Entrevistamos a Oriol Roig, Gestor Comercial de TUV SUD España y Portugal que nos habla sobre el compromiso de las marcas con la sostenibilidad y el medioambiente y asegura que la sostenibilidad en cualquiera de sus aspectos tiene que formar parte del ADN de la empresa.
¿Cómo lleváis a cabo en TUV SUD las acciones de concienciación sobre la gestión sostenible de los recursos y los residuos?
La sostenibilidad es un tema que está muy en boca de todos. Las organizaciones nos consultan con frecuencia cómo pueden mejorar y qué pueden hacer en esta materia. Hemos fundamentado y conducido la difusión de la sostenibilidad en dos pilares y través de los siguientes canales:
1. A través de las diferentes asociaciones donde participamos como la Asociación Española de Calidad donde las empresas se unen para discutir sobre estos temas. Creemos, de hecho, que es uno de los mejores ámbitos para difundir la sostenibilidad.
2. Fomentamos los cursos entre las empresas que lo demandan cada vez más. Nos hemos dado cuenta, igual porque el mercado español no es tan maduro, que la sostenibilidad es algo que ha venido para quedarse, y que hay que empezar a mover. Las grandes empresas españolas y las pymes que no quieren perder competitividad, buscan ese conocimiento. Por eso, a través de los cursos que ofertamos, es una buena manera de que las organizaciones entiendan, aprendan y sepan por dónde moverse en este concepto tan vasto como es la sostenibilidad.
¿Qué buenos hábitos podemos emplear desde las organizaciones a la hora de reducir residuos?
El concepto de reducir residuos es una parte del iceberg. Cuando pensamos en la sostenibilidad, lo primero que nos viene a la mente son los residuos, que ya empiezan a tener una nueva visión con el concepto que nos quiere hacer ver la UE. Aquello que nosotros antes considerábamos residuo, con las políticas que se están fomentando de circularidad, y que se trata de un cambio de paradigma que debemos hacer nosotros también como empresas, tiene que ser o debe poder ser en un futuro cercano, el inicio de otro producto.
Con la intención de poder mantener el planeta dentro de una sostenibilidad global, ese concepto de linealidad lo estamos convirtiendo en algo circular. Ese primer residuo hay que intentar convertirlo, y volver a introducirlo en la cadena. Como primer concepto, es necesario hacer ese cambio de mentalidad en las empresas.
Además, no se trata solo de reciclar el producto/servicio y olvidarse, hay que cambiar el chip y pensar desde el inicio, es decir, desde la misma concepción del producto y/o servicio. Es fundamental saber de qué forma podemos volver a introducir este producto al mercado, una vez llegue al final de su vida útil, en otra forma para que pueda continuar, y alargar esa vida útil, y no solamente produzcamos, consumamos y destruyamos/reciclemos, sino que circulemos el producto.
¿Por qué los consumidores valoran las marcas que practican la sostenibilidad?
Ligado a lo comentado anteriormente, el concepto de producir, consumir y reciclar lo tenemos muy interiorizado. Nuestra generación es la que empieza a asimilar que esto no se va a poder mantener en el tiempo. Las generaciones más jóvenes lo tienen muy interiorizado, lo han visto y lo están viviendo. Cosas que para nosotros podrían tener decisión de compra, para ellos es fundamental.
Aquellas organizaciones que estén de verdad comprometidas con la sostenibilidad, y con el medioambiente, son las que al final triunfarán porque son percibidas como marcas que se preocupan más por el planeta, y por las condiciones de vida de todas las personas que están involucradas en el mecanismo global de circularidad.
¿Cómo pueden las amrcas de bienes de consumo mantenerse a la vanguardia en términos de curva de sostenibilidad, iniciativas competitivas y las exigencias de los consumidores?
El primer paso hacia la sostenibilidad es ser consciente de ello, es decir, no sirve para nada intentar aplicar una acción u otra de forma descoordinada. Definitivamente, la sostenibilidad en cualquiera de sus aspectos tiene que formar parte del ADN de la empresa.
Lo más sencillo es participar en los foros en los que se debaten estos temas. Las grandes empresas cuentan con personal que están en grupos de trabajo donde se desarrollan las diferentes normas. Sin embargo, no todas las empresas pueden dedicar tiempo y recursos.
Muchas veces, las agrupaciones de las diferentes empresas tienen asociaciones a las que pueden adherirse para participar. Estas son fundamentales porque tienen en cuenta la idiosincrasia de las organizaciones, y forman un lobby que les permite ayudar. En este sentido, es clave estar muy actualizado porque es un tema que está en constante movimiento.
El ejemplo más claro son los fabricantes de textil y calzado porque, desde la UE, se está poniendo el foco en este tipo de industrias debido a su alta contaminación. Durante muchos años, esta industria ha sido la que ha generado mayor influencia en este consumo por encima de las capacidades de regeneración. En estas categorías de empresas es fundamental pensar internamente cómo debe ser el próximo modelo de negocio porque saben, que como es en la actualidad, no es viable.
¿Qué retos de futuro plantea el consumo de productos sostenibles y la reducción de residuos?
No estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época. Mentalmente, las empresas ya están trabajando porque en esto, no hay marcha atrás. Cada vez somos más conscientes y, por ello, más responsables de que esta situación difícilmente se podrá revertir si todos los agentes económicos implicados no se vuelcan totalmente.
Las empresas tienen que poder evaluar y abordar de una forma lo más profesional posible porque es muy difícil intentar desde cero entrar a evaluar toda la sostenibilidad. Es más importante que, desde la alta dirección, se centre en buscar objetivos sostenibles que puedan desarrollar y que se lo impongan como meta y, tras un tiempo, evalúen el grado de cumplimiento de estas y aborden otras nuevas.
No se puede intentar abordar el concepto de sostenibilidad como un todo, y todo a la vez porque no llevará al éxito. La sostenibilidad, como palabra ya muy empleada, pero como concepto, es un proceso en el que se tienen que ir dando pasos hacia adelante.
Los retos son muy grandes, porque en el caso de productos electrónicos, implicará una mayor durabilidad, ya que así se exige por parte de la UE. Mejores componentes y mejor producción. Esto es algo que vamos a ir dando pasos hacia delante, y es una ruta que no va a parar.
Las empresas deben investigar, aprender, buscar formación y desarrollar su plan estratégico en este sentido. En muchos casos, y en relación a la financiación de las empresas, los bancos están exigiendo que estas tengan un plan relacionado con la sostenibilidad. En cualquier aspecto de la organización es algo clave, y lo va a seguir siendo en los próximos años.
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