¿Cómo ha visto la evolución de la RSE estos últimos cinco años? ¿Y la de su organización?
En los últimos años, la RSE ha adquirido un valor estratégico en las compañías. Las estrategias de Responsabilidad Social ya se validan en los comités de dirección, porque afectan a la propia actividad del negocio. La RSC no es acción social, la RSE está en la cuenta de resultados, y por tanto ya se tienen en cuenta todos sus impactos y riesgos.
Por otro lado, van apareciendo indicadores para medir el impacto en materia de RSE, y, lo más importante, cómo interpretarlos. Cada vez disponemos de unos indicadores más definidos que nos permiten maximizar los beneficios de la RSE en el medio y largo plazo. Además, contamos con el apoyo de la Administración Pública gracias, entre otros, a la Estrategia Española de la Responsabilidad Social de las Empresas.
Desde el compromiso del Grupo Adecco y, más concretamente de su Fundacion, la RSE ha sido una palanca estratégica para vehicular las políticas de Diversidad Corporativa & Inclusión Sociolaboral que llevamos a cabo muchas empresas de este país. La gestión de la Diversidad afecta a grandes retos sociales, como puede ser la exclusión socio laboral de determinados grupos de personas o la lucha contra la informalidad juvenil en América Latina, que deben ser abordados desde este área.
¿Hacia dónde se encaminan los retos globales de la RSE?
Uno de los grandes retos a los que hacen frente las empresas es la coherencia de la estrategia de Responsabilidad Social en toda la cadena de valor, haciendo extensiva la RSE a los proveedores y otros grupos de interés.
En segundo lugar, notamos un interés creciente de diferentes partners para desarrollar y medir su impacto frente a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde la Fundación Adecco estamos trabajando ya bajo el filtro de los ODS para evaluar cómo nuestro impacto social beneficia directamente sobre este mandato de Naciones Unidas, y que tenemos hasta 2030 para llevar a cabo.
Y en tercer lugar, la veracidad. Debe existir coherencia entre nuestras acciones y nuestros mensajes. De no ser así, las empresas hacen frente a riesgos reputacionales y operacionales, y, aún más grave, toda la RSC pierde su finalidad y credibilidad.
¿Cuáles son las claves del éxito de la comunicación de la RSE y cómo las lleváis a la práctica?
Desde la Fundación Adecco, una parte crucial del éxito de nuestra comunicación de la RSE empieza dentro, con un equipo de más de 140 personas que sienten un proyecto social, #EmpleoParaTodos, como suyo, lo viven cada día y eso se transmite a todos nuestros grupos de interés.
A nivel técnico, las estrategias de comunicación que llevamos a cabo con las empresas que están apostando por nuestro proyecto social son 360º. Nos adaptamos a la morfología de la organización, su actividad y dinámicas. Sólo con una comunicación ad hoc podemos transmitir y hacer partícipes a los empleados de nuestra misión social: el #EmpleoParaTodos. Sin olvidarnos de la innovación social como gran aliada para la formación, interacción y engagement de todos nuestros colaboradores.
¿Qué tendencias y desafíos de futuro destacaría en materia de comunicación de la RSE?
Desde la Fundación Adecco estamos apostando por el desarrollo dentro de las organizaciones de líderes responsables, o, si hablamos específicamente sobre Diversidad, líderes inclusivos que den valor a la RSC y sepan comunicarla.
El liderazgo inclusivo nos permite construir un entorno más responsable dentro de las empresas, contando con los empleados como principales aliados en este nuevo escenario. El líder inclusivo nos permite integrar competencias vinculadas a la RSC en los modelos existentes de management.
Hablamos de líderes comprometidos con la responsabilidad que tiene la compañía con los retos sociales, visionarios con los retos globales, innovadores y comprometidos con la Diversidad.
*Contenido publicado previamente en la Revista Corresponsables 50.