Lo primero de todo: la organización
Sabéis que en Método VICON somos amantes de la organización. Más que nada, porque es el camino para que nuestros niños estén seguros, tranquilos y sientan esa continuidad tan necesaria. Incluso en estos momentos de inflexión tan largos como son las vacaciones de Navidad.
Pues hay que tomar conciencia del tiempo, de todo ese tiempo que tenemos y que tenemos que organizar, para no volvernos impulsivos y llenar la agenda y los días, de recursos extras para hacer que sólo nos van a traer más estrés. Es muy importante que partamos de la propia rutina de las cosas que hay que hacer durante el día. Pues nos van a ayudar a conseguir esa sensación y que podamos disfrutar de estos momentos.
Ya entendido que es muy importante la preparación, pasamos a hablar de la necesidad de anticipación en algunos momentos, tanto de manera visual como psicológica. Ya que nos da seguridad y sin darnos cuenta nos estamos anticipando naturalmente en este caso la Navidad.
¿Cómo? Pues estamos viendo el ambiente, las sensaciones que se respiran, estamos viendo las decoraciones y sintiendo el nerviosismo de las personas, cambia las dinámicas en el cole… y todo este proceso nuestros niños no lo perciben como nosotros. Esa es la manera que nosotros tenemos de anticipar la Navidad pero el proceso es bien diferente para ellos. Así que es muy importante que este plan de acción, se anticipe a las fechas exclusivas de Navidad específicamente para ellos, que logremos anticiparnos a su manera.
Hay que hacer esa labor del manera más natural, en paralelo con los recursos que sí que les den la posibilidad de comprender lo que va a suceder y de prepararse para ello.
Lo segundo: cada familia tiene su tradición
Es súper importante entender el proceso de cada familia. De cuáles son nuestras tradiciones, cómo por ejemplo: poner el árbol, el Belén, las comidas especiales, los alimentos nuevos y todos los objetos que van a venir a acompañarnos propiamente de la Navidad de cada uno de los hogares.
Por ello, si es posible empezaremos a anticipar todos estos procesos a nivel visual, y luego lo haremos en vivo, intentaremos colocar el árbol, poner el Belén… intentar que todas estas situaciones tengan su tiempo para darles a ellos también tiempo a hacerlo en vivo. Pues es el reto más difícil. Crear rutinas dentro de estos procesos, es decir, mamá le pasa la bola a al niño y el niño la pone y así sucesivamente. Incluso en niños que necesitan mucha ayuda podemos invertirlo, mamá como modelo pone la bola, mamá como modelo vuelve a poner la bola… así sucesivamente hasta que alguna situación el niño acaba poniendo la bola por imitación y con toda la ayuda posible.
Una parada antes de continuar: el momento regalo
Hay también una situación muy interesante, que surge no solamente en estas festividades, sino que también surge a lo largo del año que es la apertura de regalos, el momento sorpresa.
El que haya tenido un niño con necesidades educativas especiales y sobre todo con autismo cerca, sabe lo difícil que es el momento regalo. Esa emoción que se palpa en el ambiente, esa expectación que aparece en cada cumpleaños, no solo el suyo si no el de mamá, el de papá, el del hermanito… Para nosotros es un momento súper importante, porque es muy habitual y en navidad también es un momento muy significativo. Entonces sí que hay que anticiparlo, podemos por ejemplo: trabajarlo escondiendo cosas y envolviendo las con comidas que le gusten, buscar lo que sería esa sensación de sorpresa e ilusión para él.
Lo tercero: Vamos a introducir más rutinas en el día a día (para los más valientes)
Aparte de la rutina que tenemos con el día a día, podemos introducir alguna más especial para estas fechas. Hay una que a mí me encanta y es el calendario que se suele llamar de Adviento y qué consiste en abrir un paquete cada día del 1 al 24 de diciembre. Para mí es una manera muy bonita de tener una rutina y preparar la ilusión, pero en el caso que nos ocupa sinceramente yo la alargaría hasta final de las festividades, incluso poniendo un paquete, o algo sorpresa en los días indicados que vais a vivir durante estas navidades a modo de anticipación.
