Entrevista con Ana Botella, Presidenta Ejecutiva de Fundación Integra, una entidad de apoyo a las personas en exclusión social y con discapacidad, para hablar sobre el trabajo de la fundación y la situación de la responsabilidad social corporativa en nuestro país.
Fundación Integra ha conseguido, gracias a una red de 55 empresas que mantienen su compromiso con la organización y 1.700 voluntarios corporativos, más de 14.000 empleos desde el año 2001, con unas 1.300 personas integradas cada año y una tasa del 90% de valoración positiva de estas personas en aquellas empresas en las que trabajan.
¿Cuáles son las principales líneas de actuación y cómo ha sido su evolución desde la creación de Integra hasta la actualidad?
Fundación Integra tiene 18 años de vida y nace como resultado de la constatación de que, aún en los mayores momentos de crecimiento económico en España, siempre había un gran número de personas que se quedaban fuera del mercado laboral.
El eje central de la Fundación son las personas en exclusión social. Toda nuestra actividad está dirigida a lograr que accedan un empleo que les permita revertir su situación de exclusión social.
Somos un puente para la integración. Trabajamos en red con:
– 200 entidades sociales: son las que atienden de forma más asistencial a estas personas y nos las envían cuando necesitan volver al mercado laboral, como fase última de su reinserción.
– 55 empresas: que son las que les ofrecen oportunidades laborales directamente y las que apoyan su integración laboral de muchas formas: voluntariado corporativo, proyectos, sensibilizando, financiando…
Al principio pedíamos a las empresas que nos contrataran a dos personas al año, casi como un favor. Ahora hay empresas que han ofrecido más de 2.500 puestos de trabajo. Se han dado cuenta de que son los mejores trabajadores.
El resto de acciones que llevamos a cabo buscan sumar de una u otra forma a esta misión, como por ejemplo el desarrollo de proyectos, la formación, el voluntariado, la sensibilización…
Nosotros empezamos nuestro trabajo con personas en situación de gran exclusión. Por distintas circunstancias tuve la oportunidad de visitar cárceles y tener contacto con personas que trabajaban en las prisiones españolas y lo que más me preocupó siempre era la gente que acababa de salir de prisión.
Es muy difícil que una persona que acaba de salir de la cárcel encuentre un trabajo. La mayoría de ellos nunca han tenido una oportunidad en su vida y necesitan que se les facilite la incorporación al mercado laboral. La experiencia de los años que llevamos trabajando en Integra nos dice que cuando a alguien a quien nunca le han tendido una mano recibe ayuda, normalmente, no suele desaprovechar la oportunidad.
En todos estos casos ha habido 90% de éxito, gracias a las empresas que colaboran con nosotros y al gran tejido asociativo que hay en España como los servicios sociales de los ayuntamientos o las asociaciones que trabajan con personas con diferentes problemas. Por ejemplo, si nosotros trabajamos con un exdrogadicto, es necesaria su desintoxicación previa por parte de otras asociaciones, una vez logrado esto es cuando le podemos buscar un empleo.
Yo creo que el trabajo es el final de cualquier ayuda social, la única independencia de verdad que existe es la económica, solo eres independiente cuando tienes un empleo. Además, normalmente, todas las personas que llegan aquí están muy apaleadas por la vida y tienen una autoestima muy baja y el trabajo les ayuda mucho en este sentido.
La labor de los voluntarios aquí es importantísima. En Integra todos los días del año hay formación por la mañana y por la tarde. Además, hay voluntarios de un gran nivel: hay directivos de empresas que dedican parte de su tiempo a ayudar. Cuando viene un gran directivo de un banco a explicar, por ejemplo, cómo hacer un curriculum o cómo presentarse a una entrevista de trabajo, etc. también ayuda a la autoestima de estas personas en riesgo de exclusión y tiene un efecto de recomposición de la personalidad.
¿Cómo trabajáis con la persona?
El proceso es el siguiente:
– La persona es derivada desde otras entidades sociales como Proyecto Hombre, o Servicios Sociales, asociaciones que trabajan con víctimas de violencia o con personas sin hogar, por ejemplo.
– Cuando llega la entrevistamos en la Fundación, para conocer su pasado, sus necesidades…
– Diseñamos junto a ella un itinerario de integración.
– Se forma en nuestra Escuela de Fortalecimiento junto a voluntarios con horas de formación, coaching, etc
– Cuando está preparada la enviamos a los procesos de selección que nos pasan nuestras empresas colaboradoras, que les contratan no por caridad, si no por su valía profesional.
– Se integran como uno más en la empresa.
– Realizamos el seguimiento para asegurar que la contratación ha sido un éxito.
Hubo una cosa muy importante que se planteó desde el principio y se ha hecho y ha sido romper el método de los departamentos de Recursos Humanos para acoger a estas personas, porque es muy importante para la persona que llega a trabajar que la gente de alrededor no conozca su pasado. Esta es una de las razones por las que todo va bien.
¿Cómo surgió la campaña “Segundas Oportunidades” y qué resultados ha obtenido?
