Entrevistamos a Alberto Ruano, Director General de Lenovo España y Portugal, para hablar de las medidas tomadas por la compañía multinacional china de tecnología frente al COVID-19 y los retos de futuro tras la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
¿Qué medidas estáis tomando desde Lenovo para paliar los efectos del COVID-19?
Desde Lenovo tomamos medidas desde el principio y, fundamente, en dos ámbitos. A nivel interno, de cara a nuestra organización y a todos los empleados de España y Portugal, se procedió al cierre de las oficinas e informar de cuál era la situación, así como los protocolos que nos marcaba el gobierno y los que tomaba Lenovo a nivel interno.
En ese momento comenzamos con el teletrabajo. En el sector tecnológico ha habido una gran demanda de producto desde el comienzo de la crisis del COVID-19 porque la sociedad ha comenzado a entender que muchos empresarios, trabajadores y trabajadores autónomos pueden ser productivos trabajando desde casa. Esto ha hecho que los meses de marzo y abril hayamos tenido que abastecer una gran demanda del mercado y lo hemos sabido hacer trabajando desde casa. Esta fue la primera medida que se tomó, dotando a los profesionales de mucha conectividad y de todos los medios disponibles para seguir atendiendo nuestro mercado.
La segunda medida ha sido entender lo que estaba ocurriendo y ayudar lo máximo posible. “Entender” ha sido solicitar a todos nuestros empleados que compartieran con nosotros proyectos de colaboración y ayuda para dar solución al coronavirus desde el punto de vista tecnológico. Hemos ido dando respuesta, proyecto a proyecto, escalonando a Europa los que fueran necesarios por su cuantía económica y resolviendo localmente aquellos que podíamos.
De esta forma hemos establecido una serie de prioridades que se han ido atendiendo desde mediados de marzo hasta hoy y así seguiremos haciéndolo. Principalmente, nos hemos enfocado en los hospitales y las residencias de ancianos. Para nosotros son dos focos vitales y donde nos sentimos realmente más responsables.
Hemos colaborado con una donación económica total de 100.000 euros para equipamiento médico del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y para el Insitut Català de la Salut y hemos entregado 49.680 unidades de mascarillas FFP2 en el Hospital Universitario Infanta Sofía. Además, estamos donando un total de 405 tablets en diferentes hospitales y residencias de ancianos españolas.
Nos encontramos en uno de los momentos más difíciles de la historia a nivel global, ¿cómo crees que puede ayudar la tecnología a enfrentar un escenario como el que estamos viviendo?
Lo cierto es que somos unos privilegiados y estamos en un país donde la tecnología siempre se ve menos afectada. Por muchos motivos. Es un producto ya commodity, forma parte de nuestra vida. Levantarte con el móvil, el ordenador o la tableta es para todos indispensable. Lo primero que hacemos al abrir los ojos es encender el móvil y ver cuántos mensajes tenemos o las noticias. Entonces, repito, somos unos privilegiados porque la tecnología es commodity, pero es tecnología. Cada vez nos da más información y nos ayuda en estos momentos para ser más productivos en las empresas o para nuestros momentos de ocio.
Ahora mismo en los hospitales, por ejemplo, la tecnología puede ayudar en gran medida a que mucha gente pase mejor ese tiempo que tiene en soledad y de angustia. Y yo creo que, en este año, en el cual todo es incertidumbre, porque para todos nosotros, para los propios científicos, investigadores, médicos, sociedad, políticos, gobiernos, dirigentes, para todos es algo tan nuevo que vamos tomando decisiones a corto o medio plazo, la tecnología es indispensable y fundamental para todos.
Lenovo está lanzando proyectos a futuro centrados no solamente en COVID-19 sino en otro tipo de posibles pandemias o ayudas a la sociedad para evitar que esto pueda ocurrir en un futuro. O para ayudar a que, si ocurre, no sea en estas circunstancias que hemos sufrido ahora. Entonces, para Lenovo, por desgracia y por suerte, es una oportunidad. Y para la industria IT es una oportunidad. Dentro del punto de vista de negocio, por supuesto, pero desde la posibilidad de ayudar a las personas mucho más todavía.
¿Crees que han sufrido el impacto del COVID-19 en menor medida las empresas que están más digitalizadas?
Sí, sin duda. El poner a la gente en 24 horas a trabajar en casa, en remoto, como hemos hecho nosotros u otras grandes empresas tecnológicas, como Google, Microsoft, Amazon, etc. es algo que otros no han podido hacer. Entonces, si sirve de lección, hay grandes compañías, bancos, aseguradoras, sector industrial, etc., que no han podido reaccionar tan rápido porque no estaban preparados para este despliegue y, sin embargo, las tecnológicas hemos sido súper rápidas. En menos de 24 horas desde que tomamos la decisión de que las oficinas estuvieran cerradas, la gente estaba trabajando desde casa atendiendo una demanda muy importante, como hemos tenido en marzo, abril y como continuamos teniendo. Eso es porque, realmente, estamos preparados y la sociedad se ha dado cuenta. El sector y las empresas en general se han dado cuenta de que tienen que disponer de esta cobertura.
