Entrevista con Pablo García, Director de Comunicación y Marketing de la Fundación Adecco para hablar sobre la evolución de la comunicación en su organización y las medidas tomadas para ayudar a paliar los efectos provocados por la crisis provocada por el COVID-19.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de comunicación de tu organización en estos últimos años hasta la actualidad? ¿Y cuáles son actualmente sus principales líneas de actuación?
Me incorporé al equipo de comunicación y marketing de la Fundación Adecco hace ya 14 años y desde entonces el departamento ha cambiado y crecido mucho. En un principio estábamos dos personas que hacíamos un poco de todo: relación con los medios de comunicación, gestión de la página web, comunicación interna, un poquito más adelante las redes sociales, toda la comunicación de la transparencia, etc. Actualmente, somos nueve personas. La evolución ha ido marcada por la especialización y la estrategia. A lo largo de este tiempo hemos ido aprendiendo a enfocar la comunicación y el marketing hacia todos nuestros Grupos de Interés y actualmente nos encontramos en un nivel de desarrollo bastante bueno. Pero aun así todavía tenemos que avanzar hacia la optimización, nuestro espíritu es la mejora continua porque es la única forma de conectar con una realidad en continuo cambio.
En este tiempo de la crisis provocada por el COVID-19, ¿ha cambiado la comunicación de la Fundación Adecco y la forma de establecer el diálogo con vuestros stakeholders?
Ante esta situación todas las empresas y entidades nos hemos tenido que adaptar a nuevas formas de comunicación. Creo que ha sido muy positivo que en un periodo muy cortito hemos avanzado lo que en años, posiblemente. y se ha acelerado un proceso de transformación digital que era inevitable pero en el que costaba dar pasos hacia adelante.
Por otro lado, creo que nos está cambiando también la forma de enfocar la responsabilidad corporativa. Lo que estamos viendo es que en la relación con nuestros principales partners se está dando muchísima relevancia a este aspecto, a la aportación de valor de la empresa a los principales retos de la sociedad. En ese sentido somos mucho más conscientes del poder transformador que tenemos las organizaciones empresariales. Y también de cómo la comunicación es una herramienta fundamental en esta transformación. Desde los departamentos de comunicación y marketing jugamos un papel crítico. Tanto en la comunicación interna, en la relación con uno de nuestros principales grupos de interés como es el empleado, como en la relación con otros stakeholders, como pueden ser los clientes o proveedores.
¿Cuáles son las principales líneas de actuación del Departamento de Comunicación de la Fundación?
Estamos divididos en dos áreas de trabajo. Por un lado, tenemos toda la parte de gabinete de prensa y contenidos corporativos, ahí tenemos un equipo de 3 personas que están muy enfocadas en generar contenido de valor para nuestros principales grupos de interés, que son, en esencia, las empresas y los beneficiarios en riesgo de exclusión que buscan empleo: personas con discapacidad, mayores de 45 años desempleados de larga duración, mujeres que encabezan familias monoparentales o en situación de violencia de género y, en general, cualquier persona con certificado de riesgo de exclusión social. De este modo, las empresas pueden acceder a herramientas, recursos y reflexiones de interés para llevar a cabo sus estrategias de Diversidad & Inclusión y los demandantes de empleo encuentran artículos, guías y herramientas para optimizar esta búsqueda.
Los medios de comunicación y las redes sociales también son actores fundamentales, en la medida en que determinan los temas de actualidad y marcan el rumbo de la agenda política. Lo que no está en prensa, radio, televisión o twitter no existe y por eso compartimos nuestros informes y análisis estadísticos sobre empleo, riesgo de exclusión y Diversidad con nuestra base de datos de periodistas y difundimos en todas nuestras redes sociales (Twitter, Facebook, LinkedIn e Instagram) . Los medios y las redes se convierten de este modo en altavoces de una misión social que no solo es de la Fundación Adecco, sino de toda la sociedad, siendo la inclusión social y laboral uno de los grandes retos que tenemos actualmente.
