¿Cómo se encuentra la situación medioambiental en Catalunya y cuáles son los principales retos?
Los principales retos medioambientales que tiene Cataluña se asemejan bastante a los que tienen el conjunto del planeta.
El principal es el cambio climático. Todos coinciden en decir que el cambio climático es el principal reto medioambiental, y ya no solo medio ambiental sino también económico y social. Este es un elemento que nosotros tenemos muy en cuenta de cara a las políticas públicas. El cambio climático no solo es un elemento meteorológico qué afecta a la seguridad de las temperaturas, o a la subida del nivel del mar. Tiene también mucho impacto en otros ámbitos como por ejemplo la pérdida de biodiversidad y también temas geopolíticos, e incluso sociales. Por lo tanto, es un problema global que todos sufrimos y nos afecta a medida que vamos avanzando.
Luego tenemos otros retos más a tipo local. Como por ejemplo la calidad del aire. El caso de la contaminación del aire es un fenómeno más local, debido a las emisiones de transportes o de industrias. Esto nos obliga a tomar medidas de carácter local y es por ello que en Cataluña se ha organizado junto con el gobierno y otras administraciones una mesa y una cumbre de calidad del aire que se traduce en una mesa de calidad del aire. Hacemos grupos de trabajo para ver cómo podemos hacer frente a esta situación que nos ha llevado a tener incluso expedientes de infracción por parte de la Comisión. También necesitamos de la colaboración del Estado para la mejora de la red de cercanías. Por otro lado, se está trabajando en hacer restricciones a los vehículos más antiguos y diésel en caso de tener episodios de contaminación elevada. Se trabaja también cuando hay contaminación por partículas y en este caso es algo que tenemos establecido con las empresas qué pueden emitir más partículas.
¿Podrías destacar algunas iniciativas o estrategias en relación a las empresas?
En general, las respuestas que obtenemos de las empresas, tanto de las grandes como de las medianas y las pequeñas, en relación a este cambio de paradigma hacia una economía circular es ciertamente positivo. Desde hace años trabajamos con ellas y las principales iniciativas que hemos tenido están centradas en ayudas o subvenciones para acompañar a las empresas a hacer esta transición hacía una economía más circular. En este sentido hemos intentado dirigir estas ayudas sobretodo a las pymes, porque entendemos que las empresas grandes o multinacionales ya tienen unas políticas de Responsabilidad Ambiental. Ahora hemos creado una una plataforma que es llamada “Cataluña Circular” en la que han participado las patronales y los sindicatos, y es una especie de escaparate a modo página web donde se recogen las principales iniciativas con respecto a economía circular para que otras empresas que quieren hacer esta transición puedan aprender también de las mejores prácticas y de los mejores ejemplos.
¿En qué medida habéis notado un crecimiento de los emprendedores sociales y de las nuevas empresas más socialmente responsables con el medio ambiente?
Hemos notado un incremento sensible, creemos que debería notarse todavía más y que todavía hay empresas que tienen un margen para hacer actuaciones a favor del medio ambiente. Aquí podríamos distinguir dos líneas de trabajo. La primera es cómo una empresa puede mejorar sus propias formas de producción y sus propios procesos productivos en relación con la mejora del medio ambiente. En este sentido las normativas ambientales han ayudado acelerar estás mejoras. Pero nosotros querríamos que las empresas también fueran más allá. No solo en relación a sí misma sino también con el entorno dónde se encuentran. Por ello tenemos algunos programas de acuerdos voluntarios dónde proponemos a las empresas ir más allá, por ejemplo, en la reducción de las emisiones de CO2. Con respecto a la mejora del entorno tenemos un proyecto que se llama tándem e incorpora el contacto de empresas con ONGs e identidades del sector medioambiental para que se conozcan y juntas puedan hacer proyectos que vayan en beneficio de la propia empresa y también del entorno. Con este proyecto han surgido iniciativas muy interesantes dónde se han creado nuevos productos a partir de las sinergias entre la empresa y la ONGs.
La comunicación con los grupos de interés, ¿cómo la estáis valorando y trabajando desde la Secretaría de Medio Ambiente?
Lo que intentamos es sumarnos a proyectos que ya están funcionando y que pueden ser positivos para las empresas. Por ejemplo, un proyecto que vosotros conocéis perfectamente es Respon.cat. Por tanto, nuestros interlocutores directos son, por un lado, patronales y asociaciones, pero también estas otras iniciativas que de por incorporan diferentes agentes. También con otros sectores con los que tenemos un contacto directo porque trabajamos en la misma línea. Les ofrecemos propuestas de colaboración constantemente.
Finalmente, ¿cuáles son los mayores retos y desafíos de futuro de la Secretaria de Medi Ambient para este 2019?
Uno de nuestros principales objetivos es pasar de una economía lineal a una economía circular. Uno de los impulsos importantes que hemos venido haciendo durante estos años es en el ecodiseño, porque entendemos que la economía circular no es sólo trabajar en este residuo qué debe reconvertirse en un recurso sino también trabajar en el origen y en como los productos que ponemos en el mercado están diseñados desde el inicio de modo que puedan recuperarse al 100%.
Y alineadamente el despliegue de la Ley del Cambio Climático, que aprobamos siendo una de las primeras del sur de Europa. Ahora estamos trabajando en su implementación, y es que uno de los elementos más novedosos es el hecho de poder elaborar presupuestos de carbono, algo que solamente existe en el Reino Unido. Es un reto muy importante para nosotros por las dificultades que conlleva.