Ver bien no debería ser un lujo al alcance de unos pocos, sino un bienestar básico. Con ese propósito nació en 2006 Fundación Multiópticas: ayudar a que personas en situación de vulnerabilidad puedan disfrutar de una buena salud visual a través de revisiones ópticas y de tener acceso a unas gafas en caso de necesitarlas.
A mediados de noviembre, Visión y Vida, institución de utilidad pública que busca informar, educar y aconsejar a ciudadanos sobre salud visual, hizo público un estudio en el que se denunciaba una situación que en los últimos años ha crecido a un ritmo frenético: la pobreza visual. En otras palabras, la necesidad de disponer de gafas o lentes de contacto para corregir la vista y la incapacidad de hacerlo. En España, viven en esta situación el 8,59% de los menores. Es decir, en nuestro país hay más de 761.000 niños y niñas que no ven bien y ni ellos ni sus padres o responsables pueden hacer nada para remediarlo.
Una mala visión les dificulta, lógicamente, en su etapa escolar, en sus relaciones sociales y en su desarrollo de crecimiento. No ver bien la pizarra, la canasta o la parada de bus se puede traducir en fracaso escolar, exclusión o aislamiento, motivos más que suficientes para que instituciones, empresas y fundaciones nos sintamos increpados en proteger las miradas del futuro. La vista de de los niños de hoy.
En nuestro país, como se reflejó en el informe, la pobreza visual es una realidad que va en aumento y que puede derivar en enfermedades visuales. De hecho, como afirma la Organización Mundial de la Salud, hasta el 80% de los casos de ceguera en el mundo podrían evitarse, sobre todo aquellos que se detectan en países desarrollados. La razón estriba en para el 60% de las causas existe tratamiento y más de un 20% puede prevenirse.
Ante esta situación, y coincidiendo con nuestro XVº aniversario, en 2021 la Fundación quiso dar un paso más en su compromiso con la salud visual y firmó un acuerdo con Mensajeros de la Paz, Aldeas Infantiles SOS y Soñar despierto para graduar a 20.000 niños, niñas y jóvenes durante los próximos cursos. En 2022, si la situación sanitaria lo permite, nuestra Mirada Solidaria viajará por localidades de nuestro país para atender, junto con nuestros socios, a menores que se encuentran en situación de riesgo familiar o en programas de hogares de acogida.
En octubre y noviembre realizamos en Collado Villalba y Madrid dos acciones de Mirada Solidaria en las que pudimos atender a casi 200 niños y niñas. Aspiramos en las próximas semanas a expandir nuestra ayuda y así contribuir a erradicar la pobreza visual infantil de nuestro país.
El bienestar integral de un niño es el motor social para crear un mundo más abierto, más sostenible y más justo para todos los que vivimos y viviremos en él. Proteger su mirada, hoy, es apostar por su futuro. Y por el de todos.