Un ejemplo puede ser que el día de Nochebuena cuándo van a venir a cenar los familiares, que él se encuentre una foto de los familiares que están por venir. Otro ejemplo, puede ser cuando llegue el último día del año y vamos a estar comiéndonos las uvas, cantando las 12 campanadas podemos visualizar eso antes de que ocurra.
Otra parada antes de continuar: estas son algunas de las actividades extras que podáis hacer
Cómo actividades extras y puntuales a lo largo de las navidades, hay unas que recomiendo fuertemente por su carga sensorial y plástica, también el poder trabajar un poquito más allá la Navidad, con todos los objetos, los colores, las texturas… todas las decoraciones tan diferentes que vamos a tener estos días. Son momentos que estamos mucho en casa, sobre todo, en nuestro marco horario porque es invierno y da lugar mucho a sentarse, tirarse al suelo y compartir un momento juntos desarrollando todos los sentidos.
Antes de daros pautas de qué hacer, es muy importante que tengáis en cuenta que lo más sencillo, es lo más factible, y a veces ponemos demasiada pretensión en las actividades, donde casi nos agotamos con la preparación y luego la frustración, cuando quizás no hay predisposición o no logramos enganchar a nuestro pequeño. Ello supone un estrés que no alimenta el buen clima en casa. Así que pensar en actividades sencillas y variadas, para que pueda elegir y por supuesto y os voy a dar unas cuantas ideas para que podáis escoger entre un montón de posibilidades.
También deciros que os arméis con todo el material posible. Ahora es el momento de toda la compra de regalos, donde hay muchas cajas, papeles de regalo, materiales de muchos tipos diferentes… para intentar reciclar todo lo que podáis, para ir guardando todos esos materiales que hoy o durante estos días van a empezar a dibujar esas actividades extra. Por ejemplo, pensar lo ideal que es tener unas cuantas cajas de repente con cosas metidas dentro, como cojines, mantas y que pueden realmente marcar una tarde llena de actividad compartida en familia. Vuelvo a remarcar la sencillez y la simplicidad en estas actividades son estos momentos de propuesta.
Una propuesta que a mí me encanta y que tiene varias derivaciones, son las bandejas sensoriales. Un espacio donde el niño puede compartir, acceder y conocer todos estos nuevos elementos que aparecen estos días. Dónde puedes probar estas texturas, donde pueda oler los materiales: un espacio finito, compacto y visual. Un espacio ue nos va a servir de herramienta para conocer y tolerar estos momentos en familia navideños.
También hay otra versión que son las botellas sensoriales. Estos botes de la calma están rellenos de siliconas, geles de de pelo, purpurina, que podemos adaptar a nuestro momento navideño para que sigan sintiéndola pero utilizándolo también como vehículos de relajación, observación de liberación de ansiedad. Siempre todo dentro de una decoración navideña para ir ya haciendo que estás sensaciones sean placenteras y agradables para ellos.
Es muy importante que aprovechéis lo que está a vuestro alcance y que sea lo más visual y manipulable posible. Me encantan las ventanas, son un espacio a veces perdido y que da muchísimo juego. Existen pegatinas sobre cristal, podemos aprovechar para hacer cosas de fieltro, trabajar indirectamente como veis aquí el muñeco de Navidad, la cara de un reno, Papá Noel creo que cumple mucho las expectativas no solamente de nuestros niños no verbales sino de los otros hermanos que le acompaña, aparte de decorar nuestras ventanas y utilizarlas como exposición.
Os recomiendo que utilicéis mucho las luces. Estos niños son muy visuales y afecta directamente a su bienestar, a su relajación y unas luces de colores hacen que todos los sistemas de regulación a nivel sensorial se activen. Así que no temáis en hacer actividades para crear luces y poder utilizarlas para dar un clima acogedor a nuestros hogares. Lo que a los niños les encanta y a nivel de estimulación cumplen la función de regular todos los factores emocionales y de ansiedad.
Es interesante buscar rincones dentro de la casa en las propias paredes creando un árbol de navidad colgante, dónde podáis ir recogiendo todas las experiencias que estamos viviendo día a día, sabemos que sacamos millones de fotos, podéis imprimirlas e ir completando vuestro árbol de Navidad en casa, que además nuestro niño podrá acudir a él en busca de comunicación o de un compartir.
