Hoy, 5 de noviembre, celebramos el Día del Cuidador. Este día es muy especial para ASISPA, por lo que me gustaría aprovechar para reconocer la labor de todo el personal cuidador, que día a día y tras la situación que hemos vivido han demostrado que con su profesionalidad, vocación y cercanía mejoran la calidad de vida de las personas a las que cuidan.
En nuestra sociedad actual la necesidad de los cuidados es un hecho innegable, dado que la esperanza de vida de las personas mayores va en aumento y existe una mayor prevalencia de enfermedades crónicas que requieren de cuidados, muchas veces, de larga duración.
Sólo en España, más de dos millones de personas con algún grado de dependencia requieren la ayuda de un cuidador, y este cuidado es asumido tanto por familiares o cuidadores informales remunerados como por cuidadores profesionales que realizan su labor en centros o en el domicilio.
El personal cuidador acompaña y atiende a la persona en situación de dependencia con el objetivo de proporcionarle una mayor calidad de vida, atendiendo a sus necesidades físicas y emocionales, y respetando sus valores y preferencias en base a su derecho de autodeterminación. Para conseguir esta atención de calidad, en los últimos años se ha avanzado para dignificar y profesionalizar la figura del cuidador a través de la formación. Y debemos seguir caminando en este sentido para contribuir a que los mayores o dependientes reciban mejores servicios y consigan el bienestar deseado, a la vez que los trabajadores profundizan en su desarrollo profesional y personal.
Debemos tener en cuenta que el personal cuidador es el pilar básico sobre el que gira gran parte de la vida de las personas mayores o dependientes a las que cuidan, es imprescindible darle valor y promover acciones que ayuden tanto al cuidado como al autocuidado del cuidador para prevenir la carga física, psíquica y emocional que puede generar esta labor y, así, evitar la claudicación en los cuidados.
En este sentido, ASISPA mantiene su firme compromiso de proporcionar un servicio integral a las personas mayores o dependientes desde el modelo de atención centrada en la persona. Siguiendo esta filosofía y pensando en los familiares y cuidadores informales de los usuarios se crean espacios para prevenir e intervenir ante la sobrecarga, realizando grupos de apoyo, de manejo emocional y proporcionando información y formación que contribuya a su bienestar y a la mejora de los cuidados que proporcionan.
Y, en el caso de los cuidadores profesionales de los servicios se apuesta por la mejora continua a través de la formación de todo el personal tanto en estrategias de autocuidado como en la mejora de las competencias profesionales, con el objetivo de proporcionar una atención de calidad.
Para finalizar, me gustaría agradecer a todo el personal cuidador por la labor tan importante que realizáis los 365 días del año.
¡Enhorabuena por vuestro trabajo!
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de las Personas Cuidadoras