Los entornos laborales son un reflejo de una sociedad cada vez más plural, y gestionar esa pluralidad ya no es opcional, sino que ha de hacerse visible, reconocerla y valorarla. Por este motivo, Red Acoge lleva 13 años trabajando en el fomento de políticas integradoras de la diversidad cultural como eje generador de valor en las empresas con el objetivo principal de potenciar el desarrollo de entornos inclusivos, que incorporen y gestionen la diversidad.
Para mejorar la adaptación de los entornos laborales a una realidad diversa y multicultural que garantice la igualdad, la equidad, la inclusión y el respeto a la diversidad de las personas que forman parte de las organizaciones, así como de las comunidades y mercados a las que dan servicio, es imprescindible no solo la incorporación de medidas o planes de diversidad, sino también la medición de esa gestión por parte de las empresas.
La medición supone una necesidad incuestionable siendo la única forma de conocer el impacto de las estrategias y acciones que se emprenden por parte de las empresas y si éstas están alineadas con los objetivos de negocio, el propósito corporativo y las exigencias y demandas de los grupos de interés. Solo así se puede avanzar y reorientar las prioridades para asegurar el cumplimiento de los objetivos estratégicos de las corporaciones.
Para ello, en 2016 se creó el Índice de la Diversidad y la Inclusión – este año presentamos la V Edición – como instrumento innovador de medición de la gestión de la diversidad para las empresas, de todos los tamaños y sectores, que permite conocer el avance en el desarrollo de la gestión de la diversidad y favorecer la transferencia de conocimiento entre distintos agentes del panorama empresarial.
Además, el Índice D&I tiene un enfoque transversal e inclusivo, teniendo en cuenta cinco expresiones de la diversidad -género, edad, discapacidad, origen étnico y cultural, orientación sexual e identidad de género- para atender a las necesidades de un mundo global que necesita cada gota de talento para conformar la inteligencia colectiva. Por ello, seguimos trabajando para sensibilizar sobre los beneficios que la diversidad cultural aporta en los entornos laborales y ofreciendo distintas estrategias para superar los retos que supone para las empresas la gestión de la diversidad.
La metodología de análisis se basa en un cuestionario que consta de 70 preguntas de breve respuesta distribuidas en cuatro categorías de las que se extrae información sobre la composición de la plantilla, el compromiso corporativo y las medidas de gestión de la diversidad, tanto de carácter externo como interno, llevadas a cabo. El análisis de los datos extraídos se plasma en un documento general que se publica de manera anual y que recoge los resultados globales de la empresas participante, y en informes individuales y confidenciales que se entregan a las empresas participantes.
Para las empresas la participación en el índice supone construir reputación y avanzar en la creación de espacios laborales inclusivos, mostrar públicamente su compromiso con la gestión de la diversidad y la inclusión, el reconocimiento expreso a las empresas que destacan en su promoción la disposición de una hoja de ruta que facilite la creación de entornos laborales inclusivos en relación a las cinco variables de diversidad que aborda el análisis y poner en valor la experiencia empresarial y buenas prácticas.
Además, la participación en el Índice D&I es gratuita, dado que la herramienta se enmarca en el proyecto Sensibiliza: gestión y medición de la diversidad cultural en los entornos laborales, financiado por Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y Fondo Social Europeo.
A lo largo de más de una década de análisis, se ha observado que hay dimensiones de las organizaciones en las que el potencial de la diversidad queda inexplorado, pero también ha permitido constatar que cada vez son más las empresas comprometidas en el avance hacia modelos cada vez más inclusivos. Por ello la alianza entre el tejido empresarial y el tejido asociativo es imprescindible para continuar avanzando hacia una sociedad y entornos laborales en los que la diversidad sea el motor de cambio, de transformación social y de desarrollo humano.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables – MAYO 2021: Mes Europeo de la Diversidad