¿Conocéis los pasillos sensoriales? Con este material que hemos ido recopilando, podemos hacer que un espacio de la casa donde haya pasillos de estimulación sensorial, en los que los niños puedan estar un rato regulándose, disfrutando y compartiendo con nosotros o con sus hermanos . También nos ayuda mucho cuando invitamos a niños a casa poder abrir este espacio que puedan compartir juntos descalzos, con las manos y poder volver a disfrutar conjuntamente con otros niños que van a visitar seguramente nuestra casa estos días, o incluso los invitemos intencionalmente.
Si no podemos hacerlo en formato pasillo, también lo podemos hacer en formato mesa, (que se llaman plafones sensoriales) o alfombras donde podamos tener diferentes texturas y que estoy convencida que trabajándolo y exponiéndole al niño podemos averiguar preferencias, nivel de textura, visuales, dificultades con algunas texturas… etc.
Volvemos a la rutina
Lo que os comentaba sobre las rutinas, podemos incorporar a los niños dentro de las rutinas concretas de cada día. Siempre estamos corriendo de aquí para allá y es muy difícil incorporarles en la preparación del desayuno, la recogida, la preparación de la comida, la compra… pensar en todas las acciones que se van a repetir que intentar que autónomamente empiezan a participar todo lo que podamos, y todo lo que puedan.
No os olvidéis de prestar toda la ayuda posible, mirar esta actividad tan sencilla qué puede comportar la creación de esos manteles individuales que servirán de guía previa para que sea autónomo a la hora de poner la mesa. Cómo por ejemplo, a preparar la mesa todos los días estas navidades. Es una actividad muy sencilla en la que les podemos implicar y luego utilizarlo para fomentar su autonomía.
Podemos utilizar todos vuestros recursos mientras vosotros estáis preparando la comida. Podemos separar una parte para que él a nivel simbólico puede hacer lo mismo que vosotros, con sus hermanos o con su padre. Si vosotros estáis cortando una coliflor, darle a él un trocito para que intente hacer lo mismo y os ayude y comparta ese momento con vosotros.
Quizás son unas fechas difíciles pero también nos podemos ocupar de aspectos pendientes: trabajar esos cordones que nos cuestan, esos botones que les cuesta desabrochar, reforzar o conseguir el control de esfínteres… Creo que cuando buscamos actividades también podemos buscar aspectos de autonomía que pueden ir avanzando en estos momentos que tenemos tiempo.
Súper importante que estos son sólo ideas, lo más importante es vuestra salud mental, la de vuestros hijos y vuestros ojos tienen que ir dirigidos ahí. A medir la temperatura para saber cómo están, y saber si necesitan darse un paseo o están super preparados para hacer alguna actividad plástica.
Sabéis que la lectura me encanta, no os voy a repetir todo lo que me gusta acerca de la lectura, todo lo que podemos compartir a través de esos momentos de lectura. Cuando hablamos de acercar al niño todos los procesos de anticipación, los objetos, los eventos familiares… Todo el trabajo previo que podáis hacer a través de este medio os va a salvar las navidades, y muchas de vosotras ya habréis pasado unas cuantas navidades y tenéis registro de esos momentos: de regalos, de decoración, de familiadas… Así que es el momento de hacerlos con todos libros navideños que encontréis pero también preparar material para ello, para que el niño conozca lo que es la Navidad en vuestra casa, con vuestras tradiciones y con vuestra familia.
Los momentos de cocina para mí son únicos. Sabemos que muchos niños tienen dificultades con las comidas pero todos estos procesos de preparación, texturas, conocimiento de todo lo que es el entorno de la cocina y los alimentos enriquece muchísimos aspectos, y creo que a lo largo de las navidades envolviendo a estos momentos navideños aparecen muchos momentos de cocina.
Por ejemplo, podemos decorar con sus chucherías, dulces y chocolates favoritos una casita de jengibre. Estoy convencida de que todos ahora mismo si os ponéis a cerrar los ojos e imaginar a qué huele no tendréis grandes dificultades en adivinar que está casita está huele… a Navidad, y esto también es un trabajo sensorial estos momentos de olores, poder hacer un trabajo en esas bandejas sensoriales de olores de la Navidad…
Recetas donde aparezcan los elementos de la Navidad: árboles, galletas, infusiones… Todos estos recuerdos que va a grabar nuestro cuerpo y el de vuestros niños os ayudarán a que en un futuro estos momentos sean muchísimo más agradables y de disfrute.
