Estamos atravesando una crisis social y sanitaria sin precedentes; un escenario al que nunca nos habíamos enfrentado. Y es que el Covid-19 afecta a todos los agentes de la sociedad: empresas (sin discriminación de sectores), administraciones, ciudadanos… independientemente de la geografía. Todo ello acompañado de una gran sensación de incertidumbre, tanto en el ámbito de la salud como en lo referente a la situación económica presente y en el futuro más cercano.
En Henkel, es precisamente esta incertidumbre a la que hemos querido dar respuesta, proporcionando a todos nuestros grupos de interés información clara y activa sobre las medidas de la compañía para contribuir al bienestar social ante esta pandemia. Y, ahora más que nunca, poniendo el foco en nuestros empleados y garantizando siempre su salud y seguridad.
Ya con la detección de los primeros casos de contagios por Covid-19 en España, en Henkel Ibérica establecimos un Comité de Crisis para evaluar la situación y tomar todas las medidas necesarias para detener el avance del virus, garantizar la seguridad de nuestros empleados y continuar con el desarrollo del negocio. Entre todas estas medidas está el fomentar, desde el inicio de la crisis, el teletrabajo como una eficaz medida de prevención ante el contagio (actualmente, y a pesar de haber comenzado la desescalada, todos aquellos empleados, en todos los centros, cuyo puesto y cometido permite realizar el trabajo desde casa, lo están haciendo). Y cuando el teletrabajo no es una opción factible, como es el caso de empleados en los centros de producción y logística, algunas de las medidas implementadas son la entrega de kits con materiales de uso obligatorio (mascarillas, geles hidroalcohólicos o guantes), intensificación de la desinfección y de la limpieza de las instalaciones, sobre todo de las zonas más concurridas; reorganización de los horarios para reducir el número de trabajadores en el mismo espacio, mantener las distancias de seguridad o tomar la temperatura antes de acceder a los centros.
Pero además de garantizar la seguridad y la salud de las personas, la comunicación activa y transparente también ha sido una de nuestras prioridades. Tan importante es tomar las decisiones correctas en cada momento, como trasladarlas de la manera adecuada. Para ello hemos desarrollado una estrategia compuesta de dos fases:
- La Fase 1, o fase de emergencia, engloba desde el principio de la crisis hasta el inicio de la desescalada anunciada por las autoridades. En esta primera fase coordinamos el esfuerzo de todos los departamentos y centros de trabajo para establecer los diferentes protocolos de seguridad y medidas extraordinarias. Los objetivos principales eran hacer llegar todas estas nuevas medidas a los empleados y, sobre todo mantener al equipo unido a pesar de la distancia y con mensajes de tranquilidad y ánimo.
- La Fase 2, o fase de transición, engloba desde el inicio de la desescalada, hasta el próximo 30 de junio. A pesar de continuar promoviendo el teletrabajo y las medidas de distanciamiento social. En esta fase hemos querido continuar fortaleciendo la relación con nuestros equipos (con contenido mucho más ameno y acciones específicas para su bienestar físico y emocional tras el confinamiento) y también educarlos sobre la importancia de seguir manteniendo el distanciamiento y actuar de una manera responsable para evitar un repunte en los contagios en la sociedad.
En cada una de las fases hemos adaptado los mensajes a los diferentes públicos internos y a través de canales específicos, trabajando la comunicación en base a cada situación.
¿El resultado? Un equipo comprometido, consciente de la importancia de asegurar que nuestros productos y tecnologías de primera necesidad lleguen a todos los supermercados y la industria, y estén disponibles para la sociedad en una situación tan difícil como la que estamos atravesando.