Desde el 1 de enero de 2018, Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, está también al frente de la Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU), institución que agrupa a 400.000 farmacéuticos y 160.000 farmacias. En entrevista con Corresponsables, Aguilar el día a día del sector y su impacto social, no solo a través de la RSE sino a través de la labor diaria de los farmacéuticos.
¿Qué significa que un español presida la PGEU y cómo afronta esta nueva etapa, con qué planes?
Es una responsabilidad y un honor tanto para mí como para España estar al mando de la mayor red de farmacias y farmacéuticos a nivel mundial. Este mandato como presidentes dura tan solo un año, por lo que nos hemos marcado una serie de puntos fundamentales.
En primer lugar, para 2019 queremos conmemorar los 60 años de la organización y presentar un libro blanco de la profesión que recoja el camino recorrido durante estos años. Por otro lado, defenderemos que los medicamentos tengan que estar en las farmacias, evitando que se vendan en otros canales. En este sentido, cabe destacar que para 2019 todos los medicamentos con prescripción tendrán unos nuevos códigos de identificación para evitar que se falsifiquen. En tercer lugar, estamos trabajando con médicos, dentistas y enfermeros en el Test de Proporcionalidad, una nueva directiva europea que trate de forma diferente a los profesionales sanitarios y que blinden sus derechos.
¿Qué hace un farmacéutico por la Responsabilidad Social?
Muchas cosas. Todos los años en España el número de consejos sanitarios que se da a los ciudadanos se aproxima a la cifra de 182 millones. 2.300.000 personas entran a diario en una farmacia y son aconsejados por nuestros profesionales.
Por otro lado, trabajamos junto con Sigre el campo medioambiental a partir de un programa de tratamientos de embalajes. También estamos trabajando con ONGs en distintos proyectos. Algunos ejemplos son la ONCE y la app que hemos desarrollado para mejorar la identificación de los medicamentos, o el apoyo a la Ley contra la Violencia de Género junto con el Congreso de los Diputados y Senado.
¿Cómo trasladan su compromiso con la sociedad en el día a día?
En España trasmitimos nuestro compromiso a través de los profesionales que trabajan día a día en las 22.000 farmacias que conforman la red. Tenemos un farmacéutico cercano, próximo y profesional en todos nuestros establecimientos. Damos servicios al 99% de la población, pues cada ciudadano tiene una farmacia donde reside. La red permite trasladar este buen hacer farmacéutico y todas las campañas que llevamos a cabo a nivel sanitario.
¿Qué tiene previsto hacer el Consejo durante el año 2018?
En el año 2018 celebraremos nuestro congreso Nacional donde haremos un repaso de los avances que ha habido en la profesión durante estos dos años, además de marcar las líneas de actuación para el futuro. Estamos empeñados en transformarnos tecnológicamente, para ello estamos destinando mucha inversión y recursos económicos. Queremos poner en red nuestras oficinas de farmacias y visibilizar más de los profesionales farmacéuticos.
Desde 2008 rinden cuentas de su actividad, a través de la Memoria de Sostenibilidad. ¿Qué beneficios le reporta interna y externamente?
En primer lugar, la transparencia en este tipo de organizaciones tiene que ser una de la bases fundamentales que rijan las actividades de la misma; al final tenemos una responsabilidad como corporación de derecho público y se debe cumplir la normativa. Si las corporaciones no son las primera en respetar las normas, no estaríamos en disposición de dar ejemplo a colegios y colegiados.
El compromiso con la trasparencia siempre ha sido un tema muy importante para el consejo general. Internamente es un ejercicio de evolución que se ha desarrollado; si no nos implicásemos no se valoraría ni analizaría. Este ejercicio sirve para ver las cosas que se hacen bien dentro de la organización, a la par que muestra aquellos puntos de mejorar para poder establecer objetivos.
Por otro lado, externamente sirve para que se conozca de manera más clara la corporación y a lo que se dedica. Las personas nos dejamos llevar mucho por etiquetas y este tipo de herramientas permiten explicar de manera clara qué somos, para qué servimos y cuáles son nuestros beneficios sociales.
¿De qué manera salvaguardan el buen gobierno y la ética en su día a día?
Contamos con los estatutos del Consejo General y los reglamentos internos de los colegios profesionales. Por otra parte, en la memoria se publican los datos agregados de todos los procedimientos informativos y sancionadores, así como las quejas pertinentes o reclamaciones de los ciudadanos.
También hay un compromiso con la ética y la deontología. De hecho, en el primer discurso que hice como presidente marqué este compromiso como innegociable y se establecieron objetivos para impulsar su desarrollo. Gracias a ello hemos elaborado El Código deontológico de la profesión farmacéutica, el cual ha pasado varias revisiones y recibido más de 250 sugerencias de colegios profesionales, lo que supone una mejora importante. Tenemos la intención de que en este primer trimestre de 2018 la profesión farmacéutica sea capaz de aprobar en una asamblea de presidentes este código deontológico.