Entonces, ¿crees que habrá una reconversión en la forma de trabajar cuando todo esto haya pasado?
Reconversión no. A mí me gusta mucho basarme en datos, en el 2019 el número de dispositivos por persona era ya de cuatro dispositivos: teléfono móvil, tableta, ordenador portátil, ordenador sobre mesa, etc. Hay personas que tienen dos teléfonos, dos sobremesa, dos portátiles, dos tabletas… En 2020 hablamos ya de seis dispositivos por persona de media. Lo que ocurre es que la utilización de los dispositivos cambiará y ya no pesará tanto su uso para el tiempo de ocio, sino que estarán más conectados con nuestro trabajo, con las necesidades productivas de nuestras empresas. Es, en este sentido, donde se va a dar un paso y se va a trabajar mucho durante este año para que, si vuelve a ocurrir una situación similar, en 24 o 48 horas todo el mundo esté preparado.
¿Aquellas empresas que no se digitalicen en un futuro próximo están condenadas a la desaparición?
Las grandes empresas tienen medidas y, en general, económicamente pueden soportarlo. Aún así, si no lo hacen, sufrirán. A mí me preocupa un poco más la pequeña y mediana empresa, el autónomo, que sí debería de tomar estas decisiones y actualizarse lo antes posible. Deben darse cuenta de que, en muchos casos, pueden seguir con su trabajo desde su casa y no necesariamente tiene que estar presentes, digamos, en la oficina. Yo creo que ellos son los que realmente se han dado cuenta de que se tienen que actualizar.
Estamos viendo webs de auto diagnóstico o apps que ayudan a los más pequeños en sus estudios. Pero, sobre todo, la tecnología nos está ayudando a tener cerca a nuestros seres queridos. ¿Hemos encontrado en la peor situación el factor más humano del universo tecnológico?
Sí. Se ha hablado mucho de la mala utilización de la tecnología, en cuanto a este uso commodity al que antes me refería, todos hemos podido ver en muchas ocasiones a las familias y a los niños conectados a la tableta o al teléfono mientras están en un restaurante. Incluso en muchas reuniones de trabajo, en lugar de escuchar al compañero que está hablando, está la gente respondiendo a mensajes en sus móviles, viendo whatsapps … Creo que ahora estamos empezando a darnos cuenta de la importancia que tiene la tecnología bien utilizada. Es ahora, en esta parte más social, donde nos hemos podido conectar todos de una manera muy bonita a través de la cual nos estamos ayudando. Es ahí donde más podemos aportar desde Lenovo, con proyectos de ayuda a todas esas personas que están solas en los hospitales, para que a través de la tecnología puedan tener más cerca a sus familias.
¿Cómo crees que va a cambiar esto a las empresas y las personas?
Va a cambiar. Sin duda, nos va a cambiar. Seguimos siendo los mismos, pero va a cambiar nuestros hábitos de vida. Yo espero que a mejor, seremos más conscientes de la importancia que tiene dar un abrazo, un beso o poder compartir aunque sea diez minutos con alguien. Antes eran cosas cotidianas que no teníamos en cuenta ni valorábamos. Un día de vacaciones en la playa, en la montaña o en el campo es un día más de vida y lo vamos a apreciar. A los pequeños ya se lo enseñaremos. Yo no sé si en un futuro, cuando les digamos: “yo viví la crisis del COVID-19”, ellos dirán: “vaya rollo del abuelo cebolleta”. Pero ahora que lo estamos viviendo tenemos que sacar todas las lecciones, tanto en el aspecto humano como en el aspecto empresarial, que haga posible una sociedad mejor en el futuro. Y vamos a sacar muchísimas. Yo creo que la más importante es disfrutar de todos los momentos que tengamos para compartir con las personas que más queremos, con nuestros compañeros, amigos y familiares.
¿Cuáles crees que serán los retos de futuro una vez que está pandemia haya pasado?
El reto de futuro es que no vuelva a ocurrir. Que estemos más preparados para que, si ocurre, podamos actuar mucho más rápido y que socialmente prioricemos a las personas por encima de todo demás.
Las personas son lo más importante. Yo creo que esta es una de las grandes lecciones. En este sentido, nosotros hemos actuado desde el minuto uno y en Lenovo nos hemos centrado en las personas y en ayudar a todos aquellos que necesitaban la tecnología para que su vida fuera mejor o para que esta pandemia se solucione lo antes posible.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: