En su mensaje de año nuevo, António Guterres destacó que la COVID-19 ha puesto patas arriba nuestra cotidianeidad provocando una oleada de aflicción que ha convertido al año 2020 en un escenario lleno de “adversidades, tragedias y lágrimas”.
“La COVID-19 ha desestabilizado nuestras vidas y sumido al mundo en el sufrimiento y el dolor. Muchos seres queridos han perdido la vida – y los estragos de la pandemia continúan, con nuevas olas de enfermedad y muerte. La pobreza, la desigualdad y el hambre están creciendo. Los trabajos desaparecen y las deudas aumentan. Niños y niñas sufren dificultades”, enumeró.
A todas estas dificultades añadió el incremento de violencia en el hogar y la inseguridad.
Pese todas estas adversidades, el Secretario General dio un voto de confianza al optimismo y destacó que para el año que viene “se atisban rayos de esperanza” como lo siguientes:
- Gente que tiende una mano amiga a vecinos y a extraños
- Trabajadores de primera línea que lo dan todo
- Científicos que desarrollan vacunas en un tiempo récord
- Países que asumen nuevos compromisos para prevenir la catástrofe climática
Para conseguir que estas expectativas se materialicen en todo el mundo, Guterres invocó al trabajo colectivo “en un espíritu de unidad y solidaridad”.
“Esa es la lección de este año tan difícil. Tanto el cambio climático como la pandemia de COVID-19 son crisis que solo podemos abordar desde la unidad, como parte de una transición hacia un futuro inclusivo y sostenible”, apuntó.
Lograr la neutralidad de las emisiones de carbono mediante una alianza mundial
Por ello, señaló que el “objetivo central” de la ONU para el próximo año es formar “una coalición mundial para la neutralidad en emisiones de carbono de aquí a 2050”.
Guterres invitó a participar en esta alianza a todos los Gobiernos, ciudades, empresas e individuos ya que “pueden desempeñar un papel en el logro de este objetivo” y a reconciliar a la humanidad con la naturaleza en tres frentes: desafiando a la crisis climática, impidiendo la transmisión de la COVID-19 y convirtiendo al 2021 en un año de curación.
“Unámonos para hacer las paces entre nosotros y con la naturaleza, enfrentemos la crisis climática, detengamos la propagación de la COVID-19, y hagamos del 2021 un año de sanación. Sanación del impacto de un virus mortal. Sanación de economías y sociedades rotas. Sanación de las divisiones. Y empecemos a sanar nuestro planeta”, destacó.