Aunque el precio de la factura de la luz es algo que siempre preocupa a la mayor parte de la población, es cierto que en las últimas semanas este ha sido un tema que no ha dejado de sonar en los medios y se ha colado con más fuerza en las conversaciones de nuestro día a día. El hecho de que, coincidiendo con la bajada de temperaturas, subiesen los precios de la luz provocó mucha incertidumbre y descontento entre miles de personas en nuestro país.
Porque si hay algo que nos preocupa realmente a la hora de tomar decisiones sobre el suministro de energía eléctrica de nuestro hogar es cómo elegir el tipo de tarifa que nos haga gastar en luz lo menos posible cada mes. ¿Es la opción ideal la de los precios variables en función de las subidas y bajadas del mercado? ¿O por el contrario es mejor una tarifa estable que me permita saber de antemano el precio de la energía que voy a pagar porque sea invariable? ¿Y qué pasa con a las tarifas con discriminación horaria? ¿Cómo funcionan? ¿Me permitirían ahorrar más a determinadas horas del día?
Lo primero que debemos tener en cuenta para la elección de una tarifa u otra es nuestro estilo de vida y el consumo que hacemos en nuestro hogar: el uso habitual de aparatos eléctricos, las horas en las que solemos estar en casa… Por ello, es importante que conozcamos cada una de las opciones de las que disponemos antes de tomar la decisión final.
Las tarifas que ofrecen precios indexados suponen una variación del precio del kilovatio hora (kWh) de 24 veces al día, con un precio diferente a cada hora. Es decir, el precio de la energía fluctúa en relación al mercado. Esta opción, que es la que ofrece el mercado regulado y también algunas comercializadoras de libre mercado, cuenta con la ventaja de que, cuando los precios de la luz están muy bajos, pagaremos menos, pero debemos tener en cuenta que al contrario sucede lo mismo, y nuestra factura de la luz subirá cuando el mercado esté al alza. Y eso es lo que ha pasado a inicios de 2021. El consumidor no puede estimar a ciencia cierta cuánto pagará cada mes, pero se asegura que paga la luz al precio de coste real en el mercado.
Por otro lado, las tarifas con precios estables sólo están disponibles en aquellas comercializadoras que trabajan bajo los parámetros del mercado libre, y son aquellas que permiten a las comercializadoras ofrecer un precio fijo a todas las horas, lo que se traduce en pagar exactamente lo mismo por el kilovatio, independientemente del momento del día en el que lo consumamos. Podemos encontrar tarifas estables con precios muy competitivos que son ideales para las personas que pasan mucho tiempo en casa a lo largo del día haciendo uso de aparatos electrónicos o con la luz encendida, y esto en los últimos meses, debido al teletrabajo, se ha convertido en una tendencia creciente.
En cuanto a las tarifas con discriminación horaria o DH, lo que se pretende es buscar una oferta energética más barata en determinados momentos de la jornada. La opción más común para un hogar medio en España dentro de estas tarifas es aquella que divide el día en dos franjas horarias: Punta (el kWh más caro), de 12:00 horas a 22:00 horas en invierno y de 13:00 horas a 23:00 horas en verano, y Valle (kWh más barato), que incluye las horas nocturnas, siendo estas siempre más económicas. Si pasas la mayor parte del día fuera de casa y haces un consumo de energía mayor en esas horas nocturnas, esta puede ser una opción ideal para ti.
Y si tienes coche eléctrico o calefacción eléctrica con acumuladores de energía, tienes que saber que existe una opción dentro de las tarifas con DH que puede compensarte aún más, ya que a los dos períodos anteriores añade un tercero, Súper Valle, entre la 1:00 horas y las 7:00 horas, con precios aún más bajos para que aproveches, por ejemplo, a cargar el coche en esas horas de la madrugada, que suelen coincidir con las de descanso.
Tanto las comercializadoras de mercado libre como en las de mercado regulado pueden ofrecer tarifas con DH, pero en el segundo caso cabe tener en cuenta que el precio cambiará también cada hora, como sucede con los precios indexados. En cambio, las comercializadoras de mercado libre pueden ofrecerte precios fijos para cada franja horaria.
Teniendo en cuenta las diferentes opciones que tenemos, somos los propios consumidores los que debemos hacer un análisis de nuestras rutinas, nuestros hábitos y el tiempo que pasamos en nuestro hogar. Pero en resumen podemos decir que para aquellas personas que pasan muchas horas fuera por trabajo y en cuya casa no hay nadie durante prácticamente todo el día, les compensará más apostar por una tarifa con discriminación horaria, ya que los momentos de estar en casa serán más bien por la noche, cuando acabe la jornada laboral y cuando baja el precio de la energía de este tipo de tarifas. Sin embargo, para quienes teletrabajan, usan ordenadores, cocinan durante el día y aprovechan para poner lavadoras, por ejemplo, una tarifa estable será la mejor opción, ya que con ella se aseguran pagar lo mismo durante todo el día. Y si prefieres pagar menos cuando en el mercado la luz es más económica (y viceversa), sin importar tus horarios o estilo de vida, ya sabes que las tarifas con precios indexados son tu mejor opción.
Además del precio, es importante buscar también valores añadidos en la comercializadora que elijas para llenar de energía tu hogar, como que apueste por la energía verde no contaminante, cuidando así del planeta, que no te imponga cláusulas de permanencia o que sea una empresa con un compromiso social sólido y así la luz que consumes sirva para mejorar el mundo. Puedes encontrar muchas opciones, ya que el mercado es libre y existen muchas comercializadoras de energía, pero JUAN ENERGY, la única comercializadora de España sin ánimo de lucro, es la única que puede ofrecerte todo esto ahora mismo: ahorro, luz 100% verde, sin permanencia y 100% solidaria.