En estos días se está celebrando la 26ª Conferencia de las Partes (COP26) de cambio climático, en Glasgow (Reino Unido). Los temas de negociación en esta cumbre son de vital importancia para el trabajo de las fundaciones y de la filantropía.
El principal objetivo de la COP26 será tratar de aumentar la ambición climática en varios frentes. La acción global comprometida no es suficiente para evitar los peores escenarios de impacto climático. Según el último informe de la Secretaría del Convención de Cambio Climático, de cumplirse los objetivos acordados por los países en sus planes de acción climático, la temperatura media del planeta subiría a los 2,7C, lo que nos situaría fuera del Acuerdo de París y dentro de un escenario peligroso para todos, sobre todo, para los más vulnerables. Más inundaciones, más huracanes, más sequías y olas de calor y más incendios harán muy difícil lograr el bienestar de, por ejemplo, mil millones de niños en todo el mundo, según los datos de UNICEF.
Uno de los temas recurrentes desde hace varios años es el desarrollo de un mercado de carbono global que aglutine los mercados de carbono nacionales y regionales y que permita trabajar internacionalmente en la compra de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) lo que, en teoría, ayudará a reducir las emisiones de la forma más eficiente en términos económicos. Alcanzar la neutralidad climática es uno de los compromisos del Pacto Emergencia Climática y Justicia Social. Se trata del Pilar 5, Actuar de forma sostenible, que facilita a las fundaciones la definición y la fijación de objetivos de neutralidad climática. Son varias las fundaciones firmantes del Pacto por el Clima de la Asociación Española de Fundaciones (AEF) que han trabajado ya en este pilar desarrollando herramientas y recursos propios para tratar de contabilizar las emisiones y analizar la huella ecológica. Es el caso de ECODES – Ecología y Desarrollo– y Vida Sostenible, por ejemplo. Otras fundaciones están dando formación y promueven el empleo vinculado a la reforestación y a la creación de sumideros de carbono. Por ejemplo, el programa Un Pueblo un Bosque de la Fundación FUNDABEM, también firmante del Pacto por el Clima.
Otra de las áreas importantes dentro de las discusiones de la COP26 incluye el trabajo de reportar las acciones de acción climática. Este es justamente el objetivo del pilar 6 del Pacto Emergencia Climática y Justicia Social – Informar con transparencia-,informar del progreso frente al compromiso de acción climática es lo que ya han hecho el grupo de fundaciones de Reino Unido que forman parte del compromiso internacional de la filantropía por el clima de este país.
La financiación climática es otro de los temas encima de la mesa: los países no están cumpliendo sus promesas. Según los cálculos de la OCDE, todavía faltan 20 mil millones de dólares de los 100 mil millones que los países desarrollados acordaron en París. La inversión climática es algo que preocupa también al sector filantrópico y así lo recoge el Pilar 3 del Pacto Emergencia Climática y Justicia Social – Invertir de manera responsable. Las inversiones filantrópicas en clima deben crecer dramáticamente. Un buen ejemplo de esta responsabilidad proactiva lo muestra la Fundación Daniel y Nina Carasso, que al comienzo de 2021 se comprometió a no invertir en energías fósiles colocando una parte de sus inversiones en soluciones para luchar contra el cambio climático, reduciendo la huella de carbono de la cartera Inversión de la Fundación es un 30%.
Otro de los asuntos importantes en la COP26 tiene que ver con la ciencia sobre cambio climático. La respuesta política ante la emergencia climática incluye una fuerte base en los conocimientos científicos recogidos y publicados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. La contribución de las fundaciones a la ciencia climática es particularmente relevante. Es el principal objetivo de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, con varias líneas de trabajo abiertas sobre la protección de la biodiversidad y la acción climática y de la Fundación Banco Sabadell, que promueve el trabajo de jóvenes investigadores en matemáticas, la química, la física o la ingeniería también en áreas ambientales, como la economía azul.
Finalmente, si algo caracteriza al sector filantrópico es en la promoción de la justicia social y la inclusividad. Dos temas que se encuentran en el centro de la discusión climática en COP26. La necesidad de que la acción climática fomente una transición justa, los derechos humanos y la protección de los más vulnerables fue recogida por el Acuerdo de París en 2015. Promover el empleo verde para población en riesgo de exclusión social ha sido el objetivo de la Fundación La Caixa, Fundación ONCE y también de la Fundación CONAMA, que ha analizado la aplicación de la transición justa en el contexto de la transición energética española.
Necesitamos más ambición climática, mayor compromiso por parte de todos y desde Fundaciones por el Clima estamos preparados para hacer nuestro trabajo y para movilizar al sector filantrópico español en su lucha contra el cambio climático.
Tendremos ocasión de encontrarnos en el gran foro anual del sector fundacional #DEMOS2021, hablaremos de acción climática, compromiso social y trabajo fundacional. ¡Inscríbete y no te olvides de firmar el Pacto Fundaciones por el Clima si no lo has hecho todavía!