Entrevista con Jennifer Motles – Chief Sustainability Officer en Philip Morris International, para charlar sobre la política de responsabilidad social y de su compañía, su apuesta hacia un futuro sin humo y sus objetivos medioambientales
¿Cuáles son las principales líneas de la política de RSC de Philip Morris?
Antes que nada, muchas gracias por concederme esta entrevista.
Cuando pensamos en la sostenibilidad de una empresa tabaquera, más allá de los temas medioambientales, sociales, de gobernanza, etc., todo el mundo piensa en ese “secreto a voces” del que quizás nadie habla: el hecho de que vendemos un producto que es muy dañino.
Desde el principio, el núcleo de toda nuestra estrategia y el aspecto más importante, es ser capaces de responder a que, el impacto más negativo que nuestra compañía genera es el efecto en la salud de los productos que vendemos. Por este motivo, cuando me preguntas cuál es nuestra estrategia desde el punto de vista de sostenibilidad, lo primero y lo más importante de todo es que se centra en reemplazar los cigarrillos con el objetivo de hacer del acto de fumar algo obsoleto, ofreciendo nuevas soluciones y tecnologías para abordar este daño. A partir de ahí, y partiendo de esa base, vamos más allá, reduciendo nuestro impacto negativo en ámbitos como en medioambiental o el social en toda la cadena de valor: desde el cultivo de tabaco hasta que se consume el producto.
El último informe de Sostenibilidad de la compañía confirma su apuesta hacia un futuro sin humo ¿cómo van a lograrlo y qué plazo se han marcado?
Es una gran pregunta porque muchos saben que estamos trabajando en ello, pero no conocen exactamente cómo lo vamos a hacer y cuándo.
Por este motivo, cuando decidimos transformarnos, para aportar transparencia y visibilidad a todo el proceso, decidimos en 2016 introducir estas Métricas de Transformación del Negocio que miden y muestran con exactitud cómo la compañía está cambiando sus recursos hacia un nuevo modelo de negocio. La transformación no sólo consiste en eliminar los cigarrillos y ofrecer un nuevo producto, sino que esto está suponiendo un cambio real en toda la cadena de valor. Nuestras antiguas fábricas de cigarrillos, se han transformado para hacer otro tipo de productos. El modo en que comercializamos estos productos también es completamente diferente y, al incorporar un componente electrónico importante, se requiere un diseño ecológico y muchos otros nuevos aspectos.De este modo, en las Métricas de Transformación de Negocio puedes ver, por ejemplo, el descenso en el volumen de las ventas de cigarrillos a lo largo de los años y, al mismo tiempo, el aumento en el volumen de los nuevos productos. También puedes ver el número de fábricas que están siendo transformadas, y como está creciendo la cuota de mercado en relación a los consumidores que están cambiando hacia los nuevos productos.
Esto es algo que hemos ido informando a lo largo de los últimos cuatro años, pero la gran pregunta es ¿cuándo dejaremos de vender cigarrillos? La razón por la que aún no hemos puesto una fecha concreta es porque el tabaquismo es un problema sistémico y eso significa que diferentes partes de la sociedad tenemos que trabajar juntas para solucionarlo. A día de hoy, hay más de 1.000 millones de fumadores, y si me preguntas cuándo Philip Morris va a dejar de vender cigarrillos, esto va a depender del marco regulatorio, del nivel de conocimiento de los nuevos productos y del trabajo conjunto con ONGs y con la comunidad científica. Si todos estuviéramos alineados y trabajando en la misma dirección, creemos que en unos 10 o 15 años podríamos tener un mundo sin cigarrillos, y este es nuestro objetivo.
¿Qué porcentaje de sus ingresos proviene de las alternativas sin humo y en qué mercados han encontrado una mayor acogida?
Por el momento, casi un 80% de los beneficios provienen de los productos de combustión, es decir, de los cigarrillos. Pero esto está cambiando rápidamente y esperamos que para el 2025 alrededor del 40% provenga de los nuevos productos. En este sentido, creemos que el cambio va a ser cada vez más rápido y, además, podremos medir cómo va sucediendo.
Una de las acciones que están llevando a cabo son los Programas de Prevención del Acceso Juvenil ¿en qué consisten y qué alcance están teniendo?
Esto es muy importante ya que, a la vez que introducimos nuevos productos que son mejores alternativas para nuestros consumidores también queremos, por un lado, maximizar las ventajas que estos productos pueden aportar a los fumadores, la sociedad y la salud pública y, por otro lado, minimizar consecuencias indeseadas. Con esto queremos hacer referencia a aquel porcentaje de población para los que estos productos no están destinados, como por ejemplo los jóvenes. Por tanto, ¿qué podemos hacer para prevenir al máximo el acceso por parte de los jóvenes a estos productos?
Lo que hemos hecho desde 2019 es desarrollar un nuevo código de comercialización, que establece una serie de medidas estrictas de cómo vamos a comercializar nuestro producto y a quién se lo estamos vendiendo. Somos muy claros en que estos productos son para fumadores adultos, por tanto, no los vendemos a no fumadores y, por supuesto, ponemos todos los esfuerzos para evitar el acceso de los jóvenes a estos productos.
Adicionalmente, para 2023 nuestros productos novedosos llevarán un sistema de verificación de edad y solo se podrán desbloquear si la persona supera la edad legal para consumirlos. También hemos introducido en ciertos mercados el concepto de mistery shoppers que visitan los locales y comprueban que nuestras políticas y medidas para prevenir acceso de los jóvenes se están implementando de la manera debida (por ejemplo, se comprueba que se revisa el DNI, que se realizan preguntas para determinar si las personas son fumadoras o no, etc.).
