Entrevista con Javier Martínez, Director de Marketing de TOTTO para hablar sobre los primeros Reconocimientos Dilo Todo contra el Bullying, organizados por su compañía en colaboración con Gestionando Hijos, así como sobre la responsabilidad social corporativa de la multinacional de origen colombiano.
El pasado 5 de octubre Totto y Gestionando Hijos otorgaron los primeros Reconocimientos “Dilo Todo contra el Bullying”. ¿Qué tipo de organizaciones y proyectos pueden presentarse a estos premios?
Efectivamente el pasado 5 de octubre celebramos los I Reconocimientos Dilo Todo contra el Bullying, un evento que tuvo que ser celebrado online debido a las circunstancias actuales, donde galardonamos diversos proyectos, concretamente nueve.
Estos reconocimientos surgen de una iniciativa que junto con Gestionando Hijos decidimos llevar a cabo el año pasado. Realizamos un estudio para conocer la situación del bullying en España y la percepción que teníamos frente a este, y llegamos a la conclusión de que teníamos que darle más visibilidad y premiar aquellas iniciativas que merecían, por lo que estaban haciendo, ser vistas por todo el mundo.
Organizamos así esta primera edición en torno a cinco categorías. En primer lugar, queríamos premiar a colegios, centros educativos e institutos. En segundo lugar, nos dirigimos al propio alumnado, independientemente de la edad o del tipo de iniciativa. Asimismo, escogimos una tercera categoría para las empresas, otra para las instituciones y administraciones, donde entrarían las ONGs y, por último, la categoría de medios de comunicación. Lo decidimos hacer así ya que el bullying es algo contra lo que debemos luchar todos juntos y con estas cinco categorías, llegábamos a todos.
¿Quiénes han sido los galardonados de este año?
Hemos tenido bastantes candidaturas y nuestro jurado lo ha tenido complicado. En alguna categoría ha sido muy difícil decidir por lo que, al ser la primera edición, se decidió otorgar el premio a más de un proyecto por categoría.
El colegio Zola de Las Rozas ha sido el galardonado en la categoría de alumnos con su proyecto “Alumnos ayudantes”, donde son los propios alumnos quienes se organizan para detectar los casos de acoso escolar y dar un toque de atención a cada persona para poder erradicarlo.
En la categoría de colegios tenemos dos premiados. Uno es el Instituto La Gaviota de Torrejón de Ardoz con un proyecto que se llama “I am not a target” en el que participan junto a otros colegios en programas de intercambios de experiencias y de formación tanto alumnos como profesores. De esta forma han logrado compartir vivencias no solo en España sino también en otros países como Grecia o Rumanía, todo ello antes de la pandemia, ya que estos meses han tenido que hacerlo online. Por otro lado, el segundo premiado es el Colegio Claret de Bilbao, donde los alumnos han diseñado un emoticono para avisar de casos de ciber bullying. Des esta forma, cuando uno de ellos detecta en un chat a alguien cometiendo este ciber bullying se le llama la atención a través del icono que han creado, con lo que se llama a la reflexión.
Las empresas galardonadas han sido tres. Una de ellas son los ascensores FAIN, que han tenido una iniciativa que a mi personalmente me ha parecido muy curiosa. Dado que el ascensor es un lugar que todos los días utilizamos, decidieron hacer de este un espacio para pensar a través de mensajes contra el bullying dirigidos a todos los usuarios de ascensor. Otro galardón fue para Rayces Psicólogos, que crean cuentos infantiles. En este caso, hicieron El Paraguas de Mímulo donde ayudan a los niños a enfrentarse a diversos conflictos, entre ellos, e bullying. Por último, el tercer galardonado ha sido el proyecto Jarque que ha desarrollado una metodología para las aulas de infantil a través de luces de ocho colores para regular así los comportamientos en el aula, incluido, por supuesto, el bullying.
En la categoría de instituciones tuvimos dos premiados. Por un lado, la Policía Local de Coslada, en Madrid, con el proyecto “Tod@s contra el acoso” que incluye la figura del Policía Tutor y un concurso dirigido a institutos del que salió el lema “Pide Ayuda. Los héroes también la necesitan”. Una frase muy bonita. Asimismo, la segunda galardonada ha sido La Asociación Mahkah Cultura, que ha utilizado en “La Palma Stop Bullying” una herramienta cultural como el cine en grupos de la ESO, que han creado desde cero sus propios cortos para expresar vivencias relacionadas con el acoso.
Por último, en medios de comunicación el jurado decidió premiar a Radio Televisión Española porque tienen varios programas como Comando Actualidad, Tolerancia Cero, Por Tres Razones o Mamás y Papás que tratan precisamente este tema.
