Savills Aguiire Newman es una de las principales consultoras inmobiliarias del mundo. Fue fundada en Reino Unido, y tienen presencia en España hace más de 30 años. La compañía ha obtenido recientemente la certificación LEED V4 ID+C nivel Gold de oficinas sostenibles que asegura que estas son un espacio de trabajo que cumple con los criterios de sostenibilidad de LEED.
Para ello, entrevistamos a Leyre Octavio, directora ejecutiva del área de Arquitectura de Savills Aguirre Newman que nos cuenta en qué consiste el proceso de certificación LEED V4 ID+C de oficinas sostenibles y como la compañía crea espacios sostenibles porque son conscientes del impacto en la salud y bienestar de las personas, y del propio equipo. Además, Leyre asegura que no se trata sólo de conseguir un certificado, sino de generar una estrategia global sostenible que forme parte del ADN de la organización, y se traslada de esta manera a todos sus proyectos.
¿En qué consiste el proceso de certificación LEED V4 ID+C de oficinas sostenibles?
El certificado que hemos conseguido es el LEED Interior Design and Construction y asegura que nuestras oficinas son un espacio de trabajo que cumple con los criterios de sostenibilidad de LEED.
Es decir, no solo el edificio en sí mismo es sostenible, sino que nuestras oficinas también lo son. Es quizá el certificado más exigente del mercado para una empresa.
Lo que hemos hecho ha sido cumplir de forma estricta la guía técnica en diseño y construcción del proceso de certificación, proceso que posteriormente es auditado por un tercero, por lo que se garantiza la sostenibilidad de nuestras oficinas.
Este es un certificado que en su versión 4 lo tienen tan solo cinco empresas en España, contando con Savills Aguirre Newman, pero, debemos destacar que somos la primera compañía que hemos conseguido puntuar en el apartado de materiales de bajas emisiones dentro de las propias oficinas. Es decir, nosotros apostamos por unos materiales con los que hemos construido las oficinas que emiten muy poca o nula toxicidad al ambiente. Con lo cual, al filtrado del aire exterior que nos proporcionan nuestros filtros, le añadimos que nuestros materiales tampoco emiten toxicidad al interior de nuestro espacio de trabajo.
¿Qué nivel se ha conseguido?
Leed Gold. Estamos muy orgullosos de haberlo conseguido.
¿Qué otros logros medioambientales podrías destacar?
Me gustaría destacar el aspecto de los materiales, ya que es muy importante. Cada vez más, la madera y los elementos naturales en el diseño nos hacen reconectar con la naturaleza. Hoy en día y, sobre todo, en las ciudades, se ha perdido la conexión con la naturaleza y cada vez más los diseños biofílicos y el incluir materiales naturales como parte de las oficinas, genera una gran sensación de bienestar a las personas.
Según los últimos informes que manejamos, el bienestar de las personas mejora hasta un 20% la productividad. Podemos afirmar que una persona feliz es un empleado más productivo. En nuestras oficinas, hemos trabajado mucho con materiales como la madera, y materiales que emiten bajas emisiones que, combinado con elementos de la naturaleza, que no tienen que ser solo plantas, reconectan con el bienestar de las personas y generan todo un ecosistema de espacio sostenible. Unido a esto, hemos trabajado también en la calidad del aire.
Además, el edificio donde están nuestras oficinas, Castellana 81, ya es LEED Core&Shell y Well Core. Es decir, es un edificio, que en sí mismo, ha llevado a cabo una decidida apuesta por la sostenibilidad y el bienestar.
Sin embargo, desde nuestra compañía, hemos ido más allá en nuestras oficinas y hemos generado e implantado una serie de estrategias que garantizan aún más la calidad del aire y los materiales que utilizamos, a lo que añadimos una serie de políticas sostenibles que trascienden lo que es puramente la arquitectura, como por ejemplo, nuestro sistema de reciclaje de todo lo que consumimos, el empleo de botellas de cristal en vez de plástico o que el agua no es agua mineral embotellada, es el agua de Madrid, que es fantástica, entre otras muchas medidas.
¿Qué beneficio aporta esta certificación a la empresa?
Este certificado aporta un buen número de beneficios a la empresa. Uno de ellos es el posicionamiento. Nosotros trabajamos mucho con nuestros clientes para ayudarles a obtener estas certificaciones y brindarles la oportunidad de ser cada vez más sostenibles. Por lo que pensamos que es muy importante dar ejemplo a nuestros clientes sobre lo que pueden hacer en sus oficinas.
En segundo lugar, no por ello menos importante, porque ha mejorado el bienestar y la salud de nuestros equipos. Una persona feliz es una persona más productiva y más ágil. Si somos capaces de crear un ecosistema más sostenible, garantizamos que las personas están en sus mejores condiciones. Pasamos mucho tiempo en las oficinas y no puede ser que la sensación de bienestar en tu espacio de trabajo sea menor que en otras partes.