La campaña surgió ante una problemática de la que somos muy conscientes en Fundación Integra: todavía hoy, las personas en exclusión están tremendamente estigmatizadas a nivel social, lo que frena su integración en el mercado laboral. Por eso quisimos visibilizar esta realidad y nos pusimos en manos de los mejores: la agencia Comunica +a se prestó a ayudarnos de forma probono a idear y desarrollar esta campaña que perseguía varios objetivos:
– Sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de la exclusión social en todas sus formas y sobre las secuelas y etiquetas con las que cargan las personas que la sufren.
– Promover la integración laboral de estas personas a través de Fundación Integra concienciando a las empresas sobre la valía de las personas que sufren exclusión.
Así surgió esta campaña que se compone de cuatro videos. Los protagonistas son personas de cuatro colectivos con los que trabaja la fundación: sin hogar, cárcel, violencia de género y discapacidad. 4 historias de éxito de personas que, a pesar de sus circunstancias, sus etiquetas, aprovecharon sus ganas de salir adelante para conseguir un empleo y cambiar su vida.
Queríamos mostrar todo lo que “esconden” esas etiquetas. Por eso surgió la idea original de que no fueran los protagonistas los que contaran su historia si no que fueran las personas que les quieren. Así se entrevistó a sus familiares y amigos sin que lo supieran y se hicieron cuñas de 5 minutos para cada uno. Después se citó a los protagonistas en un plató y, sin que supieran lo que iba a ocurrir, les pusieron sus audios. Sus reacciones son genuinas, reales y muy emotivas.
Es una campaña que busca hacer reflexionar sobre cómo, todos, etiquetamos a las personas, cuando lo importante es la persona que está detrás. La campaña ha conseguido 300.000 visualizaciones
¿Qué otras iniciativas o proyectos tienen en marcha actualmente y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
La sensibilización del tejido empresarial es una de nuestras líneas estrategias de actuación, ya que, estamos convencidos de que, concienciando a las empresas desde la dirección hasta el último empleado, fomentamos la integración laboral de nuestros beneficiarios. Por eso durante todo el año desarrollamos junto a las empresas acciones dirigidas a sensibilizar a grupos de interés, a través de jornadas, materiales de sensibilización…
Uno de los últimos proyectos es el que hemos puesto en marcha, por ejemplo, es una colaboración con Sareb para tratar de que las personas que están en esas viviendas consigan un trabajo gracias al cual puedan dejar esa casa y comenzar una nueva vida.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación y cómo lo trabajan?
La comunicación es clave para cualquier empresa y entidad, porque hoy, lo que no se comunica, no existe. Por nuestra parte, las entidades sociales nos hemos convertido en socios, aliados capaces de ayudarles a desarrollar acciones en línea con su RSC y de ayudarles a contarlo.
Y es que también somos un canal de comunicación para las empresas porque podemos ser un altavoz no institucional que llegue a toda la sociedad con un discurso menos corporativo, más humano.
El coste que tiene para la Fundación el hecho de formar y conseguir trabajo a una persona es de unos 700 euros. Con nuestra comunicación tratamos de llegar al mayor número de empresas, organizaciones o instituciones para que puedan ayudarnos a aumentar el número de personas a las que llega la Fundación.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país?
Cada día hay más causas sociales y medioambientales a las que sumarse, lo que permite que cada empresa pueda enfocarse hacia una línea que se adapte a sus propios valores. Esto es importante porque las causas que apoyamos y cómo las contamos tienen siempre que estar en línea con la cultura organizativa y con la estrategia de negocio de la compañía.
Por ejemplo, en el caso de Fundación Integra, las empresas que colaboran con nosotros apoyan a las personas en exclusión social a través del empleo socialmente responsable y es que el empleo es algo que está en la base de todas las empresas.
Por eso comunicar a través de historias sigue siendo la mejor línea de comunicación. Más que nunca las empresas buscan contar lo que hacen a través de los protagonistas, de sus historias, porque se busca emocionar. Aquí entramos de nuevo las entidades, como socios estratégicos.
¿Cuáles son las principales barreras y desafíos de futuro de la RSE?
El principal objetivo de la Fundación Integra es sin duda ser autosostenibles, aquí trabajamos 25 personas y, aunque utilizamos para nuestra misión el 100% de los ingresos, hay que levantar la persiana todos los días.
En cuanto a la RSC la clave está en desarrollar acciones estratégicas muy alineadas con la misión, visión, valores… y esto se aplica a empresas y entidades.
Y es importante implementar estas acciones de forma que creen valor para la sociedad, pero también para la empresa. En este sentido es vital extender y trasladar los compromisos adquiridos a los propios empleados, socios, proveedores… implicándoles y haciéndoles partícipes para lograr un impacto mayor.
Más a nivel de comunicación, un reto que tenemos las entidades sociales es: terminar con los estereotipos fijados en décadas anteriores. Creemos que el gran reto es abordar esta comunicación de una forma más humana y menos sensacionalista. Y con esta idea nació la campaña Segundas oportunidades.
ODS.12 “Cuando alguien a quien nunca le han tendido una mano recibe ayuda, no desaprovecha la oportunidad”
Ana Botella, Presidenta Ejecutiva de Fundación Integra, charla con Corresponsables sobre la labor que llevan a cabo en su entidad
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