Entrevistamos a Carmen Alonso, directora general de Visa en España, para hablar sobre las iniciativas puestas en marcha por la Fundación VISA para ayudar a las empresas a paliar los efectos de la crisis provocada por el COVID-19.
La responsable de la multinacional de servicios financieros en nuestro país también nos da detalles sobre la política de responsabilidad social corporativa y de sostenibilidad de la compañía.
Visa Foundation ha puesto en marcha varias iniciativas para apoyar a las empresas a paliar los efectos del COVID-19 ¿En qué consisten y a quiénes van dirigidas?
La Fundación Visa tiene una estrategia a largo plazo, cuya misión principal es ayudar a las pequeñas y medianas empresas a través de donaciones. Hace unos días anunciamos un paquete de soporte financiero de 210 millones de dólares con dos objetivos principales: 10 millones de dólares para apoyar de forma inmediata las necesidades más urgentes de ONG’s, que están trabajando en primera línea de fuego para mitigar esta pandemia. Son organizaciones que tienen unas necesidades muy inminentes relacionadas con comida, atención primaria, etc.
El segundo objetivo es dedicar 200 millones de dólares a seguir apoyando de una manera más intensa a las pequeñas empresas, autónomos y pequeños empresarios, con especial foco en el avance económico de la mujer.
¿Son las pequeñas empresas y las ONG’s las que más están sufriendo las consecuencias de esta pandemia?
Para la economía global, las pequeñas y medianas empresas son una pieza clave, ya que constituyen el 90% de las empresas a nivel mundial. Además, el empleo que generan ronda entre el 50% y el 60%. Con lo cual, su peso en volumen en muy grande. Asimismo, tienen una capacidad de expandir el comercio y la economía, que es fundamental.
Nosotros podemos ayudarles en áreas donde, a lo mejor, tienen un acceso más lento o complicado que otras empresas más grandes. Como, por ejemplo, el acceso al crédito, a la educación financiera o a la tecnología. Por eso, les ayudamos a través de financiación, creando en última instancia un efecto dominó que impacta directamente en el área social donde trabajan.
¿Cómo se enmarcan todas estas iniciativas dentro de la política de responsabilidad social corporativa de Visa?
Visa siempre ha tenido el compromiso y la misión de conectar el mundo a través de la red de pagos más innovadora, confiable y segura; con el objetivo de garantizar que los flujos de comercio se hacen de una manera eficiente y con completa confianza. Es decir, nos aseguramos de que hay una absoluta certeza de que eso sucede y que se hace con la confianza que se necesita. Esto permite que tanto las personas, empresas como las economías puedan prosperar.
Esto nos ha permitido que nuestra voz, como líderes también en el segmento de pagos, sea muy escuchada por gobiernos, por instituciones, por asociaciones de empresarios, asociaciones de consumidores. Nuestra labor, y nos hacemos responsables de la misma, es ser una fuerza que permita el crecimiento sostenible e inclusivo. En definitiva, asumimos este impacto social como algo muy nuestro que debemos hacer.
¿Qué importancia tiene para Visa la comunicación de la responsabilidad social?
La importancia, como decía antes, es que nos sentimos responsables o creemos que tenemos un papel muy importante para comunicar estas acciones de impacto social. Porque nuestra compañía genera esa confianza y podemos hacer que las cosas se aceleren, que se muevan en una determinada dirección. O que las sociedades, gobiernos o pequeños empresarios se den cuenta de la eficiencia que no solo generan las transacciones de comercio, sino que se genera más empleo y más confianza en el consumidor. Esto es positivo para todas las sociedades.
¿Qué proyectos o buenas prácticas tenéis actualmente en marcha en materia de responsabilidad social y sostenibilidad?
De un tiempo a esta parte, uno de nuestros principales objetivos en materia de impacto social es fomentar el empoderamiento económico de las mujeres. Por otro lado, estamos trabajando con comunidades locales para que la inclusión sea una realidad. No me refiero solo a una inclusión de género, sino también de raza o de religión. Una inclusión desde un punto de vista muy amplio.
Luego, en promover una responsabilidad con una marca sostenible. Por ejemplo, en más de 76 países nosotros utilizamos energía eléctrica renovable, en los cuatro centros de procesamientos que tenemos.
En cuanto a las mujeres, yo creo que hemos hecho mucho esfuerzo. Estamos patrocinando la Champions League, el campeonato de mujeres de UEFA, y luego tenemos como extensión a ese campeonato varias iniciativas de forma local. También llevamos mucho tiempo siendo los orgullosos patrocinadores de las Olimpiadas. Pero no solo de las Olimpiadas, sino también de las Paraolimpiadas, en las que se promueve la integración de personas con algún tipo de discapacidad física, mental o sensorial.
En el equipo olímpico de España, en el Team Visa español, tenemos a Saúl Craviotto por un lado, pero también a Teresa Perales por otro.
¿Cómo fomentáis el diálogo con los grupos de interés?
A nosotros nos gusta actuar siempre desde un punto de vista de industria. Desde mi punto de vista se trata de adoptar una posición para aunar voluntades y hacer que el movimiento sea más rápido, más eficiente o educativo. Un movimiento en el cual no se te vea como una compañía aislada que hace una cosa y que la hace, a lo mejor, porque tiene sus propios intereses; sino que es un interés más de industria o de movimiento horizontal. De esa manera nos aproximamos nosotros a estos temas.
¿Cuáles son los planes de futuro de vuestra política de responsabilidad social corporativa?
Por un lado, indudablemente, vamos a seguir con lo que estamos haciendo porque creemos que tiene sentido. Y, además, vemos que tiene buenos resultados.
El empoderamiento de las pequeñas empresas y de las mujeres que, además, pueden hacer un efecto ola en sus comunidades. Eso genera cosas positivas. Pero también lo que vamos a intensificar mucho es que haya mucha educación en el sentido más amplio con gobiernos, con ciudadanos.
Y luego, la reacción urgente a las cosas. Como, por ejemplo, estos 10 millones de dólares que de repente se necesitan ya. En cuestión de días se ponen en marcha, se movilizan y se hace. Esa reacción urgente es parte de lo que vamos a contemplar en el futuro.
Escucha aquí la entrevista completa con su protagonista: