¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables?
Considero que las buenas prácticas se llevan a cabo como consecuencia del establecimiento de Políticas y Códigos que evidencien el compromiso visible de la organización con la responsabilidad social.
En abril de 2018, nuestro Consejo de Administración aprobó el código ético del Grupo teniendo como finalidad el más alto nivel de exigencia con el cumplimiento de leyes, normativas, contratos, procedimientos y principios éticos.
Del mismo modo, en 2019 se aprobó una Política de relación con socios en materia de cumplimiento y la política de derechos humanos.
Además, es fundamental establecer, en las reglas del juego, la colaboración y la transparencia de información con nuestro entorno local, apostando por el diálogo con nuestros grupos de interés; instituciones públicas y privadas, asociaciones de vecinos, empleados, clientes y proveedores.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
El año 2005 fue el punto de partida de lo que podríamos considerar una nueva etapa de la sostenibilidad en nuestro Grupo. Este año, publicamos nuestra primera Memoria de Sostenibilidad y pusimos a disposición de todos los grupos de interés las actuaciones y datos más importantes en materia de sostenibilidad. Desde entonces, no hemos faltado ni un solo año a la cita, y con la última publicada, ya son 15 años de transparencia social corporativa.
Los siguientes años han constituido un proceso de consolidación de los compromisos adquiridos con la Sociedad y nuestro entorno local y hemos continuado evolucionando de acuerdo con los avances en esta materia, como ha sido nuestra participación en iniciativas y proyectos de la fundación para el Pacto Mundial de Naciones Unidas, el reporte anual de CDP (Carbon Disclosure Project) y la alineación con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) aprobado por Naciones Unidas en el año 2015.
Ya más concretamente en los últimos años, el protagonismo sin duda se lo ha llevado la lucha contra el cambio climático. Esto ha provocado que, de forma extraordinaria, estemos dedicando esfuerzos y recursos para reducir las emisiones con el objetivo de conseguir la neutralidad carbónica para el año 2050.
Como dato, el uso de combustibles alternativos con alto contenido en biomasa en lugar de combustibles fósiles, aprovechando así su valor calorífico, que de otra manera hubieran terminado destruidos en vertederos, nos ha permitido evitar la emisión de alrededor de 1,5 millones de toneladas de CO2 de origen fósil a la atmósfera en los últimos 10 años.
¿Alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Si tengo que elegir una buena práctica, me quedo con una que representa, sin lugar a duda, la convivencia de nuestro proceso productivo con el respeto al medioambiente.
Esta elección, enmarcada dentro del ámbito de la biodiversidad, en concreto en nuestra gravera “El Porcal”, hoy día convertida en una gran reserva de la biosfera.
El Porcal se encuentra en pleno Parque Regional del Sureste de Madrid a unos 40 kms de la capital. En su día fue una de las explotaciones graveras de árido del Grupo y del lavado de aquellos áridos se originaban varios tipos de arena que, una vez depositadas en las orillas, generaron una serie de lagunas hasta originar unas playas que no tardaron en llenarse de vegetación y de pequeños invertebrados.
A través de un convenio de colaboración entre el Grupo Cementos Portland Valderrivas y la Asociación de Naturalistas NAUMANNI, se ha conseguido que en la finca, espacio protegido perteneciente a la red Natura, vivan más de 180 especies de animales, algunas de los cuales, se encuentran en amenaza de extinción y han encontrado en El Porcal un espacio para quedarse y reproducirse.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel ambiental las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Creo que se puede hablar en presente en cuanto a las sinergias que se producen por las acciones a nivel ambiental.
La acción fundamental para conseguir el objetivo de reducir las emisiones, y conseguir sinergias, es la valorización energética y material. Las fábricas de cemento ofrecen una oportunidad para el reciclado de materiales y valorización de residuos, ya que las características de nuestro proceso productivo nos permiten reciclar y valorizar varios tipos de residuos sin peligro para el medioambiente o las personas. El Grupo es un gran reciclador en cuanto a volumen de residuos procedentes de otras industrias como cenizas, escorias, lodos de procesos de fabricación de papel, residuos de construcción y demolición, etc.
De esta manera, la valorización que se lleva a cabo en nuestras instalaciones contribuye al cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Española de Economía Circular, de reducir el consumo nacional de materiales, y evitar que los residuos municipales acaben en vertederos.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto climático de vuestra actividad en España?
La industria del cemento y del hormigón, tiene una relación muy directa con la prosperidad social y económica de un país. La construcción de escuelas, hospitales, canalizaciones de agua, muelles portuarios, edificaciones, etc. son posibles gracias a la producción de hormigón, el principal derivado del cemento, debido a características específicas de este material, como la durabilidad.
Estas ventajas de la utilización del hormigón en nuestra sociedad traen consigo algunos inconvenientes, como pueden ser las emisiones de CO2 derivadas del proceso de fabricación del cemento.
Por eso razón, llevamos años realizando iniciativas voluntarias para minimizar nuestra huella de carbono, y trabajando en la mejora de los procesos y productos con el objetivo de aumentar la eficiencia energética y contribuir a la reducción de emisiones hasta la neutralidad carbónica para 2050.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
El hecho de que la Comisión Europea haya fijado como objetivo la neutralidad carbónica para el año 2050, nos convierte en un factor clave para conseguir la transición ecológica, y establece la neutralidad carbónica para el año 2050 como el gran reto a conseguir en materia de sostenibilidad.
Este gran reto, va a requerir grandes esfuerzos e inversiones extraordinarias a nuestro Grupo, y, a la vez, supondrá la oportunidad de hacer posible el progreso de la sociedad respetando la biodiversidad.
La consecución del objetivo final está fijado para el año 2050, pero éste debe alcanzarse de manera gradual, para lo que ya estamos trabajando en diversas áreas como la economía circular, eficiencia energética térmica y eléctrica e impulsando acciones de I+D+i con proyectos de captura, transportes y uso posterior de CO2, así como generación y uso de hidrógeno verde como combustible.