Antes del COVID-19 el primer estudio sobre la percepción de la sociedad española sobre el bullying desarrollado por Totto y Gestionando Hijos concluía que únicamente 2 de cada 10 profesores se sienten preparados para afrontar el acoso escolar. ¿Se ha convertido el COVID-19 en un nuevo caldo de cultivo para el acoso?
Es un tema muy reciente del que no hay estudios ni datos, pero hablando con Carmen Cabestany, presidenta de la Asociación NACE, ella cree que sí. Es cierto que todavía es pronto porque el bullying tiene que ser un acoso reiterado, pero nos ha confesado que sí que le han llegado casos. Por ejemplo, no contaba el caso de una niña que tenía un familiar que había sufrido el COVID y, en consecuencia, a ella le llaman “coronita”. Es decir, esta situación ha provocado un acoso verbal y perfectamente puede llegar también al acoso social.
Debido a las medidas que hoy en día se están tomando en los colegios -el no compartir los juguetes, evitar el contacto físico-, tenemos que tener cuidado, porque si todo esto se traslada mal a los niños podemos provocar sin querer un rechazo o la excusa perfecta para propiciar el acoso social. Por ello, Carmen Cabestany, que fue una de las ponentes del evento que realizamos, nos dio una serie de consejos para padres y profesores con los cuales tratar de normalizar el tema del COVID y así, evitar que se convierta en un tema de acoso entre niños.
Las medidas son siete: mantener, en la medida de lo posible, un ambiente de normalidad en casa y en el colegio; alejar a los niños de noticias catastrofistas para evitar que entren en pánico; explicarles que el índice de contagios entre niños y adolescentes es muy bajo; no mostrar miedo ni discriminar en su presencia a nadie que haya enfermado -aunque parezca que no oyen es verdad que los niños son como esponjas y lo absorben todo-; decirles que no se burlen y ridiculicen a nadie por tener síntomas aparentes; insistirles en que no señalen y marginen a un compañero porque él o alguien de su familia haya sufrido la enfermedad o si no puede llevar mascarilla por tener asma o cualquier otro problema y enseñarles a empatizar con el dolor del prójimo como les gustaría que hicieran los demás con ellos mismos. Son medidas muy básicas, pero que a veces las pasamos por alto y dan lugar a ese bullying por el COVID.
Según el estudio, ¿qué medidas deberían de tomarse según los españoles para erradicar el problema del bullying?
El estudio nos ha proporcionado unos datos muy interesantes, como pueden ser estos cinco:
El 96% de los españoles creían que los padres deberían educar en esta concienciación, para de esta forma prevenir.
El 100% de los profesores a los que les preguntamos creían que los padres debían ser las personas que eduquen en se aspecto a sus hijos. Obviamente, también los profesores, pero no olvidemos que los padres tienen un papel importante.
El 95% de las personas creía que las instituciones debían incluir un protocolo frente al bullying. No está demás tener ese protocolo en los colegios. También creo que la formación de alumnos y profesores en la lucha contra el bullying, en la detección y en la prevención del bullying es algo que es importante.
El 93% de los españoles consideraba que habría que formar no solo a los profesores, sino también a los grupos de seguridad y vigilancia para poder intervenir correctamente. Muchas veces los profesores no pueden estar en todo y de esta forma, tendrían un apoyo importante.
Por último, el 90% decía que debería estar más penalizado.
En definitiva, son medidas básicas, pero hay que trabajar en ellas. Particularmente yo me quedo con los padres, creo que deberían tener abierto un canal de comunicación con sus hijos con total confianza para de esta forma, poder enseñarles como han de comportarse en las aulas.
¿Qué medidas se han tomado en tu compañía para hacer frente a la crisis provocada por el COVID-19?
Nosotros, cuando nacimos hace 11 años en España, lo hicimos a través del pequeño comercio y somos lo que somos, gracias a estas tiendas. Cuando llegó la pandemia, vimos que ellos estaban siendo los que más sufrían el COVID. Son comercios, en algunos casos, con muy poca capacidad financiera, poca capacidad de adaptación y durante tres meses han estado básicamente sin ingresos. Por ello, decidimos sacar una campaña de apoyo a través de nuestras redes sociales para tratar de mover un poquito la compra en estos comercios. Por supuesto, les dimos a ellos unas condiciones más favorables a la hora de hacer pedidos como pueden ser la posibilidad de devolver sus pedidos en caso de que no lo vendieran o pagar más tarde. También, les ofrecimos un servicio de dropshipping, que consiste en ofrecerles todo el catálogo de Totto y que ellos lo puedan ofrecer a través de su página web sin la necesidad de tener inventario, es decir, sin la necesidad de comprarlo antes. De esta forma podían vender nuestro producto y luego nos lo compraban. Eso también les aporta bastante flexibilidad.