¿Qué objetivos medioambientales se ha marcado Philip Morris a corto-medio plazo y qué medidas se han tomado para alcanzarlos?
Como comentaba al principio, nuestra compañía tiene una gran huella medioambiental, por eso, a la hora de decidir dónde destinar los recursos, tenemos que tener en cuenta dónde podemos tener el mayor impacto para poder marcar una diferencia.
En este punto, el Materiality Assessment, nos ha permitido determinar tanto las expectativas de las partes interesadas como las áreas dónde Philip Morris puede tener un mayor impacto, hemos identificado la relevancia del impacto en el clima. Para gestionar el cambio climático tenemos que implementar un proceso de des-carbonización de nuestras operaciones y de toda la cadena de valor. En este sentido, lo que hemos hecho ha sido establecer un objetivo de neutralidad de carbono de alcance 1 y 2 (hace referencia a las operaciones directas de Philip Morris) para 2030 y de neutralidad de carbono de alcance 1, 2 y 3, es decir, en toda nuestra cadena de valor, para 2050, en línea con los Acuerdos Climáticos de París.
Adicionalmente otros dos aspectos relevantes para nosotros en términos de impacto y donde podemos marcar una diferencia es en la prevención de residuos. Hay mucha regulación en este sentido y también en la Unión Europea, relacionada con los plásticos o la contaminación. No es un secreto que las colillas de los cigarrillos son uno de los mayores generadores de desechos del mundo, y en este sentido, lo que estamos haciendo es poner en marcha mecanismos para prevenir los desechos procedentes de nuestros productos mediante la promoción de un comportamiento adecuado entre nuestros consumidores. Nuestro objetivo es que para 2025 reduzcamos en un 50% el plástico de nuestros productos (vs. 2021).
El último aspecto relacionado con la gestión de los desechos hace referencia al propio diseño de los nuevos productos. Cuando desarrollamos estos productos –diferentes a los cigarrillos- hay un gran componente electrónico y un componente de diseño. Nuestra intención es ofrecer un producto que sea una alternativa menos dañina y mejor para el consumidor, pero aparte de esto, que sea mejor en términos de consumo. En este sentido, ¿qué ocurre cuando ya se ha consumido el producto?, ¿qué pasa con ese desecho?
Lo que hemos estado haciendo los últimos años -desde que introdujimos directrices para implementar un diseño ecológico de los productos y su circularidad- fue integrar la circularidad desde el desarrollo del producto, mejorando la eficiencia, la posibilidad de reciclaje y reforzando la recolección del producto. Nos aseguramos que los materiales que usamos se pueden volver a usar y reutilizar, pero también nos aseguramos de que nuestros consumidores tengan la posibilidad de llevarlos a un punto para ser recogidos. En muchas ocasiones, lo que ocurre es que cuando un usuario -especialmente con productos electrónicos- no quiere seguir usando un dispositivo lo deja en un cajón, o lo desecha sin que se recoja y sin que luego se pueda reciclar. Nuestra meta es que para 2025 el 100% de nuestros consumidores tengan acceso a centros colectores y también que el 100% de nuestros productos libres de humo tengan certificación de diseño ecológico.
¿Cómo garantizan el bienestar de las comunidades dedicadas al cultivo de la hoja de tabaco adquiridas por su compañía?
Los cultivadores de tabaco son muy importantes para nosotros y como compañía, nuestra apuesta por el tabaco va a seguir siendo decidida en los próximos años. Como retos claves de futuro, se encuentra la reducción de los volúmenes de cigarrillos, así como la menor necesidad de tabaco en los nuevos productos y el impacto que puede tener en el cultivo. El otro aspecto, es que la mayoría de países que cultivan tabaco son países en vías de desarrollo o extremadamente pobres, por lo que no tienen la infraestructura ni el ecosistema para dar a la población una buena calidad de vida.
Por todo ello, tenemos que considerar A/ cuál es la fuente de los ingresos y B/ cuál es el ecosistema en el que viven. De este modo podemos contribuir a que tengan salarios que les permitan llevar una calidad de vida adecuada. En Philip Morris estamos comprometidos al 100% para asegurar que todos los agricultores tengan una calidad de vida digna y lo que hacemos es identificar cómo podemos apoyarles para conseguirlo.
Cuando los agricultores no tienen buenas condiciones, pueden cometer acciones ilegales relacionadas con el trabajo infantil, trabajo forzado o con el hecho de pagar menos a sus empleados. Por este motivo, hay que ir a la raíz del problema para entender por qué ocurre y por qué no ganan lo suficiente para vivir. En este punto lo que hacemos es trabajar en programas de diversificación para ayudarles en la transición a otro tipo de cultivos que puedan permitirles ganarse la vida. Por otro lado, les ayudamos en eficiencia agrícola: muchos de estos agricultores tienen tierras pequeñas y, gracias a nuestro Programa de Buenas Prácticas Agrícolas, les ayudamos para reducir costes y que tengan más beneficios en sus explotaciones. Este programa lo empezamos a implantar en 2011 y, junto con terceras partes y ONGs, conseguimos entender mejor qué está ocurriendo en las zonas de cultivo para poder ofrecer el apoyo que nuestros agricultores necesitan.