La obra social de MartiDerm y Cruz Roja llevamos 9 años juntos cuidando a las personas mayores. Hemos acumulado una experiencia que en cifras supone más de 38.000 personas atendidas y más de 136.000 cremas entregadas. Pero lo que nos interesa transmitiros es sin duda lo que hay detrás de estas cifras. ¿Cómo hemos conseguido que sea un proyecto integrado en el propósito de la empresa? Vamos a transmitiros nuestras claves, esperando que os resulten inspiradoras.
Hablemos en primer lugar de relación con los valores. Nuestro interés por las personas mayores se apoya en nuestros valores. nuestro Código ético habla de vocación de cuidado. También en la filosofia smartaging , que ayuda a promover un estilo de vida saludable y por tanto un envejecimiento saludable.
Otra clave que sin duda fortalece la alianza es la relación con la actividad. La relación con la actividad es doble: por un lado porque proporcionamos un kit de productos especialmente adecuados para las necesidades dermatológicas de las personas mayores (crema para pesadez en las piernas, para irritaciones y picadas, para cuidar manos y zonas delicadas). Y por otro lado, porque tenemos un producto solidario que respalda con el 100% de su margen nuestra acción social. La crema de manos, lanzada en 2008, ha impulsado el crecimiento de la obra social. Tener un producto solidario es un ejemplo de RSC integrada en la actividad de la empresa. El producto solidario no es tanto un incentivo comercial sino un compromiso interno a largo plazo que abarca a toda la cadena de valor. Destacar que tanto los productos del kit dermatológico como el producto solidario son productos del portfolio MartiDerm, de ahí la relación con la actividad.
En tercer lugar y no menos importante podemos hablar de una manera especial de sumar valores con la ONG. En este caso pensamos que conseguimos ampliar el concepto de CUIDADO: cuidado de la piel + cuidado emocional. El cuidado emocional surge del contacto directo con las personas mayores a través de las actividades de formación sobre el cuidado de la piel. Hasta la pandemia hemos realizado talleres formativos en todas las provincias donde entregamos producto, unas 35 por año. Así, nuestra acción consiste en consejos para el cuidado de la piel de las personas mayores unidos a productos que les ayudan en esta misión. Hemos compensado la falta de actividad presencial con vídeos formativos; pero no solo esto, hemos querido ir más lejos ofreciendo algún soporte emocional en estos momentos especialmente duros para las personas mayores.
El año pasado les pusimos un tarjetón con un mensaje de apoyo en la bolsa de productos, y este año pueden encontrar un mensaje de apoyo en redes sociales el día 1 de cada mes, haciendo que el día internacional de las personas mayores sea no solo el 1 de octubre sino que lo tengamos presente todo el año.
El esquema básico de la RSC es común a muchas empresas y suele hablar de solidaridad, pero el éxito está en personalizarlo para integrarlo en el propósito de la empresa. Esperamos que estás líneas que relatan nuestra experiencia os resulten de ayuda.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de Cruz Roja.