Y, en tercer lugar y ligado íntimamente a la segunda, pensamos que hay una conexión directa entre el bienestar con el sentimiento de pertenencia y la necesidad de crear una comunidad. Nosotros somos una empresa de servicios y nuestro principal valor son las personas. Entre los grandes valores de la vida de las personas, está el valor sostenible, y de esta forma es fundamental que una persona sienta que en su lugar de trabajo ese valor conecta con sus valores vitales. No puede ser que estés reciclando en casa y cuando llegues a la oficina no recicles el papel, por ejemplo. Necesitamos que nuestros empleados, que tienen hoy ese reto como parte vital, sientan que su empresa también está comprometida con la sostenibilidad. Está comprobado que el aumento del sentimiento de pertenencia de comunidad y de engagement con la empresa se incrementa mucho.
¿Cómo se enmarca esta iniciativa en la estrategia y gestión de la RSC y la sostenibilidad?
El sector está cada vez más concienciado con la sostenibilidad y la manera más obvia de demostrarlo son las certificaciones. El certificado es un ‘sello’, una guía de cómo tienes que hacer ese proceso. Es una garantía de calidad que, además, audita un tercero. Además, las certificaciones permiten un posicionamiento de marca, ya que demuestras al mercado y a la sociedad en general que has adquirido un compromiso en una determinada dirección: la sostenibilidad.
Todas estas certificaciones son la manera en la que el sector está mostrando que tiene adquirido este compromiso. En este sentido, están siendo muy valoradas certificaciones como el LEED o el BREEAM, que son certificaciones medioambientales que demuestran que esos activos inmobiliarios tienen un compromiso medioambiental de emitir menos gases nocivos que dañan el medioambiente. Luego hay otras certificaciones, como WELL y Fitwel, sobre el bienestar de las personas. Es decir, no estamos hablando sólo de la cuestión medioambiental, sino de la salud y del bienestar de las personas. Estos certificados no abordan solo el diseño arquitectónico, de materiales o de diseño de oficinas, sino que abarcan las políticas de la empresa que van encaminadas al bienestar y la salud de las personas.
Actualmente, existen otros certificados, como GRESB, que son certificados que obtienen las compañías de inversión inmobiliaria, para demostrar que todos sus activos inmobiliarios son sostenibles dentro de su estrategia global de compañía.
En nuestro caso, por ejemplo, creemos que es fundamental certificar el interior de las oficinas, ya que cada vez son más las empresas que toman la decisión de trasladarse a unas oficinas que tengan ese certificado. Es incoherente que el edificio, las zonas comunes, los vestíbulos, los ascensores tengan el certificado y que sus oficinas no sean sostenibles porque el diseño y el espacio interior no hayan conseguido llegar a los niveles de sostenibilidad que exige la certificación.
En esta línea ¿qué otras iniciativas destacaría?
Iniciativas que están alineadas en generar espacios para compartir. Nosotros somos arquitectos, y en nuestra división, tenemos que ir a las obras y hacer visitas, por lo que compartimos coche y siempre que podemos eléctrico. Esta pequeña acción hace que el arquitecto y el ingeniero se pongan de acuerdo para ir juntos en el mismo medio de transporte. Al final, se consume menos CO2 y se consigue ser más sostenibles.
No solo es conseguir un certificado sino tener un ADN sostenible, una estrategia global que ayude a que los proyectos lo sean. En ese sentido, nosotros tenemos un equipo, en el que hay arquitectos, ingenieros, consultores de sostenibilidad, de WorkPlace… y así formamos un equipo multidisciplinar que está completamente integrado y es sinérgico, por lo que desde las guías de diseño, de instalaciones y construcción cuentan con criterios de sostenibilidad, de manera que generamos verdaderamente una política de base sostenible, que además tiene la gran virtud, a modo de círculo virtuoso, que cuando nuestro cliente quiere conseguir el certificado, ya tiene un importante camino recorrido. De esta forma, es menos costoso para nuestros clientes conseguir la certificación, ya que el diseño es sostenible de base.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de la compañía en esta materia? ¿cómo lo pensáis llevar a cabo?
Uno de los grandes retos que tenemos es convencer cada vez más a nuestros clientes de que unas oficinas sostenibles no es una opción, sino que es un must. Las oficinas deben ser sostenibles porque es parte de nuestro compromiso. Esto es lo que estamos trabajando: cómo conseguir que nuestras oficinas sean sostenibles independientemente de que se quiera certificar o no, y poner de base unos criterios en los que podamos garantizar a los clientes que sus oficinas sean lo más sostenibles posibles.
Puedes escuchar la entrevista completa a Leyre Octavio, directora ejecutiva del área de Arquitectura de Savills Aguirre Newman