Entrevista con Arancha Torres, vicepresidenta de RRHH y responsable de RSC en Capgemini España, que nos habla sobre los pilares de la política de RSC de la multinacional francesa de servicios de consultoría tecnológica y sobre sus retos de futuro en esta materia.
¿Cuáles son los ejes de actuación de la política de RSC de Capgemini?
Nosotros en materia de RSC queremos ser reconocidos en el mercado como una empresa socialmente responsable, para ello tenemos una estructura o una política estructurada basada en tres pilares: diversidad, medioambiente e inclusión digital.
Nuestro lema es que queremos ser “Arquitectos de futuros positivos”, es decir, queremos tener un impacto en la sociedad que realmente cambie lo que estamos viviendo actualmente. Sobre todo, en temas digitales que están generando una brecha digital en aquellos colectivos menos favorecidos de la sociedad, es un poco en lo que nos queremos centrar.
Como decía, nuestra estrategia tiene tres pilares. El primero de ellos es la diversidad. Aquí lo que queremos es ser una empresa con un entorno que favorezca los perfiles diversos. Cuando hablamos de diversidad, aunque nos hemos centrado mucho en la diversidad de género, nuestra RSC no solo se centra en la diversidad de género sino, también, en la diversidad de capacidades.
Estamos llevando a cabo iniciativas, por ejemplo, en diversidad de género intentando concienciar a los colectivos más jóvenes de que pueden optar por carreras STEM, porque tenemos dificultad de encontrar perfiles femeninos en nuestra profesión, sobre todo en perfiles IT. Trabajamos con la Universidad de Valencia en un proyecto llamado Girls 4 STEM en el que somos patrocinadores y damos formación. Estamos haciendo talleres para trabajar y para que vean que la tecnología es diferente a lo que piensan, que ni es una carrera de hombres ni es aburrido y que pueden aportar muchísimo. También estamos trabajando con universitarios. Aquellos que no han elegido carreras que no son tan específicas de TI, como puede ser Ingeniería Informática, pero estudian Matemáticas u otro tipo de ingenierías que pueden aportar un valor diferencial en nuestra profesión.
De manera interna, tenemos objetivos de inclusión de diversidad de género dentro de la organización. Estamos haciendo diversas iniciativas como, por ejemplo, un mentoring para mujeres. Nos hemos dado cuenta de que cuando llegan a una cierta experiencia dentro de la compañía, de 4 o 5 años de experiencia, con 32 o 36 años, tienen que tomar la decisión de ver si continúan con su carrera profesional o priorizan sus aspectos personales. Lo que estamos intentando es mentalizar al management de la compañía de que las dos cosas son compatibles. Si en estos momentos determinados damos esa flexibilidad a las mujeres, seguramente continúen con su carrera profesional y es un periodo muy acotado de tiempo.
Tenemos objetivos de contratación en diversidad y no solo de contratación sino también objetivos de retención. Todos nuestros managers, de gerente hacia arriba, tienen un KPI de retención de mujeres dentro de la organización. Esto, por supuesto, apoyado por el Comité Ejecutivo. Todos los meses en nuestro Comité Ejecutivo vemos cómo vamos en las diferentes ratios de promoción a posiciones de liderazgo de nuestras mujeres, la ratio de mujeres a nivel de compañía, cuántas vicepresidentas tenemos y cuántas hemos hecho. Y esto lo vemos todos los meses en el Comité Ejecutivo, con lo cual, el compromiso de la dirección es clave para que esto funcione y vaya en cascada.
En materia de medioambiente, el segundo eje, estamos trabajando en distintos temas también. Algunos ejemplos son las fuentes de agua que hemos puesto para evitar que haya botellas de plástico. Hemos cambiado en todas las salas las botellas de plástico por botellas de cristal con vasos para intentar ayudar a conseguir un mundo mejor en este sentido. Otra de las cosas que hemos hecho es potenciar el uso de bicicletas, monopatines… tenemos una zona para estacionar monopatines y bicicletas. Por supuesto, el parking cuenta con enchufe para coches eléctricos. Hemos puesto en Madrid un autobús que desplaza a nuestros empleados de Chamartín hasta aquí para evitar el uso masivo de coches, que podamos compartir el transporte. Como puedes ver estamos en una oficina nueva donde el papel desaparece; nos hemos vuelto paperless dentro de la compañía. Tenemos que recoger todos los días nuestro puesto de trabajo, con lo cual hemos hecho que prácticamente el papel desaparezca porque no se puede quedar encima de las mesas, es casi todo digital. Estamos trabajando mucho en este aspecto colaborando en lo que podemos.
