El objetivo principal de vuestra Fundación es visibilizar el ictus en nuestro país para reducir su incidencia y consecuencias. ¿Cuáles han sido vuestros grandes ejes de actuación para lograr este objetivo en los últimos años y cómo planeáis vuestro futuro a corto plazo?
El ictus es una enfermedad tremendamente desconocida por la población, seguramente todo el mundo tiene algún caso más o menos cercano, pero si a esas personas les comentas que el ictus es la primera causa de muerte entre las mujeres, que más de 100.000 personas cada año sufren un ictus en España o que 1 de cada 6 personas tendrá un ictus en su vida, seguramente se sorprendan del gran impacto que tiene en nuestra sociedad.
Para luchar contra la enfermedad primero hay que conocerla y ese ha sido el objetivo principal de Freno al ICTUS en los últimos 6 años, visibilizar y concienciar sobre la enfermedad a nuestra sociedad para reducir el impacto que representa gracias a la prevención y su detección temprana.
Hemos trabajado para sacar el ictus a la calle, hacer visible una enfermedad que era completamente invisible a ojos de la sociedad, programas en escuelas, campañas sobre factores de riesgo, acciones de sensibilización a diferentes colectivos, proyectos de salud corporativa y responsabilidad social empresarial, en definitiva hablar del ictus en lugares donde no se hacía, para de esa manera sumar fuerzas con otros colectivos para mejorar la situación.
Actualmente, nuestro primer objetivo a corto plazo pasa por la creación de espacios cerebroprotegidos, lugares con la información y formación necesaria para identificar y actuar en caso de ictus, una persona formada puede acelerar la cadena de supervivencia frente a un ictus siendo el primero en dar la voz de alarma para reducir el drama personal, familiar y social que representa sufrir la enfermedad.
Nuestro segundo objetivo es facilitar la inclusión social y laboral de los afectados por la enfermedad, el ictus es una enfermedad tremendamente discapacitante y la inclusión de la persona en su entorno depende mucho de los programas de ayuda que pueda recibir, la responsabilidad social empresarial tiene mucho que decir en este punto porque gracias a la RSE se pueden desarrollar proyectos que beneficien al colectivo de afectados por la enfermedad.
¿De qué manera basáis vuestra estrategia como Fundación en el establecimiento de alianzas con aliados de diversos ámbitos y sectores económicos en línea con el ODS 17?
Para la consecución de nuestros objetivos es fundamental crear alianzas con la comunidad educativa, sanitaria, científica, política y empresarial, tenemos convenios con sociedades científicas, con salud laboral, industria farmacéutica y de tecnología sanitaria, organizaciones empresariales, universidades y empresas de diferentes sectores de actividad, convenios y apoyos que suman para entre todos mejorar la situación de la enfermedad en la sociedad.
En nuestro ADN está la búsqueda continua de esas alianzas, el ODS 17 nos da un marco donde las organizaciones comprometidas con los objetivos de desarrollo sostenible pueden formalizar las alianzas con otras organizaciones para juntos tener un impacto positivo mayor en la sociedad.
La Fundación Freno al ICTUS y sus diferentes líneas de actuación dan cumplimiento al ODS 3 sobre “Salud y Bienestar” y es gracias a alianzas a través del desarrollo del ODS 17 que conseguimos dar respuesta a las diferentes metas del ODS 3.
Desde vuestra visión transversal, ¿en qué situación se encuentra España en cuanto a prevención del ictus y sus consecuencias se refiere en relación con otros países de nuestro entorno?
La ESO (European Stroke Organisation) ha indicado que en 2035 el número de ictus en la Unión Europea aumentará un 35% y esto es debido a dos factores, envejecimiento de la población y una peor promoción de la salud en nuestro entorno, tanto física como emocional. España, en este sentido, no es diferente al resto de países de la unión, tenemos que seguir trabajando en 4 líneas para reducir ese impacto:
- Concienciar a la población sobre la enfermedad.
- Mejorar la promoción de la salud en nuestra comunidad.
- Reducir su impacto en mortalidad y discapacidad a través de la mejora (reducción de la inequidad entre comunidades) y el conocimiento por parte de la población del sistema “código ictus” de atención urgente.
- Mejorar la inclusión del afectado en su entorno, tanto personal como laboral, en esta línea recordemos que el ictus es una enfermedad tremendamente discapacitante y que está en aumento en adultos jóvenes con el consiguiente impacto que esto tiene para su entorno y la comunidad.
¿Qué valor otorgáis a la puesta en valor, comunicación y difusión de las buenas prácticas socialmente responsables en vuestro ámbito?
Nosotros tenemos un claim que indica: “Buscando el efecto multiplicador en la lucha contra el ictus”. Para conseguirlo es imprescindible que otros se sumen a este objetivo, este se consigue a través de la difusión de las buenas prácticas socialmente responsables ya implantadas en organizaciones, buenas prácticas que muestran el impacto positivo que tienen en la sociedad implantándolas en nuestras empresas.
En este Dosier Corresponsables veremos ejemplos muy claros de cómo empresas de sectores de actividad diferentes se han sumado a la lucha contra la enfermedad con la creación de espacios cerebroprotegidos y con la implantación de proyectos de la “empresa contra el ictus”. El objetivo es que podamos sumar más y juntos podamos cambiar la situación.
¿Qué mensaje te gustaría trasladar a aquellas organizaciones que todavía no colaboren con vosotros, pero quieran impulsar su gestión socialmente responsable en el ámbito de la prevención del ictus y sus consecuencias?
Decirles que las empresas, a través de sus empleados y su alto impacto en la sociedad, son vitales en la lucha contra la enfermedad.
Las organizaciones pueden ser el primer eslabón de supervivencia frente a un ictus y que la sociedad las necesita, una empresa convertida en un espacio cerebroprotegido, un empleado informado y formado que esté de cara a su cliente, el apoyo para facilitar la inclusión del afectado en su entorno,… Son todo prácticas socialmente responsables y que van todas encaminadas a mejorar nuestra comunidad y a reducir el impacto de la enfermedad en nuestra sociedad.
Mi mensaje sería: súmate al efecto multiplicador en la lucha contra el ictus y ayúdanos a ayudar.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Alianzas contra el ictus