El sector de la producción de alimentos está detrás del 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en España. Si bien el sector lácteo presenta emisiones relativamente bajas en comparación con otras explotaciones, los principales expertos del ámbito agroganadero coinciden en su gran potencial para paliar el cambio climático, mientras continúa siendo una industria esencial para la sociedad y los sistemas alimentarios.
“El cambio climático tiene una relación directa con la disponibilidad y la calidad de los alimentos. Por eso, avanzar hacia un proceso de transformación y reducir las emisiones de CO2 en la ganadería en España es clave para proteger la producción de alimentos, diversificar sus fuentes y fortalecer a las comunidades” explica Borja Lafuente, director de Asuntos Públicos de Danone Iberia. “Por eso, conscientes del reto que enfrentamos, desde Danone hemos reunido a las voces más autorizadas para crear un documento que tiene la voluntad de ser una referencia para construir el modelo ganadero del futuro”.
El ‘Informe BACA, por un sector lácteo BAjo en CArbono’, pretende sentar las bases estratégicas para todos los actores involucrados en la producción láctea, fomentando acciones concretas y una transformación positiva para beneficio del medio ambiente y la seguridad alimentaria. Muestra de que existe un consenso en torno al potencial del sector agroalimentario en la consecución de los objetivos europeos de reducción de emisiones, en este informe han participado referentes en el ámbito ganadero y de la sostenibilidad medioambiental, tales como Lainez Biotrends, Alma Natura, CAJAMAR, CSIC, IRTA, NEIKER, 3TriCiclos, Vivaces, European Landowner Organization, B Corp, Ikerbasque, entre otros.
A juicio de Gonzalo Muñoz, United Nations High Level Climate Action Champion COP25, “este informe enfoca las oportunidades que nos están ofreciendo las tecnologías y las nuevas prácticas para responder a los desafíos del sector agroalimentario. Espero que sirva para fomentar una hoja de ruta público-privada con las autoridades tanto a nivel regional como central, y también a nivel europeo, para que el sector ganadero español siga siendo un actor que contribuye al desarrollo sostenible en todas sus dimensiones”.
Principales conclusiones y necesidades
Una de las principales necesidades que revela este documento estratégico es la creación de una herramienta estandarizada que permita medir y calcular las emisiones GEI en el sector lácteo.
“Es fundamental que el cálculo de la huella de carbono se base en elementos estandarizados para garantizar una mayor precisión y comparabilidad en la evaluación de los impactos ambientales de los alimentos. Así, ese cálculo debe ser referido a un nutriente específico, como kg de proteína o kg de aminoácidos absorbibles en el aparato digestivo”, valora Manuel Lainez, coordinador del informe y director de Lainez Biotrends.
Para minimizar el impacto y avanzar en la descarbonización del sector ganadero, garantizando el bienestar animal sin rebasar los límites planetarios, uno los grandes aspectos que aborda el informe es la necesaria integración de la agricultura regenerativa en la producción de alimento para el ganado, es decir, el empleo de una forma de cultivar que mejora la calidad y la salud del suelo, potenciando su biodiversidad y funciones ecosistémicas y optimizando la captura y secuestro de carbono. Por ejemplo, mediante el empleo de fertilización de precisión en los suelos de pastos y cultivos, a través de compuestos orgánicos, como los purines y el estiércol del ganado.
“En Danone llevamos más de 10 años transformando nuestro modelo agroganadero para contribuir a la sostenibilidad del campo con un triple enfoque: relevo generacional, bienestar animal y sostenibilidad del campo. Fruto de este esfuerzo, ya hemos conseguido reducir más un 21% la intensidad de emisiones de CO2 de la leche entre 2017 y 2021 y seguimos trabajando para reducir más kilos de CO2 por cada kilo de leche”, explica Borja Lafuente.
En cuanto a las estrategias de alimentación del ganado, el informe promueve la modificación de materias primas usando de soja certificada de libre deforestación, la producción local de forrajes, la incorporación de leguminosas a los pastos y forrajes y la optimización de las raciones. También aborda el uso de fuentes de proteína alternativa (como la harina de colza) y subproductos (como malta de cebada), como vía para reducir el desperdicio alimentario y la revalorización de residuos.
En la actualidad, las explotaciones lecheras con un titular de menos de 40 años apenas son el 6,7% del total. Consciente de este desafío, Danone lleva más de 10 años comprometida con este relevo generacional, apoyando a los ganadores más jóvenes. Así, en 2012 fue la primera empresa en ofrecer relaciones contractuales a largo plazo, que permiten a las granjas realizar inversiones a futuro, crecer y convertirse en granjas sostenibles, y el 90% de su leche proviene de granjas con relevo generacional, ofreciendo y formación técnica a los ganaderos jóvenes.
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