Las empresas de la economía social tienen en su ADN la Responsabilidad Social. Para ellas lo primero es la persona, así como la puesta en práctica y defensa de los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, responsabilizándose de las consecuencias que sus acciones tienen sobre la sociedad desde los principios de solidaridad y subsidiariedad. En definitiva, para las empresas y organizaciones que conforman la Economía Social la Responsabilidad Social es innato en ellas y tiene su fundamento en los siguientes principios
- Principio de la dignidad de la persona humana. La persona a debe desarrollar esta dignidad sustancial durante su existencia individual y social a través de su inteligencia, de la conciencia moral, de la sabiduría que profundiza en la verdad de las cosas, de la libertad y de la responsabilidad. Esta dignidad se expresa en diferentes derechos fundamentales entre los que se encuentra el derecho de participación en la vida social y económica, lo que implica el derecho al trabajo, a un salario digno y familiar.
- Principio de solidaridad. Es ver al otro como un semejante. Con este principio se reafirma la relación entre las personas, los grupos sociales y la misma sociedad. Su razón de ser esta en la dignidad de la persona y su dimensión comunitaria. Si se reconoce el valor de la economía al servicio de la solidaridad, la persona podrá trabajar y participar del desarrollo socioeconómico al integrarse en una cadena de solidaridad, permitiéndole tener una vida digna para sí, para su familia, para sus semejantes y, en general, para el bien común de la sociedad.
- El principio de Subsidiariedad. La subsidiaridad complementa a la solidaridad e impide que los individuos y grupos intermedios pierdan su legítima autonomía. En el ámbito de la economía social se debiera considerar ilícito quitar a los trabajadores lo que ellos pueden realizar por sus propios esfuerzos e iniciativa, debiendo fomentar su participación, potenciar su agrupación y representación, a la vez que favorecer una legítima autonomía a favor del bien común.
- Principio del Bien Común. Se considere el bien común como superior al bien privado, está unido al bien de la persona humana y compromete a los poderes público. El bien común permite la apertura de las personas y los grupos hacia los intereses generales, al mismo tiempo que refuerza su desarrollo y dignidad e integrándose en la cadena humana y social del progreso.
- Principio de la unidad del género humano. La única sociedad perfecta está en la humanidad entera. Esta se manifiesta en la globalización económica entre países respetando las normas de la Responsabilidad Social y ambiental de la empresa; en la cooperación empresarial entre el norte y el sur bajo criterios de gestión ética y responsable; y, en la cooperación entre equipos de trabajo dentro de una misma organización e interdependencia entre miembros de un mismo equipo.
- Principio del destino universal de los bienes. El verdadero derecho natural y fundamental no es la propiedad, sino el destino universal de los bienes. En la Gaudium et Spes, leemos “no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás”. En esta línea, las autoridades y los particulares deben arbitrar medidas que faciliten la distribución real de los bienes.
Por todo lo anterior, la Universidad Católica de Ávila muestra una gran vocación por el cumplimiento y el respeto a los principios que rigen la RSE, tanto desde un punto de vista del trato a la persona; sin dejar de lado la innovación y la investigación. Dignidad humana, Solidaridad y el bien común son principios arraigados y de larga trayectoria dentro de la UCAV.