A día de hoy, hay aproximadamente 200 millones de personas en el mundo con alguna discapacidad intelectual (CI por debajo de 75). Esta cifra, representa el 2,6% de la población mundial. Tan solo en Madrid, ahora mismo hay 1.500 familias buscando apoyo para sus hijos con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, y la demanda sigue creciendo.
Aunque desde las instituciones se intentan reforzar las ayudas, sobre todo en el ámbito educativo, estas personas necesitan más apoyos, también en diferentes ámbitos a lo largo de toda su vida. Lo que, hasta el momento, es muy difícil conseguir desde una misma institución.
La inclusión de personas con vulnerabilidad psicosocial continúa siendo una misión de toda la sociedad, por la que aún queda mucho por hacer. Es así como se hace más necesaria que nunca la creación de modelos educativos y asistenciales, que sean capaces de acompañar a estas personas en todos los ciclos de su vida creando un servicio integral 360º.
Para avanzar hacia este objetivo, desde algunas entidades sociales llevamos tiempo poniendo en marcha proyectos que transforman los centros escolares. Ahora, el próximo paso debe ser la creación de centros que ofrezcan todos los recursos necesarios, abarcando todas las edades, desde una atención temprana, hasta la transición a la vida adulta, para asegurar así un mayor grado de independencia. Incluso, también un puesto de trabajo, tras una formación personalizada y especializada.
Afortunadamente, y gracias a los apoyos de los tejidos institucionales y empresariales, esto está cada vez más cerca. Tanto es así que, este mes de septiembre, FUNDACIÓN JUAN XXIII se hará cargo de un centro de Educación Especial para personas con discapacidad intelectual y otros trastornos asociados en el corazón de Madrid. En él, se ofrecerá servicios a 70 estudiantes con Necesidades Educativas Especiales, tanto en el Centro Educativo de Educación Especial como en las Aulas Estables, que son aulas de Educación Especial integradas/incluidas dentro de Centros de Educación Ordinaria. Además, se prestarán otro tipo de servicios, como Atención Temprana, Atención Psicológica y Formación para el Empleo.
Con este nuevo centro nuestra entidad completará una asistencia 360º, que cubrirá las posibles necesidades de una persona con discapacidad intelectual y sus familias en todas las fases de la vida. Para ello, además de ofrecer la atención requerida desde las edades tempranas, que complementará los servicios ya existentes de la Fundación, se impartirán multitud de terapias innovadoras.
De este modo, para asegurar el mayor grado posible de independencia en cada persona, se implementarán metodologías personalizadas, más allá de lo educativo, que trabajarán también las facetas cognitiva, emocional y física.
Las instalaciones abarcarán desde una piscina de hidroterapia, a una sala Snoezelen para la estimulación multisensorial, un centro de recursos en neuroterapias con aulas de logopedia y comunicación, así como de fisioterapia, psicomotricidad o para la formación y atención sociofamiliar, entre muchas otras.
Solo asegurando oportunidades de formación y empleo se puede desarrollar el potencial de todas las personas y su toma de decisiones. Por ello, la puesta en marcha de proyectos como este nos proporciona las herramientas necesarias para continuar avanzando hacia la inclusión.
ODS10. Educación con un servicio integral 360º para personas con discapacidad intelectual, ¿es posible?
Artículo de opinión de Javier Arroyo, Director general de FUNDACIÓN JUAN XXIII
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