El año 2020 nos ha sacado a todos de nuestra zona de confort, incluso nos ha sacado, en muchos casos, de la zona real de seguridad y bienestar. Es algo que ha sucedido a nivel económico, laboral y social. Y si algo nos ha enseñado la experiencia de vivir una pandemia es que no podemos atravesarla solos, necesitamos una red de apoyo y una estructura que nos sustente y proteja, sobre todo a algunos colectivos especialmente vulnerables.
Por eso, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, me gustaría recordar que las empresas tenemos una responsabilidad y un compromiso ineludibles para, precisamente, poder contribuir a esa estructura que incluya en términos reales a las personas con algún tipo de discapacidad.
Está en nuestra mano, en nuestras organizaciones y equipos, promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural. Este objetivo así descrito por la ONU, y refrendado en 2006 en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, debería ser una obligación en todas las compañías.
En Vitaldent nos encontramos dando esos primeros pasos y ya hemos empezado a vivir una experiencia muy enriquecedora gracias a la colaboración con Asprona, asociación que ofrece atención a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias. Gracias al acuerdo con esta asociación hemos integrado durante varios meses a dos asociados de Asprona con diferentes capacidades en una de nuestras clínicas en Albacete, para la realización de prácticas no laborales de plena inclusión.
Ambos pasaron enseguida a estar plenamente integrados en el equipo de clínica, también en lo más humano y personal.
Fruto de esta colaboración, el equipo de Albacete ha recibido además formación para adquirir conocimientos que faciliten la atención a pacientes con discapacidad intelectual o del desarrollo, que capacita y ofrece una sensibilidad a veces muy necesaria para su bienestar e integración.
Además, en algunas clínicas como en León, el acuerdo de Asprona con Vitaldent permite que todas aquellas personas que pertenezcan a la asociación pueden beneficiarse de descuentos en sus tratamientos. Y un porcentaje de la recaudación de los tratamientos en Vitaldent León se donará a la entidad.
Esta colaboración es solo el principio de muchas. Queremos seguir creciendo, también a nivel humano, y enriquecernos de nuevas experiencias que contribuyan al equipo y a la familia Vitaldent. Porque generando nuevas oportunidades nos damos a nosotros mismos la posibilidad de desarrollarnos, pero también hacemos posible que el desarrollo y la igualdad de oportunidades sea más sencillo para quienes, a priori, lo tienen menos fácil. Abrirles nuestras empresas puede significarlo todo: abrirles una puerta a la integración y a la normalidad.