La tercera pata, que es la de inclusión digital, es en la que estamos llevando a cabo iniciativas más potentes. Aquí estamos con varios proyectos. Un dato que nos llamó la atención y que nos pareció muy relevante es una estadística que mostraba que el 52% de la población mundial no tenía acceso a internet. A nosotros este 52% nos parece muy alto porque, además, es verdad que la tecnología ha tenido un crecimiento brutal, exponencial, y debería ir acompañado con esta introducción en la sociedad de todos los ámbitos digitales. Pero hay ciertas poblaciones que están en riesgo de no digitalizarse porque no tienen fácil acceso a Internet y a realidades digitales. Nosotros hemos visto ahí un campo en el que tenemos que trabajar de manera urgente, como empresa tecnológica tenemos que colaborar para que esto no suceda y para que no se incrementen las desigualdades con la brecha digital.
Nos hemos puesto un objetivo para 2020 y es que, sin abandonar los otros proyectos que hemos comentado, el 80% de nuestros proyectos de RSC estén centrados en inclusión digital. En el 2018 teníamos un 64%. Nos hemos focalizado muchísimo para llegar al objetivo de 2020; es muy ambicioso, pero creo que lo podemos cumplir.
En cuanto a algunos ejemplos de inclusión digital: estamos trabajando con distintos partners. El primer partner con el que trabajamos es la Fundación Adecco, con quien hemos creado un aula digital para personas con discapacidad que lleva nuestro nombre de Capgemini. Aquí el objetivo es formar a personas con discapacidad y darles capacidades digitales básicas. Todo lo que tiene que ver con la búsqueda de empleo, cómo acceder a ofertas, hacer un curriculum, utilizar una cuenta de correo para poder comunicarte, etc. Cosas muy básicas, que puedes pensar que todo el mundo sabe hacer, pero que son faltas de conocimientos que existen.
Otra cosa que estamos haciendo, por ejemplo, con la Fundación Randstad es un proyecto que se llama CAPacita2. Este proyecto consiste en formar en skills digitales básicas a unas 13 o 14 mujeres (juntamos las dos cosas, diversidad e inclusión digital) en riesgo de exclusión social, que hayan tenido alguna situación personal que no les haya permitido poder avanzar en materia digital. Hemos lanzado un proyecto piloto de 13 personas en Madrid y ha sido un éxito. Además, los formadores son empleados nuestros. Queremos extenderlo a Barcelona y Valencia. Hemos conseguido que los asistentes sean capaces de preparar su curriculum, colgarlo y buscar puestos de trabajo, por lo que nos han reconocido que es una iniciativa muy buena y queremos extenderlo al resto de la geografía española.
Otro proyecto, que nos encantó cuando nos lo contaron, es el que estamos haciendo de la mano de Factoría F5. Factoría F5 utiliza una metodología muy conocida en Francia que se llama Simplon, pero aquí se ha adaptado el nombre para ser más ad hoc. Hacemos una selección muy exhaustiva, entre 24 y 30 personas y les formamos durante 7 meses en tecnologías especificas de programación. En concreto, se forma a personas en riesgo de exclusión social, que hayan perdido a sus padres, que hayan tenido una situación económica muy desventajosa que no les haya permitido tener estudios, mujeres maltratadas… incluye todos colectivos de exclusión social. Se les hace una entrevista muy en profundidad, tiene que ser gente que esté motivada por cambiar su vida, por formarse en una tecnología que no conoce. Es un programa muy exigente, les forman durante 7 meses en ciertas tecnologías, como Java y otras tecnologías punteras, en las que hay dificultades para captar talento y salen totalmente preparados para trabajar. De hecho, nosotros hemos incorporado en la organización a cuatro personas de este proyecto y ha sido un éxito. Un éxito de integración, por parte de la compañía. Hemos trabajado mucho en que tuvieran un tutor y que les acompañara al principio. Pero un éxito también por el resultado que están dando estos profesionales dentro de la organización. Son profesionales comprometidos, que valoran muchísimo la oportunidad que se les ha dado y tienen el conocimiento técnico que nosotros necesitamos. Un éxito. Tal ha sido así que hemos pedido ir de la mano de Factoría F5 para montar un proyecto idéntico en Asturias, solo con nosotros, porque ellos lo hacían de manera externa y nosotros nos adherimos. Ahora lo queremos hacer exclusivamente con ellos en Asturias. Ya tienen la subvención del Principado de Asturias y ya vamos a empezar a formar a 24 personas allí, con la intención de contratarlos dentro de la organización.