Tenemos otra parte del equipo que está trabajando con las empresas en cómo generar una transformación a través de proyectos de Diversidad e Inclusión, apoyados en la comunicación. En España vamos un pasito por detrás de los países anglosajones. Vemos como en Estados Unidos ahora tienen crisis tan importante con la diversidad racial o la diversidad cultural y cómo desde las empresas buscan hacer frente a las mismas. En España tenemos grandes retos sociales y desde nuestro departamento trabajamos diseñando estrategias de comunicación y marketing para acelerar esas políticas de diversidad e inclusión.
¿Qué acciones tenéis en marcha en estos momentos? ¿Quiénes son sus principales beneficiarios?
Con motivo de la crisis de la COVID-19 hemos lanzado una serie de iniciativas, sobre todo para las personas en búsqueda activa de empleo. Para continuar con la atención y seguimiento teníamos un gran reto que era la brecha digital, ya fuera en forma de barreras de accesibilidad, formativas y/o económicas: personas que no tenían los medios para acceder a la información y conectarse a través de medios digitales, o bien no tenían conocimiento para manejarlos. Ahí hemos lanzado un proyecto llamado #PrepárateParaElempleo, en el cual la primera fase ha sido ayudar a todas esas personas a conectarse digitalmente. Después, hemos generado contenido de alto valor para que no se detengan y puedan continuar en entornos virtuales con la actividad que realizábamos en oficinas. Además, hemos elaborado contenidos específicos para que en los momentos de parón empresarial nuestros beneficiarios pudieran entrenar habilidades y competencias clave para reanudar la búsqueda de empleo cuando el mercado empezara a reactivarse: la guía #RedesParaTodos o 20 competencias contra la exclusión, son un buen ejemplo de ello.
Otra área de trabajo ha sido el voluntariado, que ha tenido una relevancia muy importante durante todo este tiempo. Hemos lanzado diferentes programas de voluntariado para personas que se encontraban en una situación previa de exclusión social y cuyo aislamiento se vio reforzado con el estado de alarma. Sobre todo, personas con discapacidades psicosociales y discapacidades intelectuales. Hemos intentado conectarles con el mundo, romper el aislamiento social en el que se encontraban y todo ello a través del voluntariado. Una llamada diaria para hacer un seguimiento de sus rutinas, orientarles y acompañarles. El resultado ha sido muy positivo, se han establecido lazos muy importantes entre los voluntarios y los beneficiarios, que se han sentido arropados en todo momento.
Una vez haya pasado la crisis sanitaria del coronavirus se espera una gran crisis económica. ¿Cuál es el escenario que prevéis y cómo vais a hacerle frente?
Nadie se esperaba esta situación y todos estamos intentando hacer un análisis lo más preciso posible, pero la verdad es que hay unos niveles de incertidumbre muy elevados. En uno de nuestros últimos análisis alertábamos de que 6 millones de personas que se encontraban en la antesala de la exclusión antes de la pandemia (datos del último informe de la Fundación Foessa), podrían dar el paso definitivo a la misma ante una situación económica como la que estamos viviendo.
También estamos haciendo seguimiento de fuentes oficiales, principalmente el SEPE, el INE o EAPN, para ver cómo van evolucionando los datos de empleo y exclusión social y cómo no, información que nos viene del propio mundo empresarial, como puede ser el FMI o las diferentes patronales.
Nuestro análisis de momento es que el desempleo, en ningún caso, va a estar por debajo de un 21% aunque la cifra real pueda ser más y alcanzar el 25%- 30% .Son datos similares a los que tuvimos en 2013, en el peor momento de la crisis, cuando teníamos un 27% de desempleo. Ya no solamente hablábamos de una crisis laboral sino que estábamos ants una crisis social. Hoy todavía no hemos llegado a ese momento crítico, aunque estamos cerca, y por eso hemos activado el proyecto #EmergenciaPorElEmpleo, para atender a 10.000 personas en grave riesgo de exclusión social debido a la crisis económica derivada de la COVID-19. Este proyecto ya está empezando a dar los primeros frutos, con diferentes empresas que se han sumado a la iniciativa.
