Hablamos con Anastasia de las Peñas, Directora Corporativa de Experiencia de Empleado de MAPFRE, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra este domingo 3 de diciembre. En España, más de 4,4 millones de personas padecen alguna discapacidad y aproximadamente un 60% son mujeres, según un estudio realizado por el INE.
La escasa presencia de las personas con discapacidad en el mercado laboral es un gran reto en materia de inclusión. En MAPFRE, cuentan con un sólido compromiso en torno a esta problemática, tanto es así, que la compañía se ha comprometido a que el 3,5% de su plantilla esté compuesta por personas con discapacidad para 2024. Además, entre otras cosas, se ha implementado una metodología propia para medir el impacto de la integración sociolaboral de las personas con discapacidad.
MAPFRE se ha comprometido a que el 3,5% de su plantilla esté compuesta por personas con discapacidad para 2024. ¿Cómo piensan abordar este objetivo?
En MAPFRE, esta cifra de personas con discapacidad en plantilla ya ha sido alcanzada a nivel mundial. En nuestra empresa llevamos muchos años trabajando por la inclusión de personas con discapacidad, y lo hacemos desde varios ámbitos: la sensibilización de nuestra plantilla para consolidar unos comportamientos de respeto y favorables a la discapacidad en la que se valore el talento de todas las personas, la integración laboral completa y la mejora de calidad de vida de las personas con discapacidad.
Llegar hasta donde estamos ha sido un camino que llevamos recorriendo desde hace años, adaptándonos además a las diversas realidades de los más de 25 países en los que MAPFRE tiene presencia.
La compañía está implementando una metodología propia para medir el impacto de la integración sociolaboral de las personas con discapacidad. ¿En qué consiste este sistema y cómo surgió su creación?
En MAPFRE consideramos que la experiencia del empleado habla de lo que somos como empresa, y además es un factor clave de nuestra competitividad. Solo con la mejor experiencia, las personas darán lo mejor de sí mismos. Por eso en MAPFRE escuchamos la voz de las personas, para construir de manera conjunta experiencias que marquen la diferencia.
Dentro de nuestro modelo de escucha y medición de la experiencia de los empleados, identificamos hace un par de años la oportunidad de profundizar en lo que viven y sienten las personas con discapacidad. Así surge esta metodología con la que profundizamos en el análisis del impacto de la integración laboral de las personas con discapacidad en nuestra plantilla y que nos permite contar con un indicador homogéneo global y por cada país.
La metodología es muy sencilla. Se instrumenta a través de una encuesta. Dicha encuesta está dividida en 5 dimensiones que son: Relaciones interpersonales y sociales, Bienestar material, Bienestar físico, Bienestar emocional y Desarrollo profesional.
A través de 12 preguntas que los empleados puntúan de 0 a 10 en qué medida, desde que trabajan en MAPFRE, han mejorado estas 5 dimensiones (he ampliado mis relaciones sociales, ha mejorado mi estabilidad económica, ha mejorado mi salud física y mental, he mejorado mi desarrollo profesional, etc.) obtenemos un indicador que denominamos de impacto percibido, pues ofrece una fotografía de la mejora percibida por el encuestado en las dimensiones analizadas tras su integración laboral en nuestra compañía.
No nos quedamos solo con el indicador, sino que cuando la puntuación otorgada a alguna de las preguntas es igual o inferior a 6, se pregunta a continuación las razones por las cuales no se ha dado una puntuación superior. Es muy sencillo, pero se obtiene información muy valiosa para poder trabajar la experiencia del empleado. Esta encuesta se remite a personas con discapacidad que tienen una antigüedad inferior a 3 años.
¿Cómo pueden las grandes empresas como MAPFRE ayudar a integrar a las personas con discapacidad en el entorno laboral?
Las empresas, y en especial las grandes, tenemos una gran capacidad de impacto y de transformación en la sociedad. En MAPFRE sabemos desde hace muchos años que las empresas somos un agente de cambio muy importante en la sociedad y asumimos #LaParteQueNosToca para no dejar a nadie atrás. El marco de actuación de las grandes empresas es amplio.
Trabajar la sensibilización es fundamental ya que, sin haber generado una cultura sensible y abierta a la discapacidad, ninguna otra medida funcionará.
La sensibilización se trabaja hacia dentro de la compañía, es decir, hacia nuestros empleados. Pero también hacia fuera, de cara a la sociedad y también hacia otros grupos de interés entre los cuales mencionaría especialmente a nuestros proveedores. Nuestros proveedores son una pieza muy relevante en la que las grandes empresas podemos impactar trasladándoles nuestro compromiso con la integración laboral de personas con discapacidad, esperando que estén alineados con dicho compromiso.
Por otro lado, debemos trabajar en alianzas con entidades especializadas en las que apoyarnos para dirigir correctamente nuestras acciones y que nos ayudan a identificar el talento, formarlo, ayudarles a mejorar su empleabilidad e integrarlo en nuestra compañía.
Las grandes empresas debemos diseñar políticas y desarrollar prácticas que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad en el entorno laboral. Esto lo podemos hacer a través de acciones de asesoramiento y apoyo en materia de salud y empleo, medidas para la mejora de las condiciones laborales de los empleados, ayudas económicas a empleados con discapacidad o familiares con discapacidad, y como he comentado antes, midiendo la experiencia del empleado.
¿Cuáles son los desafíos que tienen las grandes compañías, en especial MAPFRE, en torno a la inclusión de las personas con discapacidad?
El gran desafío es conseguir que la inclusión sea una realidad en todos los ámbitos de la compañía: desde los procesos de recursos humanos (selección, acogida, formación, salud…), pasando por los procesos de negocio y, por supuesto, la accesibilidad de los lugares y las herramientas de trabajo. Actualmente, uno de los principales retos en MAPFRE es el de encontrar los perfiles que la empresa actualmente está necesitando. Por ello, el acceso a la formación es fundamental para que las personas con discapacidad sean empleables.
¿Cuáles son los próximos pasos que va a dar la compañía en materia de inclusión laboral de personas con discapacidad?
Continuaremos con nuestro compromiso de integración laboral de personas con discapacidad impulsando acciones de sensibilización, fomentando un liderazgo inclusivo que valore la diversidad y promueva un entorno de trabajo en el que se respete y se cuente con todo el talento y que contribuya a la mejora de la experiencia del empleado, y por supuesto, continuaremos reforzando alianzas para seguir avanzando.
Seguiremos trabajando para tratar de influir externamente a través de nuestra participación en iniciativas mundiales como es la Red de Empresas y Discapacidad de la Organización Internacional del Trabajo que tiene como objetivo contribuir a que las políticas y prácticas de empleo en las empresas incluyan a las personas con discapacidad en todo el mundo e incrementar la conciencia sobre la relación positiva entre la inclusión de la discapacidad y el crecimiento empresarial.