En 2016 firmaron un acuerdo con Marca España para la difusión internacional de la excelencia del modelo farmacéutico español. ¿Cómo se está desarrollando? y ¿qué tenemos que compartir con modelos de otros países?
Estamos muy contentos con el acuerdo alcanzado con Marca España y el reconocimiento que supone que la farmacia nacional estar dentro de esta organización. Si lo vemos con perspectiva, estar dentro de Marca España es algo lógico, ya que tenemos un sistema sanitario que, aunque nos parezca muy normal, no es nada normal fuera de nuestras fronteras. La universalidad de la prestación y la calidad del sistema sanitario hace que seamos excelentes en el ámbito sanitario; no lo digo yo, ahí están las encuestas. Con lo cual, si la farmacia es parte de nuestro sistema sanitario, por lo tanto también comparte esa excelencia.
Esto lo dan varios datos. El primero, la gran red farmacéutica española compuesta por más de 22.000 farmacias, las cuales dan asistencia a 2.000 personas por cada establecimiento. A pie de calle contamos con 48.500 farmacéuticos titulados superiores, lo que representa el nivel más alto en Europa del sector. Todo esto hace que nuestra farmacia sea muy cercana, profesional y de confianza. En muchísimas ocasiones es la primera puerta de entrada al sistema sanitario. De hecho, 2.300.000 millones de personas entran todos los días a una farmacia
España es un país en el que cada vez se abren más farmacias. En los últimos 5 años se han abierto más de 500, lo que representa una media de 100 farmacias nuevas cada año. Los últimos 10 años se han abierto 1.400 farmacias. Al ser un sistema regulado, el precio de los medicamentos también está sujeto a esta regulación y es uno de los más bajos de Europa.
Por otra parte, el sector farmacéutico es un motor de empleo muy importante. Durante la crisis los farmacéuticos siempre han estado al frente y siguieron dispensando los medicamentos a pesar de los impagos. La farmacia española no se ha deslocalizado durante estos años difíciles, al contrario de lo que ha pasado en otros sectores. Además, es un ámbito estable, cualificado y con gran presencia femenina. El 75 % de los farmacéuticos son mujeres.
Todo ello permite que en estos momentos tengamos 46 farmacéuticos por cada 100.000 habitantes, frente a otros países que tienen 6 por cada 100.000. Si nos vamos a las áreas rurales el 70% de las farmacias se encuentran en estas zonas. En muchos municipios ya no está el médico, sino que está el farmacéutico.
¿Cómo resumiría la gestión de la CGCOF con sus grupos de interés?
Somos una profesión de servicio, por lo que debemos tener las relaciones con nuestros grupos de interés bien establecidas, ya sean entre todos los compañeros sanitarios, las administraciones, o los pacientes. Dichas relaciones son muy buenas. Destacaría el compañerismo que existe con otros profesionales sanitarios como médicos o dentistas, y la estrecha relación existente con las AAPP. Tenemos que estar ahí y trabajar para que nuestro sistema sanitario siga siendo sostenible y uno de los mejores del mundo.
¿Qué destacaría de su investigación y desarrollo profesional?
En estos momentos estamos viviendo un periodo de cambio que afecta al rol del farmacéutico. Es una profesión que lleva más de 800 años de historia y que se ha adaptado a las necesidades de los ciudadanos. Hemos pasado del farmacéutico que elaboraba los medicamentos en su tienda a la industrialización del mismo. Los pacientes ahora tienen otras necesidades que van más allá de la dispensación del medicamento, pues necesitan que nuestro personal tutorice sus tratamientos.
A nivel corporativo estamos trabajando las adherencias, el servicio fármaco-terapéutico, el desarrollo profesional y la investigación. Creemos en el futuro de la profesión y la eficiencia del sistema público de salud. Por ello ofrecemos formación continuada con nuevos cursos para todos los farmacéuticos.
También promovemos su figura como profesionales sanitarios, impulsando funciones más participabas dentro de todos los equipos multidisciplinares. En octubre presentaremos en el congreso nacional de Burgos una certificación de competencias y una recertificación, la cual permitirá desarrollar una herramienta informática de evaluación y gestión de las competencias.
En 2016 lanzaron el programa de Prevención del Ictus en las Farmacias junto con la Sociedad Española de Neurología y la asociación de pacientes Freno al Ictus. ¿Cómo ha ido? ¿Qué otros proyectos destacaría de los que han desarrollado o están desarrollando?
Ha ido muy bien, aunque quien tendría que valorar esto son los pacientes. En este caso la campaña se hizo con el apoyo de médicos, neurólogos, industria farmacéutica, pacientes y establecimientos. La campaña ha calado. El objetivo de concienciación se ha cumplido.
En cuanto a otros proyectos en desarrollo destacan la firma del convenio de colaboración con la Agencia Española del Medicamento para mejorar el uso de antibióticos, el convenio con DGT para conducción y medicación, el acuerdo para trabajar sobre el dolor de espalda, proyectos de salud en la mujer adulta, prevención de UVIH, o convenios con asociaciones de pacientes para mejorar su salud.