Cruz Roja realiza intervenciones estratégicas para abordar la desigualdad estructural de género, tanto a nivel individual como grupal, fomentando la autonomía personal y el empoderamiento de las más de 5.000 mujeres en situación de dificultad social con las que trabaja en la Comunidad de Madrid, con el fin de promover el libre ejercicio de sus derechos en una vida libre de violencias.
En este sentido, el empleo supone una dimensión clave para poder salir de las situaciones de violencia, por lo que Cruz Roja desarrolla iniciativas que abren oportunidades para acceder o regresar al mercado laboral a través de acciones de empoderamiento personal, social y digital, de orientación especializada, de formación con prácticas en empresas muy sensibilizadas con la materia, y de intermediación de ofertas para facilitar su acceso al puesto de trabajo que puede suponer la clave para su cambio vital. Así, desde los servicios de empleo de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, se atiende a más de 350 mujeres víctimas de violencia de género, con una cuota de inserción laboral del 45%.
Respuestas integrales
El programa ‘Mujeres en dificultad social’ de Cruz Roja apoya a las víctimas de las diferentes violencias, sin redes de apoyo familiar o social, con hijos o hijas bajo su responsabilidad, con discapacidad, jóvenes, mayores de 65 años, migrantes, refugiadas, residentes en entornos rurales, etc. Innumerables tipos de perfiles y situaciones con los que se trabaja la sensibilización, la protección y la prevención de las distintas formas de violencia contra las mujeres. Los niños, niñas y adolescentes también se ven gravemente afectados como hijos e hijas de las víctimas.
Con ellos y ellas se trabaja para fomentar su participación social a través de talleres de ‘Autoexpresión y empoderamiento’ en el proyecto ‘Alzando la Voz’, que visibiliza este problema social, y da voz a la infancia y adolescencia, quienes pese al miedo por la situación que viven sus madres, se posicionan como agentes de cambio en el entorno más cercano.
El proyecto Espacio Propio, de Cruz Roja Juventud, propicia la creación de espacios seguros para las mujeres en contextos de ocio, mediante dos vías: la protección ante situaciones de violencias sexuales que puedan darse, y la prevención a través de dinámicas e información. Sólo en la Comunidad de Madrid, se han realizado en lo que llevamos de año 10 actividades, en las que se ha sensibilizado a más de 400 personas, gracias a la implicación de 36 personas voluntarias.
“Cicatrices con voz propia. Visibilicemos su violencia”
“Cicatrices con voz propia. Visibilicemos su violencia” es el nombre de la campaña que Cruz Roja dinamizará en distintos puntos de la Comunidad de Madrid, para sensibilizar sobre la importancia de visibilizar las secuelas psicológicas que la violencia de género deja en las mujeres, y poner freno a la violencia de género, no sólo por sus consecuencias inmediatas, sino por su impacto en la salud mental a corto, medio y largo plazo.
Y es que la relación entre la violencia de género y la salud mental es profunda y compleja. La investigación demuestra que un número alarmante de trastornos psiquiátricos se manifiestan en la adolescencia, y una parte considerable de estos se presenta antes de los 18 años. En este contexto, es fundamental comprender cómo el género y la violencia influyen en la salud mental de las personas jóvenes. Las adolescentes que sufren violencia de género pueden experimentar una serie de síntomas preocupantes, desde problemas escolares hasta trastornos depresivos y de ansiedad. Es crucial reconocer que estos problemas no solo afectan a las víctimas directas, sino que también pueden tener un impacto duradero en la forma en que se relacionan y en su bienestar general.
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