Nos colamos en 21gramos para entrevistar a Marta González-Moro socia fundadora de esta agencia de branding y comunicación especializada en sostenibilidad e impulsora del movimiento Marcas con Valores. 21gramos, proyecto de éxito de innovación social, lleva 12 años conviviendo con la responsabilidad social y construyendo un modelo de negocio responsable y ético.
¿Cuál es la misión de 21gramos en la comunicación y la gestión ética de las marcas y cómo lo desarrolláis y ayudáis a las marcas a posicionarse desde una perspectiva sostenible y ética?
21gramos es una organización que basa su modelo de existencia en dos cosas: su propósito y el modelo de negocio. El propósito de 21gramos es construir una sociedad más justa, humana y sostenible; compartimos el mismo propósito con nuestro movimiento colaborativo de Marcas con Valores. Lo que nos mueve y lo que nos hace estar hoy aquí es querer sumar voluntades principalmente en el ámbito empresarial, aunque también trabajamos para organismos de todo tipo. Incluso ahora estamos considerados como empresa del cuarto sector.
Somos una organización de innovación social porque intrínsecamente nuestro modelo de negocio se basa y se dirige desde el propósito. El conocimiento y talento de 21gramos se desarrolla en el ámbito del marketing y de la consultoría de branding y comunicación con perspectiva ética.
Háblanos de la RSE de 21gramos, ¿cómo ha ido evolucionando durante estos 12 años hasta la actualidad y cuáles son sus principales áreas estratégicas?
Nosotros convivimos con la RSE desde que nacimos hace 12 años. Nuestro negocio está gestionado desde un modelo responsable y ético e intentamos legitimar y liderar con el ejemplo el desempeño que compartimos con nuestros clientes. 21gramos evoluciona y convive de manera coherente y natural con la RSE.
El activo más importante para 21gramos son las personas; y las personas que formamos 21gramos ofrecemos al mercado, a la sociedad, talento comprometido. Construir una sociedad más justa, humana y sostenible; y en concreto, ayudar a las empresas a poner en valor los esfuerzos que hacen en este sentido, es nuestra razón de ser. Les ayudamos a poner en valor lo que hacen pero también, les ayudamos a descubrir y a innovar oportunidades en el ámbito reputacional que les hagan ir creciendo y evolucionando en su propio modelo de RSE o modelo de negocio responsable.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podrías compartir sobre la estrategia de responsabilidad social y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
El gran proyecto de 21gramos es gestionar y dirigir una organización que es B Corp. Las entidades B Corp, por modelo de negocio, son las mejores empresas para el mundo. Me siento orgullosa de dirigir una empresa cuyo propósito es construir una mejor sociedad para todos.
Todos los proyectos que hacemos tienen un único objetivo que es mejorar el desempeño en términos éticos y sostenibles. Todos los proyectos que hacemos desde 21gramos, que van desde la transformación cultural de las organizaciones, proyectos de inteligencia social aplicados al modelo de negocio o proyectos de educación con valores hasta la consultoría estratégica en RSE para el modelo de negocio, tienen como fin último esa búsqueda de innovación en el ámbito reputacional.
¿Qué importancia tiene para 21gramos la comunicación de la responsabilidad social y qué destacarías en la misma?
Tiene tanta importancia como nuestra propia existencia, ya que somos una agencia de comunicación. Creemos que hay que poner en valor los esfuerzos que las organizaciones hacen porque hoy en día no sólo hay que serlo y hacerlo sino también parecerlo. Nuestra máxima es ser y hacer antes que parecer. Lo eres, lo haces y por supuesto, lo pones en valor.
¿Cuál consideras que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
El término de RSE hay que superarlo para ir a modelos mucho más transversales y trascendentes, pero sin duda vivimos un momento mágico. Tras 12 años de trayectoria en pro de la sostenibilidad, en la mejora de la perspectiva ética y de los modelos más sostenibles en la organización nunca he percibido un momento más mágico que ahora. Creo que se alinean los astros, las personas, la ciudadanía, la sociedad es su conjunto. Unos a otros nos contagiamos porque queremos y podemos hacer una sociedad mejor. Se trata de creérnoslo. Ya no es sentir el compromiso sino poder cambiarlo; yo no estoy comprometida sino soy responsable y me siento empoderada para poder hacerlo. Creo que es el gran cambio, hemos pasado de un modelo más buenista y soft al más absoluto activismo y empoderamiento de que somos capaces de acometer el desafío que todos tenemos delante.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de 21gramos en esta materia y cómo lo pensáis llevar a cabo?
El gran desafío es seguir generando valor compartido con todos los que colaboramos y compartimos el proyecto. 21gramos es per se una organización muy abierta y colaborativa . El gran desafío es seguir creando . Cuanto más compartido, más valor creas.
La perspectiva colaborativa es el rasgo identitario de las empresas de hoy. No es lo mismo ser una empresa en el siglo XXI que del siglo XXI . Todavía hay muchas empresas que por muchos años que tengan, no son empresas del siglo XXI. Una empresa del siglo XXI es una empresa colaborativa y sostenible.
¿Qué queda del greenwashing en esas empresas de hoy?
Aquí lo que importa es el impacto. Necesitamos un impacto más sostenible para sobrevivir. Si queremos sobrevivir necesitamos generar modelos de negocio, modelos de empresas y modelos de sociedad más sostenible. Pasar del greenwashing al greenembracing.
La crisis que ha atravesado España hace unos años ¿ha sido el punto de inflexión para que las empresas y la sociedad en general se replantearan muchas cosas?
Hay quien dice que la crisis ha sido la gran recesión, yo digo que ha sido la gran reflexión. Hemos tenido un periodo de reflexión colectivo para darnos cuenta y aprender algo, creo que ha habido un cambio, un punto de inflexión para tomar impulso y entender que el modelo o es sostenible o no hay modelo.
En los momentos de cambio siempre hay un choque de trenes. Estamos chocando los trenes del modelo de negocio del siglo XX con el modelo de organización y de sociedad del siglo XXI, y la sostenibilidad, ante el posible colapso, no puede descarrilar.
¿Cómo ves el futuro tras doce años de andadura?
De ser considerados unos alternativos a ser la alternativa. Hace doce años éramos unos ilusos, inconscientes y ahora nos dicen que hemos sido unos valientes y visionarios. Yo me quedo con valientes y con un equipo que cree que los valores y las personas prevalecen ante todo.