Fundación ONCE y la Red Mundial de Empresas y Discapacidad de la OIT (OIT GBDN) presentaron este miércoles en Ginebra ‘Hacer la transición verde inclusiva para las personas con discapacidad’, un informe que señala que dicha transición implicará oportunidades de empleo para personas con discapacidad, pero solo si va acompañada de una formación inclusiva y de una accesibilidad adecuada.
El documento se presentó durante la 10ª Conferencia Anual Mundial de la GBDN de la OIT, titulada ‘La discapacidad en los esfuerzos de sostenibilidad: las empresas lideran el camino’ y celebrada en la sede de la OIT. La publicación presentada se ha desarrollado bajo los auspicios del Disability Hub Europe, un proyecto liderado por Fundación ONCE y cofinanciado por el Fondo Social Europeo que cuenta con la OIT GBDN como uno de sus principales socios.
El informe, elaborado conjuntamente por la OIT y Fundación ONCE, profundiza en los cambios que está experimentando el mundo del trabajo como respuesta a los impactos del cambio climático y examina diversos sectores clave, con un enfoque especial sobre la inclusión de personas con discapacidad. Su prólogo lleva la firma de José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, y Sukti Dasgupta, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
El trabajo identifica desafíos y oportunidades y brinda recomendaciones para que todas las partes interesadas promuevan una transición inclusiva que no deje a nadie atrás, tal y como explica José Luis Martínez Donoso. Así, entre las conclusiones del trabajo figura la que señala que la transición verde implicará oportunidades de empleo para personas con discapacidad en
diversos sectores económicos y que esto aportará perspectivas valiosas a las empresas para la sostenibilidad y la innovación en funciones relacionadas con el medio ambiente. Además, apunta que dicha transición puede ayudar a reducir la polarización laboral derivada de la digitalización.
Ahora bien, advierte la guía, esto sólo será posible si la transición va acompañada de una formación y educación inclusivas, así como de una accesibilidad adecuada y adaptada a las necesidades de cada individuo y de cada sector. Según el documento, para lograr una transición justa es necesario proporcionar una formación continua e inclusiva adaptada a las necesidades específicas de las personas con discapacidad, hacer que el diálogo social con los grupos “insuficientemente representados” sea central en todos los procesos de formulación de políticas e incorporar la inclusión y la accesibilidad al proceso de transición hacia una economía y sistemas de protección social más ecológicos. “Esta transición no puede considerarse ‘justa’ si continúa ignorando la persistente marginación de las personas con discapacidad en el mercado laboral o exacerba los ya desproporcionados efectos del cambio climático sobre ellas”, aseguran los redactores de la guía.
Sectores clave para una transición ecológica, justa e inclusiva
El informe examina cómo la transición ecológica afectará a los siguientes sectores económicos clave: energía, transporte, construcción y actividades inmobiliarias –edificios-, manufactura, agricultura, agricultura y pesca, suministro y gestión de agua, gestión de residuos, silvicultura y turismo. Analiza, además, cómo esto puede presentar oportunidades y/o desafíos para las personas con discapacidad.
Las principales conclusiones de este análisis apuntan a la profunda transformación del mercado laboral, que supondrá una pérdida de puestos de trabajo en los sectores más responsables de las emisiones de CO2, pero también la creación de nuevas oportunidades laborales para personas con discapacidad si la transición va acompañada de una formación adecuada para el cambio hacia el empleo verde. Y esta capacitación, añade, debe brindarse en todos los niveles, incluida la búsqueda de empleo, la mejora de habilidades y la tutoría.
Sin embargo, subraya el documento, si no se toma en cuenta a las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan desde el primer momento en la creación de políticas y estrategias públicas enfocadas a la adaptación del mercado laboral, la transición ecológica supondrá un desafío y una barrera adicional para este colectivo.
A la luz de lo anterior, el documento insta a los sectores público y privado, organizaciones de personas con discapacidad, sindicatos e instituciones académicas a colaborar para llevar a cabo una transición justa y verde, destinando fondos a la capacitación para la creación de políticas públicas y participación en espacios de diálogo social sobre la transición al mundo del trabajo.
Finalmente, pone énfasis en la importancia de avanzar en la investigación sobre este fenómeno y destaca la necesidad de disponer de estadísticas y datos sobre nuevas oportunidades laborales en el marco de la transición verde, “que deberían estar a disposición de las partes interesadas”.
Algoritmo Verde
Un ejemplo de transición verde inclusiva es ‘TandEM Algoritmo Verde’, un proyecto gestionado por la Asociación Inserta Innovación de Fundación ONCE que está destinado a impulsar la empleabilidad de personas con discapacidad en el sector de la transición ecológica y el empleo verde.
La iniciativa, desarrollada para el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y financiada por los fondos NexGenerationEU, forma ya a 35 jóvenes con discapacidad intelectual en Madrid y Sevilla en la reparación y recuperación de dispositivos eléctricos y electrónicos asistidos en todo el proceso por tecnología propia basada en Inteligencia Artificial y la realidad aumentada.
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