¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué esperáis conseguir con ella?
Desde el primer momento, no dudamos en unirnos a la Alianza País Pobreza Infantil Cero. Creemos que la situación en la que los niños nacen y crecen condiciona su futuro y repercute en el desarrollo de todo el país, por lo que mejorar las condiciones de pobreza en las que viven 1 de cada 4 niños en España debe ser una prioridad para todos.
Pretendemos poner nuestro grano de arena y sumar fuerzas con otras instituciones para romper el círculo de la pobreza infantil y conseguir que todos los niños y niñas puedan crecer sanos y seguros.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por las buenas prácticas socialmente responsables en el ámbito de la infancia más vulnerables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
En la filosofía de ING el compromiso social es algo innato. El banco se apoya en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para apostar por el fin de la pobreza y del hambre, por la educación de calidad, la igualdad, el respeto por el entorno y medio ambiente, así como la paz y la justica. En ING contribuimos con los 17 ODS a través de nuestros clientes, los proyectos que financiamos y los servicios financieros que ofrecemos.
Siempre hemos trabajado en mejorar la educación de los niños y jóvenes porque creemos que con una educación de calidad pueden convertirse en agentes del cambio para mejorar su futuro y el de sus comunidades. A lo largo de los años hemos llevado a cabo diferentes programas con este objetivo en colaboración con UNICEF y diferentes fundaciones.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Una de nuestras alianzas principales es con UNICEF, con quien llevamos trabajando desde 2005 por los derechos de los niños y jóvenes que más lo necesitan, fomentando una educación de calidad, ya que consideramos que esta es la vía para acabar con la pobreza e impulsar el progreso de la sociedad.
Hasta 2015 trabajamos con esta agencia de las Naciones Unidas en el programa ING Chances for Children, que logró mejorar la vida de más de un millón de niños a través de la educación. Ese año pusimos en marcha Power for Youth, un programa a través del que estamos proporcionando las herramientas necesarias para mejorar su futuro y el de sus comunidades a cientos de miles de jóvenes de Nepal, Zambia, Filipinas, Indonesia, Vietnam, China, Kosovo y Montenegro.
Por otro lado, colaboramos desde hace 20 años con la fundación Junior Achivement para promover la educación financiera y el espíritu emprendedor entre niños y jóvenes, acercándolos a la gestión autónoma y responsable de sus finanzas personales, así como al mundo laboral. En esta iniciativa han participado cientos de profesionales de ING como voluntarios.
¿Cuál es la situación actual de la gestión socialmente responsable en vuestro sector económico?
El compromiso del sector financiero español con una gestión responsable es cada vez más significativo y la pandemia ha mostrado que somos una parte fundamental para poder salir adelante. En ING la gestión responsable impregna todo lo que hacemos. Para nosotros es muy importante porque nos permite contar con procesos responsables en tres ejes fundamentales: profesionales, clientes y sociedad.
Algunos de los ejemplos que demuestran nuestro compromiso responsable los podemos encontrar en nuestro modelo de trabajo 100% flexible, unos productos sencillos y transparentes para nuestros clientes y el compromiso con las necesidades que tenga la sociedad, como ha sido en el caso de la pandemia, en donde hemos podido donar gracias a la ayuda de nuestros profesionales y clientes casi dos millones de euros a UNICEF, para la compra de material sanitario.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de gestión responsable?
Otra área de trabajo muy importante para nosotros es la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. Nuestro reto en esta materia es jugar un papel activo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Contamos con el Proyecto Terra, nuestra hoja de ruta en el camino para la descarbonización de la economía. Nos guía a la hora de medir el impacto medioambiental de nuestra cartera crediticia y tomar decisiones para financiar o no ciertos proyectos o empresas.
Por otro lado, nuestra nueva sede, ING MAD, también está diseñada en línea con nuestra filosofía sostenible. Fomenta el consumo responsable de agua, está construida con materiales reciclados, tenemos paneles solares, aparcamiento para vehículos eléctricos y cuenta con la máxima certificación LEED Platinum.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.