Poner también todos los objetos favoritos en juego, intentar juegos plásticos con ellos reunirlos todos en una caja y ponerlos a vuestro alcance para que el niño pueda acceder a ellos en cualquier momento.
Traer la naturaleza a casa, en esos paseos recoger objetos que puedan ayudaros a completar esas actividades plásticas, y a su lado con cositas sencillas poder andar un poquito más en la observación, el compartir y conocer todo lo que tenemos alrededor de casa. Podéis también categorizarlo por colores, siempre atendiendo ese perfil visual que tienen todos nuestros niños… Sabemos también que aunque nosotros estemos en invierno hay muchos países que están en verano, y también mucho los colores que tiñen este marco navideño. Así que cada uno analizar un poco esas texturas y esos tonos que van a ir en volviendo todo lo que nos rodea en estos momentos navideños.
Aprovechar para hacer decoraciones sencillas, sin mayor pretensión que el disfrute, pintando la mano entera de un color y aprovechando la para hacer unas magníficas felicitaciones de Navidad para toda la familia, y que sea el el que las entrega.
En línea a las bandejas sensoriales está esta actividad que a mí personalmente me gusta mucho, que son los helados que pintan, podemos hacer una creación de colores en agua con tinte alimenticio y ponerlos a congelar, para luego sacar los y poder utilizarlos como pinturas de acuarela. Seguro que no nos dejará indiferentes. También podemos tener bandejas sensoriales con recipientes de trasvase, que sabemos que son de gran preferencia para nuestros pequeños, y que pueden pasar minutos entretenidos cosa que también es un regalo.
Podemos esconder un puzzle antes de hacerlo para que se convierta en un puzzle sensorial dentro de una bandeja sensorial. Os invito a que os hagáis con un buen rollo de papel plástico para poder envolver todas las zonas y dar libertad sin estrés para que manipulen le todo lo que quiera en ese área de la casa, pudiendo recogerla muchísimo más fácilmente.
Integrar sus juguetes dentro de esos espacios sensoriales, incorporar incluso juguetes que normalmente no utiliza, para poder darles un uso y que quizás los descubra y llegue a jugar con ellos a nivel manipulativo. Una actividad que a mí me encanta es el tema del dominó texturas. Incluso suelo proponer que se le añaden unas gotitas de olor para redondear la actividad, y se puede hacer un formato pequeño o en formato grande y con temática de Navidad, en colores texturas objetos.
Vuelvo otra vez a recordar que a veces lo más sencillo es lo más divertido, a veces las complejas preparaciones así que se ponga demasiada expectación y habéis como con unos espaguetis y unas nubes de algodón se puede conseguir una buena sonrisa y un buen momento y actividad juntos.
No olvidéis todos estos paseos, y momentos de exterior también son muy necesarios para equilibrar todos estos momentos dentro de casa, en familia, con mucha familia y mucho jaleo, medir y valorar que cada día haya un ratito de exterior, que den ganas de volver a casa. Además fuera tenemos también todo ese ambiente navideño, esos olores, esas decoraciones que también podemos aprovechar para seguir disfrutando de estos momentos con un poquito más de oxígeno.
Por último ya sabéis que todo el momento planta me encanta, y creo que también es un buen momento para sembrar, cuidar de las plantas que están en casa que parecen invisibles a lo largo de el otoño para ellos, y poder cuidarlas y atender las durante estos momentos navideños como un ejercicio en familia, con las plantas típicas de Navidad, trasplantarlas, regarlas…
Para terminar me gustaría dar un pequeño repaso, que sé que una de las grandes ansiedades para nuestros niños no verbales o con autismo es. ¿Cuál es el mejor regalo para estas navidades? Os he traído aquí una lista de ideas para que toméis nota esperando responder a esta pregunta que me habéis hecho llegar al Webinar.
- Alfombras sensoriales y líquidas
- Sumo Bumper Boppers
- Slime
- Push Pop Fidget
- Juegos de acción reacción
- Cubos Rubik, Tangle, cubos fidjet, temporizador de movimiento líquido
- Cubos mágicos de arcoiris
- Crankity Brainteaser Toy
- Color Táctil al calor
- Circuito de canicas
- Calendario
- Bolas apretables
- Arena cinética