Lidl da un nuevo paso en su compromiso con la sostenibilidad medioambiental. La compañía ha decidido eliminar las bolsas de compra de plástico de todas sus tiendas de España y apostar por alternativas más sostenibles con el objetivo de impulsar la reutilización de las bolsas. Desde este martes es ya una realidad en las Islas Baleares -23 tiendas en toda la región-, siendo una medida extensible a sus más de 550 establecimientos de toda España a lo largo de este año.
En España, se consumen cerca de 7.000 millones de bolsas de plástico al año y sólo se recicla el 10%. Cada bolsa de plástico tiene un uso medio de 12 minutos, pero por el contrario tardan entre 100 y 500 años en descomponerse, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Ante este contexto, Lidl lleva tiempo probando alternativas más sostenibles para llevar la compra a casa.
Muestra de ello es que en 2010 ya introdujo la bolsa de rafia en su surtido, en 2017 comenzó a probar las bolsas de papel de origen sostenible, y desde principios de 2018 las ofrece en todos sus establecimientos de España.
La decisión de Lidl de dejar de vender bolsas de plástico está avalada por sus clientes. Según un estudio realizado por IWD2, más del 90% de los clientes de Lidl quieren prescindir de este tipo de bolsas y optar por alternativas más sostenibles para transportar su compra.
El impacto de la medida
La decisión de Lidl tendrá un gran impacto medioambiental. La cadena sacará de la circulación 100 millones de bolsas cada año, ahorrando al medio ambiente más de 1.300 toneladas de plástico, el equivalente a la superficie de 2.500 campos de fútbol. No obstante, esta medida también conlleva un impacto económico: la compañía va a dejar de ingresar 1,5 millones de euros cada año.
Para el CEO de Lidl en España, Claus Grande, “en Lidl nos esforzamos desde hace tiempo en liderar el cambio hacia un modelo de negocio más sostenible con nuestro entorno y, en este sentido, hay una realidad que no podemos obviar: las bolsas de plástico contaminan y mucho. La decisión de dejar de vender bolsas de plástico forma parte de nuestro compromiso medioambiental y nuestra voluntad de generar valor compartido a la sociedad. Con esta medida, queremos fomentar un hábito: la reutilización de las bolsas para transportar la compra”.
Para lograr este objetivo, Lidl pretende potenciar la utilización de la bolsa de rafia, la alternativa más sostenible y que permite una mayor reutilización. Para incentivar su uso, la compañía ha bajado su precio hasta los 0,50€, manteniéndose así como la bolsa de rafia más barata del mercado.
Esta decisión es el primer hito de una estrategia global de Lidl para reducir el consumo de plástico. En este sentido, la empresa anunció recientemente su compromiso de reducir el uso del plástico al menos un 20% hasta 2025. Y también se ha comprometido a que todos los envases de plástico de sus productos de marca propia sean 100% reciclables antes de esa misma fecha. De este modo, la compañía se adelantará, al menos en 5 años, al objetivo de la Unión Europea, que trabaja en una normativa para 2030.