Están a punto de cumplirse 500 años desde que el hombre diese la Primera Vuelta al Mundo.
500 años de Globalización, de efectos positivos e inevitables consecuencias a evaluar, reflexionar y mejorar, para dejar en buen lugar el legado que pertenece a generaciones futuras.
El desarrollo económico, industrial y tecnológico ha mejorado las formas de vida de millones de personas en todo el planeta, con sus ineficiencias y desequilibrios, pero contribuyendo al desarrollo de gentes y pueblos con una evidente mejora en la calidad de vida.
La actualidad exige dar un paso más, rediseñar y repensar nuestro marco de comportamiento con la naturaleza y con el resto de especies, que junto con el hombre habitan el planeta tierra, y que son un elemento tan esencial como nosotros del mismo ecosistema.
También se requiere repensar el modelo de relación entre congéneres, entre humanos, las formas de trabajo y relaciones comerciales entre pueblos y países.
En definitiva, se requiere aunar una reflexión conjunta sobre el Plan Estratégico del Planeta Tierra. Se requiere sentar ciertas bases de pensamiento que ayuden a guiar nuestras actividades en las próximas décadas.
La Primera Vuelta al Mundo supuso un gran desafío, demostró que la tierra no tenía límites, ni tampoco la imaginación humana, y que lo imposible se hace realidad con astucia, inteligencia y pasión.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) buscan desafiar de nuevo a la humanidad. Suponen un llamamiento a todos para actuar de forma conjunta, un llamamiento para impulsar 17 objetivos globales que transformen nuestro mundo. Vienen a ser el detonante de salida para que Gobiernos, Organismos y Pueblos se pongan a trabajar de forma conjunta en el modelo de Planeta que quieren para el futuro.
La propuesta es alentadora y supone un gran sueño para la humanidad. Convertir este sueño en un plan, es tarea de todos.
A nivel global nos encontramos en la mejor situación que la sociedad ha vivido en las últimas décadas, contamos con un menor nivel de pobreza, una mayor esperanza de vida y una mayor tasa de escolarización. Sin embargo, existen desequilibrios importantes que limitan la sostenibilidad del desarrollo mundial, 750 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza, 3 de cada 10 personas carecen de acceso a agua potable desde su hogar, 1 de cada 10 personas todavía vive sin electricidad, por citar algunos datos (Fuente: Banco mundial, ONU, OMS, OIT).
Grandes retos que entre todos debemos abordar, y yo me pregunto, ¿qué papel juega España a nivel global en el impulso de los ODS? No somos líderes. España ocupa el puesto 25 a nivel mundial en los esfuerzos de consecución de los ODS (Fuente SDG Index).
La buena noticia es que a pesar de haber reaccionado tarde, todavía estamos a tiempo. Aunque sabemos que somos especialistas en salvar los partidos en el último minuto, recordemos el 12-1 a Malta, no debiésemos esperar hasta aquel momento para poner en marcha la estrategia que nos haga ganar este partido, porque en esta ocasión, se trata de algo un poquito más trascendente; se trata de los bosques, su flora y su fauna, de la biodiversidad, de la calidad del aire en las ciudades, de los océanos y los ecosistemas marinos. Se trata de un abanico de realidades, que además, pertenece también a generaciones futuras.
Las Empresas, los Gobiernos, la Ciudadanía en general, -tú lector-, tenemos mentes brillantes, pero se requiere dar un paso más, necesitamos mentes brillantes con una gran humanidad.
No te quedes sentado y haz algo, lo que quieras y a tu manera. Muévete y forma parte del plan.