Otro proyecto que estamos poniendo en marcha es con la Fundación ONCE, centrado en personas con discapacidad y en Asturias. Hemos creado un grupo de personas que se han formado en JAVA, que es una tecnología que nosotros demandamos mucho en el mercado, hemos dado formación a 15 personas, algunas de las cuales han sido contratadas después por Capgemini.
Otro proyecto en el que también estamos trabajando con la Fundación Randstad son los Premios Together. Son unos premios en los que involucramos a la plantilla. Cada profesional tiene la oportunidad de nominar a una ONG que trabaje en ciertos proyectos, se presentan estos proyectos y, a través de una votación interna y popular, se eligen aquellos que mejor encajan y se les da un premio. Este año lo hemos centrado en inclusión digital, es decir, el proyecto que presentaban nuestros empleados tenía que tener un componente de inclusión digital. Ha habido dos proyectos ganadores. Uno de ellos era un aula digital dentro de la Fundación Jove que ha creado para todas las personas que están dentro del entorno un aula digital para formarlos en habilidades digitales. Y otro es con personas y estudiantes FP y hemos becado a dos personas de esa asociación para formarles en temas digitales. Llevamos a cabo todo tipo de iniciativas que nos ayuden a reducir esta brecha digital.
Estamos llegando a un colectivo de unas 50 personas, además con un foco muy determinado de exclusión social y discapacidad, pero nosotros queremos ir más allá porque nos parece poco. Por eso para el año que viene el 80% de los proyectos tiene que ser de esta materia y queremos doblar el número de las personas a las que estamos llegando.
¿Qué otros proyectos son los que mejores resultados están dando en inclusión digital de los que tenéis en marcha?
Yo diría el CAPacita2, el de la Once y el de Factoría F5, es decir, aquellos en los que nosotros de manera muy cercana detectamos cuáles son nuestras necesidades y formamos en base a lo que nosotros necesitamos internamente, independientemente de las capacidades que tengan esos profesionales.
De la misma manera que nosotros estamos formando en Java a personas que salen de la universidad para incorporarlos, porque tenemos esa necesidad, para nosotros es exactamente igual que una persona que tenga una discapacidad o esté en riesgo de exclusión social. Con la misma formación lo queremos introducir en la sociedad. Yo creo que esto es lo que está teniendo más éxito porque tenemos las dos necesidades cubiertas, por un lado, nuestra necesidad como compañía y, por otro lado, la necesidad que existe en la sociedad de incluir a estas personas dentro del mercado de trabajo.
Además de la parte digital ¿qué otras iniciativas de RSC estáis llevando a cabo en este momento?
Desde hace años estamos impulsando con fuerza la RSC. En una primera fase, se centraba mucho en la parte interna, es decir, estaba muy enfocado a nuestros profesionales. Hace dos años abrimos este abanico y ahora estamos trabajando con tres stakeholders: clientes, sociedad y empleados. Y estamos haciendo que todos interactúen, de manera que nuestros empleados tengan impacto en los clientes, que también tienen una RSC y queremos que impacten en ellos y, por supuesto, con la sociedad.