Estamos convencidos de que la mejor forma de hacer frente a la exclusión social es el empleo. Creemos que sin empleo el riesgo de exclusión aumenta exponencialmente. En este sentido, acciones como, por ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital son necesarias en una fase cero, en la cual tenemos que hacer frente a una crisis sanitaria y a una crisis social. Pero, rápidamente, tenemos que dar paso a políticas activas de empleo y a políticas de responsabilidad corporativa dirigidas a hacer frente al desempleo. De lo contrario, nos asentaremos en una crisis de largo recorrido.
Desde la Fundación Adecco contribuís a la consecución de los ODS y de la Agenda 2030. ¿En qué Objetivos de Desarrollo Sostenible os estáis enfocando más en estos momentos?
Tenemos un ODS que es muy relevante que es el número 8 que va muy enfocado al empleo. Dentro de nuestra identidad estamos muy alineados con este objetivo, no solamente en la parte de trabajo decente como tal, sino que para nosotros es muy importante hacer frente a la exclusión social a través de la generación del empleo digno. Creemos que ahí reside la base para hacer frente a la pobreza y a la exclusión social en España.
Tenemos, por lo tanto, dos focos importantes; por un lado, generar oportunidades laborales para que las personas en riesgo de exclusión social empiecen a salir adelante y, por otro lado, que cuando accedan al mercado laboral tengan oportunidades de encontrar un empleo digno, sostenible y que no les genere pobreza activa. Son dos frentes: el ODS 8 y el ODS 1. En este último, tenemos el gran reto de reducir la pobreza en España, que va estrechamente ligada a la exclusión social, aunque su esencia es diferente.
Por otro lado, está el ODS 10. Para nosotros la desigualdad es un componente muy relevante cuando estamos trabajando con mujeres, con personas con discapacidad, con poblaciones con baja cualificación o con poderes adquisitivos bajos. Según el Índice de Gini, al que estamos haciendo muchísimo seguimiento, en España estamos a la cola en niveles de desigualdad con respecto a Europa. Y ahí estamos trabajando mucho en el ODS 10 para compensar y reducir la desigualdad.
Nos movemos sobre todo en estos ODS, pero también podríamos hablar de la desigualdad de la mujer (ODS 5) o del ODS 17, para establecer grandes alianzas dentro del sector empresarial.
¿Cuáles son los planes de futuro de la Fundación una vez hayamos dejado atrás esta crisis?
Nuestro objetivo siempre es acompañar a las personas con más dificultades, en cualquier coyuntura. Por experiencia sabemos que, incluso en etapas de bonanza económica, hay segmentos de la población que se quedan atrás y que sufren desigualdad y discriminación en su acceso al mercado laboral. Ahí tenemos que estar para ellos, reinventándonos continuamente, detectando nichos de empleo y generando oportunidades de trabajo como vehículo por excelencia para la inclusión social sostenible en el tiempo.
Desde el Departamento de Comunicación, estamos trabajando además en dos proyectos muy importantes para profundizar y avanzar en dos retos de primera magnitud como son el talento senior o las estrategias de Diversidad & Inclusión. Tenemos en marcha un Lab con la Fundación Seres para abordar envejecimiento del mercado laboral y la necesidad de apostar por las personas mayores de 45 años Vamos a tener que contar con talento senior si queremos ser competitivos, porque es donde mayor población vamos a tener.
Por otra parte, tenemos otro Lab: #CEOPorLaDiversidad. Estamos trabajando con los CEO de 61 compañías para acelerar proyectos de diversidad e inclusión que contribuyen, por un lado, a reducir factores tan relevantes dentro de nuestra sociedad como es la pobreza, la exclusión social o la desigualdad. Además, es un factor crítico en competitividad. Es decir que, para la competitividad dentro del ámbito empresarial, trabajar de una manera estratégica en las políticas de diversidad e inclusión genera un valor tanto en la propia empresa como en el propio tejido empresarial en España.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: