¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de ASELIP?
Para Urbaser es un gran orgullo formar parte de la Asociación de Empresas de Limpieza Pública y Cuidado del Medio Ambiente Urbano (ASELIP). Nuestra participación pone de manifiesto el compromiso que tiene la compañía con la excelencia operativa de todos sus servicios, así como de mantenerse a la vanguardia del mercado y en poner gran hincapié en mejorar la calidad de los servicios urbanos que prestamos compartiendo nuestro conocimiento con el resto de empresas del sector.
Si todas las empresas ponemos nuestro granito de arena en mejorar nuestras operaciones de manera conjunta, serán los ciudadanos los principales beneficiados.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por el desarrollo de buenas prácticas socialmente responsables en el ámbito ambiental? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La sostenibilidad de nuestras operaciones, junto con ofrecer soluciones para conseguir una economía más circular que responda a los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos son dos de los principales compromisos que tenemos como empresa socialmente responsable.
Particularmente, en Urbaser mantenemos una constante lucha contra el cambio climático buscando el mayor nivel de eficiencia ambiental posible en todas y cada una de nuestras operaciones.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en Urbaser implementamos, desde 2013, el cálculo de la huella de carbono de toda la organización de manera voluntaria. Contamos, además, con un Plan de Mitigación de emisiones que produce nuestra actividad, que se fundamenta en un objetivo: la reducción del 5 % de la intensidad de nuestras emisiones de alcance 1 y 2 en 2022 con respecto a 2017.
Como consecuencia de la apuesta por la eficiencia energética, reducimos la intensidad energética anualmente, lo que se traduce en una reducción de nuestra huella de carbono.
Un gran ejemplo de esta mitigación la llevamos a cabo en instalaciones, donde conseguimos ahorros de energía gracias a medidas como sectorizar y monitorizar los consumos eléctricos, lo que nos permite detectar las áreas que tienen un consumo más elevado de cara a poder optimizarlas; sustituir progresivamente las luminarias convencionales por otras con tecnología LED; e instalar aislamiento térmico en puntos críticos de nuestras instalaciones.
Otra de nuestras líneas de trabajo en esta materia es la flota, donde aplicamos medidas como la optimización de rutas, instalación de equipos de telemetría, control automático de la presión de los neumáticos, uso de neumáticos ECO o la impartición de cursos de conducción eficiente, entre otros.
Además, en Urbaser generamos energía renovable gracias al aprovechamiento energético de los residuos y, adicionalmente, contamos con instalaciones fotovoltaicas que contribuyen también a la generación de electricidad renovable. De esta energía renovable generada, parte es auto consumido en las propias instalaciones de tratamiento, contribuyendo así a la reducción de las emisiones GEI.
Tenemos implantado un plan de renovación gradual de la flota, sustituyendo vehículos que utilizan combustibles fósiles por vehículos de cero y bajas emisiones. Actualmente disponemos de 927 vehículos de bajas emisiones, 516 vehículos cero emisiones y del mayor centro privado de carga de GNV a nivel nacional.
El porcentaje de estos vehículos con respecto al total de nuestra flota se ha visto aumentado en un 34 % en los últimos años, viéndose disminuida la intensidad de emisiones GEI del Grupo debido a la combustión en fuente móvil un 13 % desde 2016. En 2020, el 45,2 % del gas natural vehicular consumido por la compañía ha sido de origen renovable.
¿Cuál es la situación actual de la RSE en vuestro sector y sus principales barreras u obstáculos?
Durante la pandemia, las empresas proveedoras de servicios esenciales hemos dado lo mejor de nosotros para mantener un servicio de calidad, a la vez que manteníamos la seguridad de nuestros empleados, sin perder de vista a los ciudadanos, donde creo que todos hemos intentado aportar a la emergencia social que se ha producido.
Ahora ha llegado el momento de la reconstrucción, de sumarnos a la hoja de ruta marcada por la Unión Europea con el New Green Deal. El reto de la RSE en nuestro sector será colaborar con los gobiernos para implementar esta hoja de ruta.
Nuestro papel debe estar en impulsar este pensamiento circular para transformar el panorama industrial y el comportamiento de los ciudadanos.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu empresa en materia de RSE?
Debemos seguir avanzado en la implantación de las mejores prácticas en ESG como palanca de cambio, para poder convertir nuestros riegos en oportunidades y mejorar nuestro desempeño y las soluciones que ofrecemos en los territorios donde operamos.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Reciclaje y ODS.