es riqueza; y una sociedad que aspira a ser sostenible y justa no puede permitirse el lujo de desperdiciar talento. En el caso de la mujer, el cambio de estereotipos, una educación basada en habilidades tecnológicas, y abogar por un ecosistema empresarial diverso donde pueda emprender, innovar y ocupar cada vez más puestos de responsabilidad, son algunos de los cambios necesarios para que la brecha de género no comprometa el papel de España en el futuro digital.
En definitiva, hay que acabar con la idea de que ciertas profesiones son “más de hombres”. Por eso, desde Orange, consideramos importante poner en marcha iniciativas encaminadas a fomentar las vocaciones femeninas en profesiones técnicas.
Así, por ejemplo, a través de nuestro programa de becas «Come on», dirigidas a estudiantes o tituladas universitarias en esas disciplinas ofrecemos a jóvenes estudiantes de carreras universitarias STEM la oportunidad de participar activamente -a través de un itinerario formativo con prácticas remuneradas- en proyectos innovadores de transformación digital relacionados con tecnologías tales como Big Data, Ciberseguridad, Cloud, DevOps, entre otras.
Este espíritu “inmersivo” es también el que inspira otro de los proyectos en los que participamos, junto a otras grandes empresas: el III Programa de Jóvenes y liderazgo #ChicasImparables, un curso presencial impartido en el madrileño Instituto de Empresa, destinado a 50 chicas entre 15 y 17 años, cursando 4º de la ESO, 1º o 2º de Bachillerato.
Bajo el lema “enseñemos a las chicas a soñar sin límites”, estas jóvenes trabajan durante 5 jornadas (con un total de 21,5 horas) en un programa formativo que tiene como objetivo dotarlas de la suficiente autoconfianza para que, en ningún caso, sientan que las carreras técnicas y los puestos de liderazgo no son para ellas. Para ello contarán, además, con el asesoramiento de líderes femeninas de grandes empresas como Orange, pero también de Merck, Iberdrola, Iberia o CaixaBank.
Y es que otro punto de bloqueo está en las propias jóvenes, que creen que no podrán triunfar en ciertas carreras, y que no merece la pena arriesgarse porque no tendrán futuro en ellas. Una autolimitación que seguramente nos está privando de mucho talento. Por ello, es fundamental mostrar a esas jóvenes que eso no es así, y que hay grandes referentes femeninos que revelan que tienen mucho que aportar en el mundo de las carreras técnicas, de la economía, de la innovación social.
Una de las vías que promovemos desde Orange para mostrarles esos ejemplos en los que mirarse es el Premio Mujer y Tecnología, del que hemos lanzado hace poco la convocatoria para elegir la galardonada en su séptima edición. Este premio trata de reconocer la labor de mujeres que ejercen su labor en el mundo de la ciencia, la tecnología, la comunicación, las ciencias… y cuya brillante trayectoria profesional supone un ejemplo y estímulo para todas esas niñas y jóvenes que desarrollarán sus carreras profesionales en el futuro.
El año pasado fue galardonada la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, y a ella le precedieron investigadoras, científicas… que contribuyen día a día a la transformación digital que estamos viviendo. Muchas de las jóvenes de hoy pueden ser la premiadas del mañana y por eso queremos que sigan soñando sin límites en sus grandes capacidades y posibilidades. Tienen un gran futuro por delante.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Mujer 2022.