Formando parte del II Congreso Iberoamericano de Responsabilidad Social tuve el gusto de presentar la ponencia “Educación Prenatal, Iberoamérica y Responsabilidad Social Empresarial”.
El Congreso, celebrado del 14 al 16 de abril de 2021 en modalidad virtual, estuvo organizado por EmpresAbility, Movimiento Iberoamericano de Responsabilidad Social.
El objetivo de mi ponencia fue triple. Por una parte, transmitir un mensaje muy sencillo y muy potente al mismo tiempo: Que las empresas pueden desempeñar un gran papel en la Educación Prenatal:
- En el marco de su RSE “interna” difundiendo la Educación Prenatal entre sus empleados, ayudándoles así a convertirse en mejores padres/madres ante el reto de tener un nuevo hijo.
- En el marco de su RSE “externa” impulsando iniciativas de Educación Prenatal en la sociedad, y promoviendo su importancia (estrechamente relacionada con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de manera especial con los ODS 1, 3, 4, 5, 16 y 17).
El segundo objetivo de mi intervención fue explicar brevemente qué es (y qué no es) la Educación Prenatal, y su enorme importancia tanto para las personas como para las sociedades.
La Educación Prenatal a la que me referí en mi intervención se ocupa de la preparación a la concepción, la concepción, el embarazo, el parto/nacimiento y la lactancia (aunque genuinamente de las tres primeras etapas), y NO debe ser confundida con otros conceptos tales como estimulación, aprendizaje, instrucción o adoctrinamiento prenatales.
Por el contrario tiene lugar de forma natural, por lo que podemos denominarla también “Educación Prenatal Natural”.
Quienes deseen profundizar más en ella les recomiendo visitar la web de la Asociación Nacional de Educación Prenatal (ANEP).
Un reto y una llamada a la acción
El tercer objetivo de mi ponencia fue hacer una llamada a la acción, lanzando un reto a empresas y organizaciones innovadoras (públicas, privadas, de la sociedad civil, academia, medios de comunicación…) que quieran llevar a cabo este apoyo a la Educación Prenatal a través de su Responsabilidad Social Empresarial y de su implicación en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Un reto que sin duda merece la pena afrontar, porque (y cito aquí una frase que me impactó desde el primer momento en el que la leí) “el mundo que dejemos a nuestros hijos dependerá de los hijos que dejemos a nuestro mundo”.
Un reto que ciertamente contribuirá eficazmente a hacer de éste un mundo mejor, más saludable, próspero y sostenible.