Asimismo, hemos lanzado como campaña de vuelta al cole, mas atípica que nunca, un plan solidario. Pensábamos que teníamos que hacer algo para apoyar a las personas que no iban a poder estrenar mochila este año y por ello decidimos aliarnos con la organización Rotary International, concretamente con el Rotary Club de Barcelona 92 que es uno de los clubes que tiene esta organización en España. Des esta forma, hemos donado parte de nuestras ventas en forma de producto Totto. Actualmente estamos consolidando los datos y la verdad es que ha ido muy bien. Vamos a poder donar cerca de 500 o 600 mochilas por un valor aproximado de 20.000 euros, así que yo creo que ayuda.
Y, por último, yo creo que, como toda España, el teletrabajo es algo que se ha convertido en el día a día y, por supuesto, dentro de nuestra organización hemos tomado esa medida. Es verdad que en la parte de logística no es posible, pero sí tenemos un control diario de todos los empleados y en la parte de oficina, estamos trabajando dos o tres días a la semana por turnos.
¿Cuáles son las bases de la política de responsabilidad social de Totto?
En Totto tenemos tres pilares sobre los que trabajamos. Es verdad que al ser una empresa tan internacional hay veces que en determinados países somos tan pequeños que no podemos cubrir los tres pilares, pero si que intentamos cumplir al menso uno. Esos tres pilares son: nuestra gente, nuestra comunidad y nuestro planeta. Así lo tenemos definido.
En torno a nuestra gente generamos acciones que promueven el desarrollo integral de nuestros empleados y de nuestros colaboradores, fomentamos entornos laborales seguros y responsables, y garantizamos nuestra operación bajo estándares éticos y transparentes que tenemos marcados.
En cuanto a nuestra comunidad, proveemos el desarrollo económico y social de las comunidades donde hacemos presencia. Estamos ahora mismo en 52 países. Más o menos, la mitad en América y la otra mitad en Europa, Oriente Medio y África. Generamos acciones que promuevan la diversidad, la inclusión y fomentamos la educación y el deporte como ejes de transformación social en estos países donde estamos.
Por último, nuestro planeta. Reducimos nuestro impacto ambiental a través de la adopción de algunas prácticas eficientes o de una cultura de ahorro. Creemos que como empresa tenemos que tocar estos tres pilares: gente, comunidad y planeta.
Además de la campaña “Dilo todo contra el bullying”, ¿qué otras buenas prácticas de sostenibilidad o responsabilidad social tenéis en marcha en este momento?
Tenemos varias. Una de ellas, en línea con lo que he comentado ahora mismo, es la ecoeficiencia. Trabajamos para reducir el consumo de material, concretamente el empaquetado de plástico que requieren nuestros productos. Nosotros tenemos que garantizar que el producto llegue en buen estado y, por desgracia, el plástico es un buen elemento para mantener el buen estado de los productos. Pero estamos trabajando en reducirlo y ya lo hemos reducido bastante.
El ecodiseño no solo se queda en el empaquetado sino también en el diseño de nuestros productos. Desde hace tres años, comenzamos a sacar colecciones de materiales reciclados y cada vez forma una parte más grande de nuestro portafolio.
En cuanto a residuo circular, es verdad que aquí es más complicado renovar las mochilas, reciclarlas y lograr una economía circular. Sin embargo, si hemos visto que determinadas piezas de las mochilas las podemos volver a utilizar y estamos trabajando para que sea un mayor porcentaje de la mochila.
También, aunque en España no lo hemos hecho, sí en Colombia o en Nicaragua, tenemos lo que llamamos “encadenamientos productivos”. Buscamos impulsar grupos poblacionales en riesgo de exclusión social, a través de los cuales nos podemos apoyar para producir determinadas colecciones y que, por supuesto, parte de los ingresos vayan para ellos. Un ejemplo son los bolsos Wayuu en Colombia. Son estos bolsos coloridos, típicos colombianos, que hace la población Fernarwayuu. Con ellos hicimos este proyecto desarrollando ciertas mochilas en Colombia.
Por último, creemos en la inclusión y la diversidad y así lo queremos manifestar a través de nuestro eslogan que es “Dilo todo”. Somos el amigo que te acompaña a expresarte, de ahí el eslogan es “Dilo todo”. No nos gusta que nadie se quede con nada dentro, sino que queremos que se exprese. A través de la publicidad o del eslogan que hacemos, queremos precisamente eso, que todo el mundo se sienta cómodo con cómo es y que todo el mundo lo respete, por supuesto.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: