La 26ª Conferencia de las Partes (COP26) de Naciones Unidas en Glasgow (COP26) nos alertó, a finales del año pasado, acerca de la urgencia y las oportunidades de avanzar hacia una economía neutra en carbono. En sus conclusiones, puso el acento en la necesaria transparencia y rigor de los planes de acción climática, tanto de los gobiernos como de las empresas y, nos recordó la importancia de frenar la deforestación para 2030. En este sentido, es necesario pasar a la acción y tomar medidas específicas que sean efectivas para asegurar un cambio significativo.
Todos debemos ser conscientes del beneficio que tiene para la sociedad y para el futuro del planeta el cuidado del medio ambiente, pero los que trabajamos en el ámbito de la salud debemos insistir en que contribuir a la creación de entornos más saludables y sostenibles, repercute directamente y de manera positiva también en nuestra salud individual. Contaminar el aire que respiramos, el agua que bebemos y acabar con los ecosistemas y la biodiversidad que nos protege es una amenaza para la salud de las personas. Se trata de una cuestión de supervivencia. Por ello, es esencial implicarnos como sociedad a la hora de combatir el cambio climático con la reducción de las emisiones que generamos. También las empresas, como parte activa de la sociedad, debemos trabajar en torno al mismo objetivo.
En este contexto, desde Sanitas tenemos el convencimiento de que es posible construir un mundo más sano, con menor contaminación y mayor biodiversidad para garantizar un mejor cuidado de nuestra salud individual. Así pues, estamos alineados y trabajamos bajo el concepto One Health, impulsado por la OMS y diversas organizaciones como la ONU, basada en la correlación que existe entre la salud de las personas, los animales y el planeta. En línea con los ODS 11 y 13, de ciudades sostenibles y acción por el clima, somos conscientes de la importancia que tienen los árboles y la vegetación en la conservación de la salud del planeta, de su papel en la lucha contra el cambio climático y la protección de la biodiversidad y, por supuesto, en la incidencia que tienen sobre el bienestar físico y mental de las personas.
Healthy Cities
Es por ello que, en Sanitas, hemos decidido implicarnos en diversos proyectos de regeneración urbana a través de nuestra iniciativa Healthy Cities, un proyecto que tiene como fin promover hábitos de vida saludables, al mismo tiempo que preserva los entornos urbanos donando fondos para replantar árboles.
Así, durante el 2021, unos 400 empleados de la entidad colaboraron en la plantación de hasta 4 hectáreas de terreno en distintas ubicaciones. Replantamos en las zonas del Retiro y en la Casa de Campo que habían sido afectadas por el temporal de nieve que sufrió Madrid el año pasado. También, contribuimos a la construcción del Bosque Metropolitano de Madrid, un anillo verde que rodeará la capital para hacer frente al efecto de isla de calor y contribuirá a limpiar el aire de la capital, absorbiendo 170.000 toneladas de CO2 en su madurez. Finalmente, de la mano de WWF, contribuimos a la regeneración de dos bosques que habían sufrido sendos incendios en el parque natural del Garraf (Barcelona) y en Cortes de Pallás (Valencia).
Pero no se trata solo de replantar. Como nos recordaba la COP26, para frenar el cambio climático y sus efectos devastadores sobre el planeta, es necesario avanzar en la descarbonización con la reducción de las emisiones un 45 % —con respecto a los niveles de 2010— en 2030 y alcanzar las emisiones netas nulas en 2050. En esta línea, en Sanitas hemos asumido el compromiso público de ser una compañía net zero antes de esta fecha, concretamente en 2040. Y lo estamos haciendo siguiendo el ejercicio de transparencia y rigor científico que exige la situación al sumarnos a la iniciativa Science Base Targets (SBT), un proyecto que lidera el camino hacia una economía de cero emisiones de carbono e impulsa la innovación y el crecimiento sostenible mediante el establecimiento de objetivos ambiciosos de reducción de emisiones.
En este camino hacia la descarbonización, cabe destacar el importante papel que desempeñan la tecnología y la innovación. Sin duda ambas son nuestras aliadas a la hora de desarrollar procesos, productos y servicios que nos ayudan a disminuir la huella ambiental. Un ejemplo de ello, son la realización de videoconsultas o la descarga de informes médicos digitales, cuando estos evitan desplazamientos innecesarios a los centros médicos y reducen el consumo de papel.
Todas estas acciones forman parte de un gran proyecto, un plan de acción climática en el que todos debemos ser partícipes. El compromiso de instituciones, empresas y ciudadanía es hoy más importante que nunca si queremos acometer con éxito los retos medioambientales que tenemos por delante. Es tiempo de contribuir y actuar en la creación de un futuro más saludable y sostenible.
Para más tribunas visita nuestra biblioteca Corresponsables.