Dentro de otras iniciativas que estamos haciendo tenemos, por ejemplo, el Día Sin Cole, que es algo que está muy valorado por nuestros empleados. Aquí trabajamos dos aspectos relacionados con la sociedad y los empleados. Cogemos asociaciones en donde pueden realizar actividades con los niños en esos días que no tienen colegio y que suponen una complicación para los padres, que tienen que trabajar. Les traemos por la mañana a la oficina, les llevamos en autobús a alguna asociación durante el día, trabajamos con ellos y luego les volvemos a traer por la tarde. Es una iniciativa muy bien valorada por los empleados y por las asociaciones con las que trabajamos.
Otra iniciativa es el Día del Voluntariado. Este año, por ejemplo, el día del voluntariado ha estado orientado a la inclusión digital. Fue un día que compartimos con personas con discapacidad, pero, además, utilizamos la tecnología como herramienta de desarrollo de la dinámica. Fue un día con nuestros familiares, un sábado en el que compartimos el día y, además, con iniciativas digitales.
Tenemos planificado, por ejemplo, para el mes de marzo o abril la limpieza de las playas en aquellas oficinas de Capgemini en comunidades con playa. Es otro de los proyectos que vamos a hacer.
Otras iniciativas son los mercadillos, queremos hacer un mercadillo navideño con las asociaciones y vender las cosas que hacen. Para concienciar a nuestros empleados del apoyo que pueden dar a estas organizaciones con pequeños detalles, como comprándoles cosas que ellos hacen manualmente.
Y luego, un aspecto muy importante que hemos trabajado recientemente y que ha sido un éxito brutal y que me ha parecido extraordinaria la experiencia: el proyecto en el que el Comité de Dirección se ha visto inmerso en un proyecto en el que tenían que pasar un día entero con una asociación diferente los unos de los otros. Uno en una asociación de discapacitados, otro en una asociación de tetrapléjicos, otro de capacidades mentales… y luego poner en común cómo había sido la experiencia. Me pareció un aspecto muy positivo primero por concienciar a la dirección, más todavía si cabe porque está muy concienciada con el tema de cómo tenemos que ser inclusivos. Y, segundo, porque esto ayuda mucho a trabajar la gestión de equipos dentro de la organización. Porque todos estos valores que te aporta el estar en una jornada te ayudan a entender mejor cuando regresas a tu compañía y tienes que gestionar personas. Te ayuda a tener más empatía, a entender más las cosas, a valorar más la diversidad o las diferencias de unos con otros. Esta iniciativa ha supuesto un barniz de realidad y ha sido tremendamente positiva.
¿Cuáles son los retos de RSC en España?
Mi percepción es que todos estamos muy concienciados y tanto las empresas como las asociaciones estamos trabajando de manera individual y colectiva, para mejorar la situación de la RSC en España. Y tenemos la responsabilidad de seguir impulsándola en un momento en el que la desigualdad en temas digitales está acelerándose tanto, porque el crecimiento de la tecnología está siendo tan exponencial, que el ritmo al que vamos cada una de las empresas no abarca con suficiente rapidez el cambio que necesita la sociedad en España.
Creo que debemos seguir reforzando la acción colectiva de las empresas, así como de la Administración Pública con el objetivo claro de reducir esta brecha social. Si vamos todos en la misma dirección iremos más rápido. Los retos que tenemos por delante son muchos, además, en sostenibilidad y digitalización tenemos mucho que avanzar y si todos nos pusiéramos un objetivo común conseguiríamos objetivos mucho más rápido.
¿Cuáles son los retos de futuro en Capgemini en cuanto a la RSC?
Nuestro principal reto es continuar innovando y trabajando para conseguir los objetivos que nos hemos propuesto y para intentar llegar más lejos.
También tenemos que seguir poniendo foco en proyectos para disminuir la brecha digital y lanzar proyectos cada vez más ambiciosos. Además, es muy gratificante ver el alcance que tiene.
En materia de sostenibilidad también estamos reforzando nuestras iniciativas. Y, por supuesto, la diversidad, donde seguimos trabajando porque, evidentemente, es un reto, y más en nuestra profesión porque no hay mujeres. Tenemos que trabajar mucho más para retener a las que tenemos y para hacerlas crecer y que lleguen a puestos directivos. Tenemos muchos retos por delante en los próximos años.